Poema pudiendo servir de posfacio
calles donde el peligro es evidente
brazos verdes de prácticas ocultas
cadáveres en la superficie del agua
girasoles
y un cuerpo
un cuerpo para cortar las lámparas del día
un cuerpo para descender un paisaje de aves
para ir de madrugada y regresar muy tarde
rodeado de enanos y de campos de lilas
un cuerpo para cubrir tu ausencia
un cubierto
un perfume
o esto o su contrario, mas de algún modo hiante
y un gentío arremolinado para ver de qué va
esto o una población de sesenta mil almas devorando
almohadones escarlatas sobre el camino de la mar
y llegando
al crepúsculo
reclinados sobre los submarinos
esto o un torso desalojado de un verso
y cuya muerte es el orgullo universal
¡oh pálida ciudad edificada
como una fiebre entre dos descansillos de escalera!
vamos a entregar a domicilio
tierra para los candelabros
lechos de humo para amantes erectos
tablillas con palabras prohibidas
–una mujer para éste que ya casi ha perdido el gusto
de vivir –hala, ahí va–
dos nietos para esa viejecita del final de la fila –ya no
nos quedan más–
saquear el museo para dar una diadema al mundo y
obligar a restituirla al mismo sitio
y para tí y para mí, asentados en un espacio útil,
veneno para derramar en los ojos del gigante
esto o un rostro solitario como un barco
en demanda de vientos flojos para la noche
pues si somos arena que se filtre
a un viento débil entre arbustos pintados
si un propósito debe alcanzar su margen como
las corrientes terrestres tempestades y náufragos
si el hombre de las hospederías y de las pensiones alza su
frente de empapado cráter
si en la calle el sol brilla como nunca brilló
y si por un minuto
vale la pena
que esperemos
o esto o una alegría igual a la sencilla forma de una mano
brillando entre el ramaje de las más altas lámparas
o esto o la alegría del avión de cartas
entrada por la ventana salida por el tejado
¡ah! pero, entonces, ¿la pirámide existe?
¡ah! pero, entonces, ¿la pirámide habla?
¿la pirámide es, pues, el secreto de cada uno con
el mundo?
en efecto amor mío la pirámide existe
la pirámide nos dice muchas cosas
la pirámide es el arte de bailar en silencio
y en cualquier caso
hay plazas donde esculpir un lirio
zonas sutiles donde el azul se expande
gestos sin dueño bajo las flores barcos
y una canción para oírte llegar
brazos verdes de prácticas ocultas
cadáveres en la superficie del agua
girasoles
y un cuerpo
un cuerpo para cortar las lámparas del día
un cuerpo para descender un paisaje de aves
para ir de madrugada y regresar muy tarde
rodeado de enanos y de campos de lilas
un cuerpo para cubrir tu ausencia
un cubierto
un perfume
o esto o su contrario, mas de algún modo hiante
y un gentío arremolinado para ver de qué va
esto o una población de sesenta mil almas devorando
almohadones escarlatas sobre el camino de la mar
y llegando
al crepúsculo
reclinados sobre los submarinos
esto o un torso desalojado de un verso
y cuya muerte es el orgullo universal
¡oh pálida ciudad edificada
como una fiebre entre dos descansillos de escalera!
vamos a entregar a domicilio
tierra para los candelabros
lechos de humo para amantes erectos
tablillas con palabras prohibidas
–una mujer para éste que ya casi ha perdido el gusto
de vivir –hala, ahí va–
dos nietos para esa viejecita del final de la fila –ya no
nos quedan más–
saquear el museo para dar una diadema al mundo y
obligar a restituirla al mismo sitio
y para tí y para mí, asentados en un espacio útil,
veneno para derramar en los ojos del gigante
esto o un rostro solitario como un barco
en demanda de vientos flojos para la noche
pues si somos arena que se filtre
a un viento débil entre arbustos pintados
si un propósito debe alcanzar su margen como
las corrientes terrestres tempestades y náufragos
si el hombre de las hospederías y de las pensiones alza su
frente de empapado cráter
si en la calle el sol brilla como nunca brilló
y si por un minuto
vale la pena
que esperemos
o esto o una alegría igual a la sencilla forma de una mano
brillando entre el ramaje de las más altas lámparas
o esto o la alegría del avión de cartas
entrada por la ventana salida por el tejado
¡ah! pero, entonces, ¿la pirámide existe?
¡ah! pero, entonces, ¿la pirámide habla?
¿la pirámide es, pues, el secreto de cada uno con
el mundo?
en efecto amor mío la pirámide existe
la pirámide nos dice muchas cosas
la pirámide es el arte de bailar en silencio
y en cualquier caso
hay plazas donde esculpir un lirio
zonas sutiles donde el azul se expande
gestos sin dueño bajo las flores barcos
y una canción para oírte llegar
Poema podendo servir de posfácio
ruas onde o perigo é evidente | braços verdes de práticas ocultas | cadáveres à tona de água | girassóis | e um corpo | um corpo para cortar as lâmpadas do dia | um corpo para descer uma paisagem de aves | para ir de manhã cedo e voltar muito tarde | rodeado de anões e de campos de lilases | um corpo para cobrir a tua ausência | como uma colcha | um talher | um perfume || isto ou o seu contrário, mas de certa maneira hiante | e com muita gente à volta a ver o que é | isto ou uma população de sessenta mil almas | devorando almofadas escarlates a caminho do mar | e que chegam | ao crepúsculo | encostados aos submarinos | isto ou um torso desalojado de um verso | e cuja morte é o orgulho de todos | ó pálida cidade construída | como uma febre entre dois patamares! | vamos distribuir ao domicílio | terra para encher candelabros | leitos de fumo para amantes erectos | tabuinhas com palavras interditas | – uma mulher para êste que está quase a perder | o gôsto à vida – tome lá – | dois netos para essa velha aí no fim da fila – não | temos mais – | saquear o museu dar diadema ao mundo e depois | obrigar a repor no mesmo sítio | e para ti e para mim, assentes num espaço útil, | veneno para entornar nos olhos do gigante || isto ou um rosto um rosto solitário como barco em | demanda de vento calmo para a noite | se nós somos areia que se filtre | a um vento débil entre arbustos pintados | se um propósito deve atingir a sua margem como | as correntes da terra náufragos e tempestade | se o homem das pensões e das hospedarias levanta | a sua fronte de cratera molhada | se na rua o sol brilha como nunca | se por um minuto | vale a pena | esperar | isto ou a alegria igual à simples forma de um pulso | aceso entre a folhagem das mais altas lâmpadas | isto ou a alegria dita o avião de cartas | entrada pela janela saída pelo telhado | ah mas então a pirâmide existe? | ah mas então a pirâmide diz coisas? | então a pirâmide é o segredo de cada um com | o mundo? || sim meu amor a pirâmide existe | a pirâmide diz muitíssimas coisas | a pirâmide é a arte de bailar em silêncio || e em todo o caso || há praças onde esculpir um lírio | zonas subtis de propagação do azul | gestos sem dono barcos sob as flores | uma canção para ouvir-te chegar
Fuente: Sites.google
Enlaces: Círculo de poesía
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