Nuevos motivos por los que los poetas mienten
A VECES
PUEBLO DE BOLSILLO
MANCHMAL
TASCHENDORF
Fuente: FILBA on line en la clínica de traducción de la AATI
Imagen en Coopzeitung
Depresión
Van Gogh, los otros y yo
Depression
Van Gogh, die anderen und ich
Fuente: La tribu | Arquitrave
Traducción: Izaskun Gracia
Imagen: Brandenburger Kopfe
Tetera con caquis
Fuente: Yo, etc
Traducción: Martín López-Vega
Enlace: La Colmena
Imagen: La Statale News
Por Gabriela Schuhmacher
Siete mujeres. Poesía alemana actual es una antología bilingüe de poesía alemana contemporánea. Los poemas seleccionados y traducidos al castellano por Micaela van Muylem conforman — como ella misma lo aclara en la nota preliminar — “una pequeña muestra de los diferentes caminos que recorre en la actualidad la literatura alemana”. Sin embargo, trazada esta puerta de ingreso a su trabajo, advertimos que el lector queda invitado a ser parte de un hallazgo, a escuchar lo que subyace en el corpus o artificio creado...
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Parada de autobús
De vuelta del entierro, sentado arriba en el autobús, veo reflejada en el cristal delantero, a la mujer que pasa de largo, veo su traje verde y blanco, a cuadros, los zapatos rojos.
El autobús arranca, un mediodía de verano en Berlín y la mujer reflejada en el cristal delantero sigue simplemente adelante, a través de la luz del sol,sobre el borde del tejado, cielo arriba. No la volveré a ver nunca más.Nunca he dicho que sea fácil vivir.Tampoco he creído nunca que morirpuede ser una cosa sin importancia.
La historia del arte del boxeo
Cuando Arthur Cravan en 1915apareció en el ring con 8 poesíasestaba ya perdidoPero perdido estaba de todas manerasy sólo por ta buena memoria de su enemigoJack Johnson (un terrible zurdo)se conservaron sus poemas es decirlos encontramos en una revista de boxeoy nos alegramos como en la antigua Greciade la armonía de cuerpo y espíritupues Cravan tenía rosa los pelos del pubisy los guantes marrón claroLe quedaban 26 segundos de tiempohasta e1 K.O.y cuando se desplomóse desplomaron con él 1250 años de poesíade adversarios del boxeoSólo y únicamente Brecht mantuvo su visera de matónsin embargo se inquietó tambiény comenzó en 1925a escribir La carrera del boxeador Samson-Kornerque se publicó por entregas en el Scheris-Magazin (Berlíny después en la revista deportiva Die Arena (Benin)Después Brecht se fue con su Fordal sur de Francia donde se arremangó los pantalonesy se fue a pasear al marEsperabaencontrar aquí a Arthur Cravan con su bañador a rayasy representar con él "Mohagonny" en el ring
Sin embargo Crovan (105 Kilos anarquista) era otra clase de peso que Brecht (63 Kilos comunista)y la representación no tuvo lugarFue una de las muchas ocasiones perdidasen la historia del arte del boxeoy fue una de las causas de la decadencia de este tipo de artehasta que finalmente en 1934 boxeadores de sombrascomo Gottfried Benn pudieron presentarse
Entonces tampoco sirvió de nada Max Schmelingpues no logró escribir ningún poemay mudo se vino al suelo en el primer asalto
Brecht cambió de campoCravan dijo "Yo soy serio pero por perversión"(según cuenta Jack Johnson)y siguió con el botesolohasta el golfo de México...Colocó la bandera negra de la anarquíay se puso el bañador a rayassobre los pelos rosas del pubis
Brecht hizo correr el rumorCravan utiliza efectos de distanciaciónde los más complicados: sus objetosno vuelven nunca más
Cuando Cravan no regresódel Golfo de Mexico Brecht tomó el laúd de la paredde su casa da Hollywoodcantando para él solo:"Y el tiburón sí que tiene dientes..."pues si poco Gravan menos creía Brecht en la metafísica
IV.
En el Chicago Art Institute
está colgado el autorretrato de un pintor
joven y desconocido que llegó en 1929
al mercado de objetos de arte de Francfort
procedente de Suecia. La pequeña tabla de arce
muestra a un hombre de apenas veinte años
ante la ventana de un cuarto exiguo.
