Garbo´s building
Suo cimitero da questa parte hanno
con Epicuro tutt´i suoi seguaci,
che l´anima col corpo morta fanno.
Yacen aquí los que creyeron cierto,
con Epicuro y todos sus secuaces,
que el alma muere con el cuerpo muerto.
Dante Alighieri
Tal vez en el Upper West Side
y no lejos del río de la mente
está una puerta; en el invierno
Con su pala el viejo aleja la nieve
Y en el verano con lo mismo a los rudos demonios.
Como todos los sirvientes se parecen al amo,
El viejo como el frente fue importado de Italia
Y debajo de su camisa de lana
-En invierno y en verano-
Está hecho de hileras de sólido ladrillo.
El es de Mantua –dice- y el inglés barullero
Se le cae como una piel ya estrecha
Cuando blasfema en dialecto
“Esta caldera inservible”
O “la policía otra vez ha entrado por la drogas de ése”.
Fiel portero de antaño,
De los que sólo servían para guardar condenados.
El viejo ha predicho –hace ya treinta años-
Que un día nacerá un niño maravilloso
En el maltrecho edificio.
Hay quien lo sigue esperando.
El viejo me ha dicho:
“Amigo, para ustedes los hispanos
No hay ningún piso especial en esta rota pocilga”
Y lo seguí mansamente a través de los montones de basura
Que nadie ha barrido nunca.
“Esto es inamovible”, dijo saltando
Ágilmente sobre una pila de huesos.
Debí rodearla, avergonzado.
“Y también esto”: un tipo agonizaba
En un camastro, a la entrada.
Ni la futura viuda ni los confusos adolescentes me miraron.
“Tampoco yo tengo remedio” dijo y llamó el ascensor,
Rascándose la caspa.
“Los conozco a todos y de todo
Tengo la llave. Créame: no sirve
Para nada. Además, ni nos ven.
Olvide sus cuidados. Estos no van a desterrarlo.
Ni usted ni yo les importamos un cuerno.”
En la luna rajada del ascensor que bajaba
Había pocas cosas: unas palabras de Husserl
Y una tarde dibujada.
Nosotros ya no estábamos.
Creo también que alguien silbaba:
“Viven aquí los que creyeron cierto,
Con Benny Goodman y todos sus muchachos,
Que un alma nace cuando nace un cuerpo.”
No voy a acompañarlo, Siddharta:
Yo nunca hago las cosas dos veces de la misma forma.
Pero no tema a nadie: como usted, así son de efímeros,
Como usted, así son de estúpidos. Como usted son crueles.
No vayas a ensuciarte los pantalones, mi buen Arjuna.
El noveno piso es el pent house y allí vive el peor de todos.
Ten fe en lo único que posiblemente todavía sea cierto:
“Como usted, son efímeros;
Como usted, son estúpidos. Como usted son crueles.”
“Hulla-ba-loo, hull-ba-loo,
lullaby, lullaby,
Osiris y Adonis y el otro niño
Juntan por las escaleras
Pedacitos de muerto”,
Se fue cantando por los corredores de una nube de polvo,
El gran sombrero erecto y el reloj en la mano.
Por qué no me prestaste entonces tu intrepidez, Alicia,
Cuando necesitaba tanto tu manita pecosa
En la Casa Negra, en la Casa Oscura,
Donde bombea noche y día la Tiniebla.
“Simplemente
Porque todos ustedes
Desde las vidas de papel
Nos parecen idiotas.”
LUIS BENÍTEZ (1956 Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 1956)
De: Revista internacional de poesía/Poesía de Rosario N° 17
Enlaces: Revista Almiar;El Hablador N° 12
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