Amanda Gorman

Amanda Gorman, poeta de color con campera roja


YO CREO     




Ya no creo en la bondad 
Una vez creí en columpios 
susurrando sermones de esperanza 
hasta que vi a la tristeza y el hambre pasear 
por los pliegues demacrados del rostro de un niño 
 
Una vez gocé con lo bello de los rayos 
ondulando entre el verdor 
y bailando entre las ramas
hasta que las sombras del brazo del roble
se tornaron demonios danzantes
aullando un dialecto almibarado de muerte

No, ya no creo en la bondad
aunque las sofocantes calles de junio
entonen estallidos satisfechos
no puedo permitirme
recobrar mi esperanza alegre en la moralidad

Yo no, no puedo, no quiero
desmoronarme bajo la decepción
de creer en la bondad
por eso convertí mi fe rota
en la esperanza de resurrección

Después de que la oscuridad se agarre a cada rincón solitario
de mi habitación, yo me aferro al momento en que
finalmente la luz de la luna
se cuele por mi ventana

Ante los cuerpos de jóvenes Negros desplomados
sobre la acera ensangrentada mi mente absorbe
la imagen de jóvenes de vida recta
que de aquí para allá intercambian bolas de básquet
su vida valiosa
su risa sagrada

E igual que el sol bosteza
sobre la sábana de un fresco
día expectante
yo miro
escucho
y sonrío

En el sutil estiramiento de mis labios
el ahogado resurgir de mi risa
no habita la resurrección de la bondad
sino la resurrección de la fe

Nacida en la simple gratitud
que puedo reconciliar con el milagro
en el paladar colorido del alba apasionado
confieso
yo creo



I BELIEVE




I do not believe in goodness anymore
I once believed in swingets
whispering sermons of hope
until I saw sadness and hunger pacing
the folds of a child’s hollow face

I once relished in the beaty of rays
undulating through greenery
and dancing around branches
until the oak limb’s shadows
became dancing devils
houling a syrupy dialect of doom

No, I do not believe in goodness anymore
although the sizzling June streets
hum in bursting satisfaction
I cannot bring myself
to reclaim my gleeful hope in morality

I do not, I cannot, I want not
to decay under the disappointment
of believing in goodness
so I turn my broken faith
to the hope of resurrection

After darkness clutches every lonesome corner
of my room I grip onto the moment when
moonlight will finally waltz
through my window

At the sight of slumped Black boy corpses
on bloody pavement my mind drinks up
the image of upright linving boys
innovently exchanging basketballs back and forth their
life precious
their laughter sacred

And as the sun yawns
on the bed sheet of a fresh
waiting day
I watch
I listen
and I smile

In the subtle stretch of my lips
the muffled reawakening of my laughter
doesn’t dwell the resurrection of goodness
but the resurrection of faith

Born in the simple gratitude
that I can reconcile with the wonder
in the color palate of the passionate dawn I
confess
I believe





AMANDA GORMAN (1998, Los Ángeles, California, Estados Unidos de NA)
Traducción: Laura Vicente
Fuente: Temblor
Enlaces: The Amanda Gorman | Isliada
Imagen en The New York Times

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