Detrás de él, en un anaquel en falsa perspectiva,
escudillas de colores, una espátula, y un costoso
frasco veneciano con una esencia transparente.
El pintor tiene en la mano
un cuchillo tallado en hueso y afila
la pluma para seguir dibujando
un desnudo femenino que aparece frente a él
al lado de un tintero.
Por la ventana que está a la izquierda se ve
un paisaje con montaña y valle
y la sinuosa línea de un camino.
Es, infiere Zülch, el camino al mundo
y nadie puede seguido sino el hombre
desaparecido sin dejar huella, a quien
dedicó su investigación y cuyo arte
cree reconocer en la pintura anónima.
La razón que explica la firma M. N.
sobre el marco de la ventana
es sin duda que el pintor Mathis Nithart
descubierto en los archivos pero no irreconocible
por su propio trabajo, encubre el nombre de Grünewald.
De ahí las iniciales M. G. y N. en el Altar
de la Nieve en Aschaffenburg, de ahí también
la identidad, notable sobre Iodo por la diferencia de edad,
del joven pintor con el Sebastián traspasado por flechas
en Isenheim. Y realmente la figura de Mathis Nithart
según los documentos de la época
se convierte hasta tal punto en la de Grünewald
que uno parece haber sido la vida
y finalmente también la muerte
del otro.
Una radiograrfía de la tabla de Sebastián
revela detrás del retrato elegíaco
del santo aquel mismo rostro, el medio perfil
apenas ladeado en la pintura definitiva.
Aquí dos pintores en un único cuerpo,
cuya carne herida pertenece a ambos,
estudiaron a fondo su propia naturaleza. Primero
Nithart completó su autorretrato a partir de la imagen
en el espejo, y Grünewald, con gran amor,
precisión y paciencia y un interés en la piel
y el pelo de su compañero que llega hasta la sombra
azul de la barba, lo retocó.
El martirio pintado es la representación,
perceptible aun en los bordes de las heridas,
de una amistad entre hombres
que oscila entre el horror y la lealtad.
No es inverosímil que Nithart,
quien además de pintar frecuentaba la hidráulica,
alentara en los últimos altos la confusión
de su persona con la del maestro de Isenheim,
cada vez más insociable, y que acaso fuera
el intermediario entre él y el mundo
que su desdicha tomaba inaccesible. Hacia 1527,
casi doce años después de su trabajo en Alsacia,
Nithart se mudó de Francfort (donde
debe haber compartido por un tiempo la vida de Gninewald)
a Halle, y planeaba construir allí,
para sus famosas fuentes de aguas salinas,
juegos de agua con un complejo sistema
de ruedas de molino y tubos como en el Meno
de Aschaffenburg, espléndida obra de la mecánica
muy visitada en la época.
Pero se dice que Nithart no consumó en Halle
su tarea y se mudó reiteradas veces. En el verano
del año veintiocho se hundió en una profunda
depresión y, parece, la muerte llegó rápida.
Después de conocer la noticia de su fallecimiento
los magistrados de Francfort ordenaron
un inventario de los objetos domésticos
que había en su taller. La extensa lista comprende
un amontonamiento de las cosas más diversas:
cucharas y fuentes soperas, marmitas,
elementos para pintar al agua, quince
pieles blancas de cabra, táleros de plata
y monedas de cobre de Schwaz en el Tirol,
libros, proclamas, manuscritos y muchos
impresos luteranos, todo eclipsado
por la gloria de una única
reserva de colores: blanco plomo y albus,
rojo Paris, cinabrio, verde pizarra,
verde montaña, verde alquimia, azules
pastas de vidrio y minerales
de Oriente. También trajes,
preciosos, un par de pantalones dorados.
chaquetas color canela, las solapas forradas
en terciopelo púrpura con costuras negras,
un jubón de raso gris, un sombrero rojo
y otros muchos atavíos exquisitos.
El patrimonio es en realidad de dos hombres,
pero no nos atrevemos a decir
si Grünewald, inventor de colores,
compartía la predilección del amigo muerto
por atuendos tan abigarrados.
