Llaves de domingo
Las llaves se menean bajo la luz de un domingo en la mañana
alguien se quedó por fuera en la noche profunda.
No es lo mismo el eco de la llave al penetrar la cerradura
que tocar la puerta,
tan lejano que la dirección del sueño es más confiable que la realidad.
Atravieso los suburbios y todas las luces de los autos
súbitamente se apagaron. Y en medio del cosmos infinito
sobre mi cabeza
alguien palpa el freno de su bicicleta. Ligeramente inclinado
por espacio de un segundo, y escucho las llaves caer al suelo.
Hace muchos años unas llaves se meneaban bajo el sol,
las levanté sin saber donde yacían ocultas,
las manos tras ellas. Todos los días antes del sábado
están cerrados con candado, y no sé cuál de todos debo abrir.
Hoy es domingo. Todas las puertas
misteriosamente están abiertas. Tiré las llaves.
Puedo entrar a cualquier casa sin tocar la puerta.
El mundo tan sobrepoblado, y este cuarto en tanta soledad.
alguien se quedó por fuera en la noche profunda.
No es lo mismo el eco de la llave al penetrar la cerradura
que tocar la puerta,
tan lejano que la dirección del sueño es más confiable que la realidad.
Atravieso los suburbios y todas las luces de los autos
súbitamente se apagaron. Y en medio del cosmos infinito
sobre mi cabeza
alguien palpa el freno de su bicicleta. Ligeramente inclinado
por espacio de un segundo, y escucho las llaves caer al suelo.
Hace muchos años unas llaves se meneaban bajo el sol,
las levanté sin saber donde yacían ocultas,
las manos tras ellas. Todos los días antes del sábado
están cerrados con candado, y no sé cuál de todos debo abrir.
Hoy es domingo. Todas las puertas
misteriosamente están abiertas. Tiré las llaves.
Puedo entrar a cualquier casa sin tocar la puerta.
El mundo tan sobrepoblado, y este cuarto en tanta soledad.
OUYANG JIANGHE (1956, Sichuan, China)
Traducción: Pablo Rodriguez Durán
Fuente: La primera piedra
Enlaces: China traducida y por traducir | La Otra
Imagen en La primera piedra
Traducción: Pablo Rodriguez Durán
Fuente: La primera piedra
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