Enlaces: Letras Libres | Biografía | Multiversos
Madona hermosa
de partículas de luz toda nevada
como con escarcha recubierta
su imagen congelada en el espejo: bodyform
y una pileta llena de azul para lavar, así
se habría visto ella misma, con pies de sirena
nadando por jeans de tubo
la ropa secada en el propio cuerpo
alcanzada la cumbre de los peces,
las consumadas marcas de fábrica
lisonjeras escamas, un guardafangos
contra la mugre de la cotidianidad
habría podido vender en breve el sangrado
de su nariz como make-up,
bañarse en un preciso
anuncio de entonces,
así se habría visto, sus dedos en pugna que
buscaban detener algo, se vio a sí misma
engullir sus propios dedos,
jalar el aire entre los dientes, y sonreír
bajo la luz de neón: el brillo interno
de ángeles que imitan fantasmas,
se vio ligeramente consternada desdoblar
una sábana de playa que te pertenece,
se vio empleando los medios mágicos acostumbrados,
probando los viejos talentos, devorar velas de cera
nubes y verde invernal
Schöne Madonna
ihr von Lichtpartikeln überschneites
wie mit Rauhreif übersprühtes
ihr schockgefrostetes Spiegelbild: bodyform
und eine Wanne voll Waschblau, so habe
sie sich gesehen, mit Nixenfüßen
durch Röhrenjeans schwimmend
die Wäsche am eigenen Leibe getrocknet
den Gipfel der Fische erreicht,
die vollendeten Markenzeichen
schmeichelnde Schuppen, ein Schutzblech
gegen den Dreck der Alltäglichkeit
sie könne ihr Nasenbluten
in Kürze als make-up verkaufen,
sie bade in einer genauen
Reklame von damals,
so habe sie sich gesehen, die ringenden Finger, die
etwas zu halten suchten, sie sah sich
die eigene Finger verschlingen,
die Luft durch die Zähne ziehen, und mitten
ins Neonlicht lächeln: das innere Strahlen
von Engeln Gespenstern nachahmend,
sah sich mit leichter Bestürzung
ein Badelaken entfalten, das dich betraf,
sah sich die üblichen magischen Mittel verwenden,
die alten Begabungen testen, das Fressen von Wachskerzen
Wolken und Wintergrün
Jueves 31 de mayo a las 19 h. Entrada libre y gratuita.
Goethe-Institut
Avenida Corrientes 319 / 343 Buenos Aires
La traducción de esta obra recibió apoyo del programa de fomento a la traducción del Goethe-Institut.
1
Se trata de un par de árboles
Seres silenciosos, erguidos como nosotros
Es decir desconocidos, cualesquiera, fáciles de sacar
De su lugar histórico
Donde acumulan la luz en el follaje
Una llamarada verde en la brasa del cemento
Sus bóvedas cálidas residencia de los mediodías.
2
En una pequeña masacre a la mañana
Uno como nosotros, una armada de mástiles que se sumergen
En agua, arbitrariedad y gas lacrimógeno
Una estadística de la felicidad que no esparce semillas
Una estación del año sin retorno.
3
Es decir, de los árboles – y un hombre se mantiene erguido
Como consciente de sus pies enredados
Como si reflexionara acerca de su modo de andar
Él se planta
En el suelo desnudo como si
Rellenara su sombra con una sustancia sólida
Sedimento de la multitud
Que se volatiliza.
4
Como si se le cayera la propia
Existencia, una cosa inquieta, inconsistente
La falta de sueño, de paciencia
De algo fundamental, elemental.
Los árboles son los que le recuerdan
La falta de naturaleza
De las razas y religiones podridas
La sumisión a sus respiraciones, la opresión
¡De su capacidad de ser humano!
5
Y los cálculos de ensueño
Los déficits, la tolerancia, el día sin hacer.
Los Alpes desnudos del futuro
Miles de millones en las aguadas de Arabia, aunque
Los camiones cisterna disponen de hidrantes secretos.
¡Los miserables van como locos sobre los mares!
6
Quien está de pie tranquilo allí en la calle
Está al alcance de la injusticia. Infinito
Cansancio, infinito tiempo
Él está de pie, obsequia
Leche y limones, para lavar los ojos
Un bosque crece desde su alma.
Qué clase de tiempo en el que
Una conversación acerca de árboles incluye todas las atrocidades.
"La Flora de los escombros", El jardín de las delicias, 2017
Charco
dice él: el sufrimiento es un charco.
digo yo: sí, el sufrimiento es un charco.
porque el sufrimiento yace en una cuenca
atravesado por peces y huele mal.
dice él: y la culpa es un charco.
digo yo: sí, la culpa también charco.
porque la culpa se derrama en una depresión
y alcanza la axila elongada
de mi brazo que se extiende hacia arriba.
dice él: la mentira es un charco.
digo yo: sí, la mentira del mismo modo charco.
porque en verano por las noches se puede
hacer un picnic en las orillas de la mentira
y allí siempre se queda algo olvidado.
teenage winter again
en invierno en new haven en un banco del big green,
horas cercadas de iglesias, cómo no nos helamos,
sí que nos helamos, este anhelo del sur,
y en cambio qué rotunda claridad la del acuerdo
en que eso no es posible. la temperatura, el frío
nos afectaba como habría de afectar a un animal —
no cabía pensar en ninguna otra cosa.
pero éramos personas, y pensamos: melancolía
y teníamos razón, habíamos vuelto a perder.
cejas
leo que así de grande fue una vez el áreaconocida por ceja. cuelgo un cartel y espero.
he visto a la ceja volverse campo. su caza furtiva.
que no era nada comparado al insomnio batido
en que nuestras pestañas nunca se cerraban
y el ojo de escarabajo miraba y miraba y miraba.
sólo que era la piel bajo los ojos, que todo
lo mostraba, preocuparse por sí, por este rostro
que aún tenemos, en todas las mañanas por llegar.
Traducción: Ibon Zubiaur
Ganadora del premio Kleist, Monika Rinck es una voz indiscutible de la poesía alemana contemporánea. En septiembre, la poeta participará del Festival Internacional de Poesía de Rosario invitada por el Goethe-Institut. También traductora, antes conversará en Buenos Aires sobre poesía y traducción con Silvana Franzetti y Jorge Fondebrider.
Literatura
21, 23 y 24/09/2016
Biblioteca del Goethe-Institut Buenos Aires (Av. Corrientes 343) y Festival Internacional de Poesía de Rosario
Monika Rinck
“Imagínese que usted entendiera todo de inmediato…”, inquiere Monika Rinck en el tono apelativo que atraviesa su último libro de ensayos en torno a la relevancia de la poesía como género. A falta de resistencia propia o por parte del poema, el lector debería aceptar de antemano la pérdida de toda posibilidad de asombro y sorpresa. Risiko und Idiotie [Riesgo e idiotez] es en efecto un muy poético volumen de “escritos polémicos”, en el que la autora alemana se ve impelida a defender la existencia misma del poema (por más incomprensible que pudiera parecer, o justamente por eso). “Ocuparse de poemas no le va a quitar tiempo”, exhorta Rinck. Todo lo contrario, la lectura del poema más bien devuelve al lector al proceso de pensamiento.
Ganadora en 2015 del premio Heinrich von Kleist (el importante galardón literario en lengua alemana que también ganaron figuras como Bertolt Brecht, Heiner Müller, Ernst Jandl, Alexander Kluge, Ferdinand von Schirach o Katja Lange-Müller), Monika Rinck es hoy una de las voces indiscutibles de la poesía alemana contemporánea. Además de escribir, la poeta traduce del húngaro en dupla con Orsolya Kalàsz, lleva adelante proyectos de cooperación con músicos y compositores y, “de vez en cuando” –dice–, enseña en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena. Rinck nació en 1969 en Zweibrücken, estudió literatura comparada, filología alemana y estudios de la religión en Bochum, en Berlín y en la Universidad de Yale New Haven, y hoy vive en la capital alemana. Prolífica escritora, desde 1989 viene publicando en diferentes editoriales, últimamente en kookbooks, la diva entre las editoriales independientes de Alemania. Honigprotokolle [Protocolos de la miel] es su último libro de poesía, que fue publicado por kookbooks en 2012 y recibió el premio Huchel. En 2015, la misma editorial publicó Risiko und Idiotie. Varios de los poemas de Monika Rinck pueden leerse además en distintos idiomas en el sitio Lyrikline. Multipremiada, Rinck es miembro del PEN Club, de la Academia de las Artes de Berlín y de la Academia Alemana de Lengua y Poesía.
En su segunda visita a la Argentina de la mano del Goethe-Institut, Monika Rinck participará del Festival Internacional de Poesía de Rosario, donde presentará poemas traducidos por la poeta y traductora argentina Silvana Franzetti y por Carlos Capella, poeta y diseñador argentino que vive actualmente en Berlín. Antes, Rinck será parte en Buenos Aires de uno de los encuentros abiertos del Club de Traductores Literarios coordinado por Jorge Fondebrider en la biblioteca del Goethe-Institut. Hablarán sobre el poema, y sobre traducción.
Actividades de Monika Rinck en Buenos Aires y en Rosario
►Poetas que traducen poetas
Monika Rinck en diálogo con Silvana Franzetti y Jorge Fondebrider
Miércoles 21 de septiembre de 2016 a las 19 h. El Club de Traductores Literarios de Buenos Aires en la biblioteca del Goethe-Institut, Av. Corrientes 343. Entrada libre y gratuita.
►Monika Rinck en el Festival Internacional de Poesía de Rosario
Monika Rinck presentará poemas traducidos por Silvana Franzetti y Carlos Capella.
Viernes 23 y sábado 24 de septiembre de 2016. Más información próximamente en el sitio web del festival, http://www.fipr.com.ar/2016/
Fuente: Goethe Institut
Imagen: rbb-online.de
Hoy, domingo de Resurrección, muy de mañana
una nevada azotó de repente la isla.
Había nieve entre las plantas verdes. Mi hijo
me llevó hasta un damasco pegado a la tapia de la casa
apartándome de una poesía en la que denunciaba
a quienes preparaban una guerra que
al continente, a la isla, a mi pueblo, a mi familia y a mí
nos puede tragar. En silencio,
cubrimos con un saco
el árbol a punto de helarse.
BERTOLT BRECHT (1898, Ausburgo / 1956, Berlín Este, Alemania)
Imagen: investigacionescena.blogspot.com
824: Der Frauen Liebe und Leben.
Das Cello trinkt rasch mal. Die Flöte
rülpst tief drei Takte lang: das schöne Abendbrot.
Die Trommel liest den Kriminalroman zu Ende.
Grüne Zähne, Pickel im Gesicht
winkt einer Lidrandentzündung.
Fett im Haar
spricht zu offenem Mund mit Rachenmandel
Glaube Liebe Hoffnung um den Hals.
Junger Kropf ist Sattelnase gut.
Er bezahlt für sie derei Bierre.
Bartflechte kauft Nelken,
Doppelkinn zu erweichen.
B-molI: die 35. Sonate.
Zwei Augen brüllen auf:
Spritzt nicht das Blut von Chopin in den Saal,
damit das Pack drauf rumlatscht!
Schluß! He, Gigi! -
Die Tür fließt hin: Ein Weib.
Wüste ausgedörrt. Kanaanitisch braun.
Keusch. Höhlenreich. Ein Duft kommt mit.
Kaum Duft.
Es ist nur eine süße Vorwölbung der Luft
gegen mein Gehirn.
Eine Fettleibigkeit trippelt hinterher.
Gottfried Benn (1886, Puttlitz / 1956, Berlín, Alemania
Enlaces:
Dos traducciones
Café nocturno
824: Vida y pasión de las mujeres
El cello se toma un trago rápido. La flauta
eructa profundo en tres compases: Su sabrosa cena.
El tambor termina de leer una novela policial.
Diente verdoso con espinillas en la cara
le hace ojitos a conjuntivitis.
Cabello Grasiento
habla a boca abierta con amígdalas inflamadas.
Fe, esperanza y caridad penden de su cuello.
Incipiente bocio es dulce con nariz montada.
Él le invita tres cervezas.
Irritación de afeitada compra claveles
para enternecer a papada.
Bemol-menor: la Sonata N° 35.
Dos ojos rugen con escándalo
¡No derrames la sangre de Chopin en esta pocilga,
estos buenos para nada, no la merecen!
¡Eh, Gigi! ¡Basta! -
La puerta se desborda: Una mujer.
Desierto calcinado. Marrón canaanita.
Virgen, llena de cavidades. Ella trae consigo un aroma.
Imperceptible aroma.
Sólo es un dulce entumecimiento en el aire
rondando mi cerebro.
Un mórbido panzón da saltitos detrás de ella.
Traducción Daniel Rojas Pachas
Café nocturno
824: Las mujeres aman y viven.
El cello apura un trago. La flauta
eructa profundo en tres tiempos: la hermosa cena.
El tambor termina de leer una novela policial.
Dientes verdes, espinillas en el rostro
una inflamación en el párpado que indica algo.
Grasa en el cabello
habla con la boca abierta y sus amígdalas hinchadas
fe, amor, esperanza colgados de su cuello.
Bocio juvenil le conviene a tabique nasal.
El compra tres cervezas para ella.
Sicosis compra claveles
y así ablanda a doble papada.
Bemol: la Sonata 35.
Un par de ojos aúlla:
¡No salpiquen sangre de Chopin en este recinto,
los parroquianos la pisotearán!
¡Basta! ¡ah, Gigi!
La puerta fluye torrencial: una mujer.
Desierto resquebrajado. Marrón canaanita.
Casta. Llena de cuevas. La acompaña un aroma. Apenas un aroma.
Es sólo una dulce burbuja del aire
que azota mis sentidos.
Una gorda camina con pasitos cortos tras ella.
Traducción: Verónica Zondek
Todtnauberg
Árnica, bálsamo de los ojos, el
balde de estrellas encima
cabaña
¿el nombre de quién estaba anotado
antes del mío ?
allí, en este libro
la línea escrita
con una esperanza, hoy,
en la palabra de un pensador
que llegue
al corazón
humus del bosque, sin aplanar,
orchis y orchis, único,
lo crudo, más tarde, durante el viaje
auto,
evidentemente,
quien nos conduce, el hombre,
él también a la escucha
las sendas a medio abrir
con palos en el pantano
humedad,
bastante.
Arnika, Augentrost, der
Trunk aus dem Brunnen mit dem
Sternwürfel drauf,
in der
Hütte,
die in das Buch
– wessen Namen nahms auf
vor dem meinen? -,
die in dies Buch
geschriebene Zeile von
einer Hoffnung, heute,
auf eines Denkenden
kommendes (un-
gesäumt kommendes)
Wort
im Herzen,
Waldwasen, uneingeebnet,
Orchis und Orchis, einzeln,
Krudes, später, im Fahren,
deutlich,
der uns fährt, der Mensch,
der’s mit anhört,
die halb-
beschrittenen Knüppel-
pfade im Hochmoor,
Feuchtes,
viel.
Verano, eso dicen todos
sólo un verano, o algo así
dicen las voces,
sólo un verano
uno inmenso, o algo así,
que, sea como sea sin llamar
irrumpe, que, sea como sea acontece,
envuelto en polvo u ornado
de flexible temblor
supera en silencio un lento comienzo,
que surge como un cine
en cada región,
y, entonces, alguien como tú, que
por error
con los labios cruzados
y, en silencio, la frente contra
el tallo inclinada,
una nuez tostada
cuenta en el regazo
(pero siempre sólo la misma)
arriba, sin embargo, nadan
fustigadas por los ojos
las islas, para sí, cada una
manos desmezcladas,
que oscilan y se estiran como cañas,
altímetro en lo alto,
sobre la vela de la mano
allí nadan
por el frío espiritual
en blanca y negra luz desmembradas
las mitades del verano,
tal madera de proa,
entre sí van chocando,
y cuánta desolación,
en renovada desolación
Gerhard Falkner (1951, Schwabach, Alemania)
De: ‘Oh, la mesa y otros poemas’, Pen Press, New York, 2007.
Traducción: Clara Janés
Cuidado
Mi anhelo tiene nuevamente
un nombre que me colma
con felicidad y dolor.
Sin embargo no hubo cambios notorios
Recorro los días sonriente
al igual que él me recorre
con su aroma y su voz
su presencia que conforma mi deseo
su cuerpo cubre el mío por entero
Intento con todas mis fuerzas
no decir
Ven o Vete o Quédate
No te cierro los párpados
No te ato el mentón
No te cruzo un brazo sobre el pecho
Puedes abrir todavía la boca
y alzar la mano mientras el tren silba
ULLA HAHN (1946, Brachthausen, Alemania)
De: "Cercanía inusitada", 1988
Traducción: Raúl Bochardt
Imagen: blog.zeit.de