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Señalador: Israel Eliraz | Adam Gai


Sentarse solo a la mesa…   



Sentarse solo a la mesa de noche 
no es menos misterioso 
que montar un tigre 
y preguntarse 
¿Se supone que aclarará? 
¿La silla en la que me siento está vacía? 
¿Los bolsillos están en llamas?
En el centro del cuarto la muerte cava
un canal de oscuridad
y alguien que no está aquí presente dice:
¿Le molestaría si me quedo
un rato?


Mordejai Geldman

Poesía israeñí

Porno   




En otras circunstancias, me hubiera enamorado de ella. 
Tenía una mezcla de beldad francesa 
con cierta hermosura oriental de indefinible origen. 
La esbeltez de su cuerpo, su rostro y la gracia de su andar  
convertían en horribles a las mujeres que hasta ese momento había conocido. 
Su encanto persiste y hace de la belleza física 
una pregunta cruel. Por momentos, la más cruel de las preguntas. 
 
Desearla, con los otros tipos. Todos: 
aquellos que se exhibían en la peli haciéndole cosas frente a mí 
y los demás que conmigo la contemplaban, rechinando en sus asientos: 
ancianos aferrados a sus deseos últimos; 
maricas franeleando; 
negros que migraron a Tel Aviv para blanquearse los destinos
y cuya temerosa extranjería aun en la oscuridad se revelaba;
trabajadores árabes: migrantes, sucios, pobres,
masturbándose en los rincones con una pasión desesperada,
ávidos de expulsar al invasor sionista;
silenciosos, púdicos vietnamitas de los restaurantes
y otros - anónimos en las pesadas sombras
atravesadas por un rayo tembloroso
que transportaba a la pantalla su disfrutable imagen,
el eco luminoso de su hipotética existencia.

¿Acaso desearla junto a aquellos todos
era como encontrar en el infierno a Eurídice
paseando pura y blanca y eran sus labios carmín y fresa
en las voraces nieblas del país de la muerte?
Éste es un símil banal: sólo halaga al poeta,
que se pretende así equiparable a Orfeo.

Desearla junto a aquellos todos
era como encontrar, en una playa abandonada,
entre asfaltos y latas de bebidas,
entre algas y vellocinos -

una perla perfecta.





MORDEJAI GOLDMAN nació en Munich en 1946. Es hijo de polacos sobrevivientes del holocausto, que emigraron a Israel en 1949. Se graduó en Literatura Universal y en Psicología Clínica.
Entre sus poemarios: "Tiempo del mar, tiempo del continente" Ed. Shoken1970; "Pájaro" Ed. Simán Kriá 1975; "Ventana" Ed. Simán Kriá 1980; "66-83" Ed. Simán Kriá 1983.
Ha publicado ensayos y libros de psicología. Publica regularmente artículos en diarios y revistas.
Le fueron otorgados el premio Chomsky de poesía (1983), el premio Primer Ministro de Poesía (1996) y el premio Brenner (1997). 
Traducción: Gerardo Lewin
Imagen en The poetry Mardechai Goldman




Lali Tsipi Michaeli




La casa que siempre nos esperará     





Salimos de la casa 
y miramos la casa. 
Vemos cómo la luz irrumpe 
e ilumina la pared sobre la que 
cuelga el retrato de Lea. 
 
Nikel.(*) 
 
Me pregunto si un extraño 
podría reconocerla a ella 
según la sección del dibujo 
que alcanza a verse desde el exterior. 
 
El balcón, desde este ángulo, 
parece amplio. Allí sentados 
la sensación es de mayor gentío. 
 
Los vecinos, a izquierda y a derecha,
se ciernen sobre nosotros.
Una luz minúscula emerge
de los vecinos de la derecha
y la vecina de la izquierda
ha cerrado los postigos.

Allí se está a oscuras
permanentemente.

Se ve que han invertido en esa casa
algo de inspiración.

No han dejado piedra sobre piedra,
volcaron cemento
pusieron ventanas
plantaron puertas
para su uso
funcional.
Que haya
un techo.

Vayamos ahora al mar.
Démosle al cuerpo
lo que es del cuerpo.
La casa siempre
nos esperará
como un perro
que es feliz
cada vez que nos ve.


* Lea Nikel (1918-2005). Pintora abstracta israelí.

LALI TSIPI MICHAELI (1964, Georgia. Emigró a Israel cuando niña)
Traducción: Gerardo Lewin
Fuente: De_canta_sión
Imagen: YouTube

Nadia Adina Rose


Séptimo piso     




Nací en el séptimo piso 
El cielo azul frente a mí 
contenía todos los granos del tiempo 
como un reloj de arena al que no dieron vuelta. 
A veces los aviones cruzaban 
el cielo y goteaban 
papilla a su paso. 
Mamá decía abrir la boca .
 Por el alféizar de la ventana los pájaros se paseaban. 
Sus huellas en forma de letra ש eran la mezuzá
que el viento besaba
al entrar.
Lejos, abajo, se desplegaba
la toga de la tierra.
Yo extendía mis brazos
parar ensartarlos en sus mangas.



קומה שבע



נולדתי בקומה שבע.
הרקיע הכחול מולי
החזיק את כל גרגירי הזמן
כשעון חול ששכחו להפוך.
לפעמים מטוסים חצו
את השמים מטפטפים
דייסה בדרכם.
אימא אמרה לפתוח פה.
על אדן החלון התהלכו ציפורים.
עקבותיהן דמויות השין היו מזוזה
לרוח הנשק אותה
בדרכו פנימה.
הרחק למטה השתרעה
גלימת האדמה.
פרשתי ידיים
להשחיל בשרווליה.



NADIA ADINA ROSE
NADIA ADINA ROSE (1967, Moscú, Rusia)
Nadia Adina Rose es una poeta y artista israelí que nació en Moscú y ha vivido en Israel desde la edad de 22 años. Rose se graduó de la escuela de arte en Moscú; recibió un BFA de la Academia Bezalel de Arte y Diseño en Jerusalén, y una maestría en Arte de Beit Berl College. Artista multidisciplinaria y poeta, esculpe, pinta, ilustra libros y enseña arte. Su primer libro de poesía, "Snow Ink" , recibió el Premio del Ministro de Cultura de Israel por poetas de debut. Su libro para niños, Y luego "El rinoceronte comenzó a volar" , ha sido traducido al portugués y al alemán. La poeta ha ilustrado más de una docena de libros hebreos y participó en una veintena de exhibiciones en galerías.(En Poetry International)


Adi Keissar


Ars poética      




Fui a un evento poético 
estaba allí uno 
leyó las palabras 
con tono serio 
para que yo supiera que sus palabras eran importantes. 
Después subió una 
leyó las palabras 
con tono triste 
para que yo supiera que sus palabras eran conmovedoras. 
Después subió otro
leyó las palabras
con tono de actor
para que yo supiera que él sabe
él sabe
leer poesía.

Y todo lo que yo quería era
que ellos leyeran como si
me hubiesen llevado a una comida
familiar a casa de sus padres
y mientras todos comían
hubiesen quitado
el mantel de la mesa
haciéndolo volar así
por los aires
con todos los cubiertos.


Negro sobre negro




Con un fuerte acento me amaba mi abuela
y me decía palabras yemeníes
que yo no entendí nunca,
y cuando era niña
recuerdo
que tenía miedo de quedarme a solas con ella,
temía no entender la lengua de su boca
que seguía sonando para mí con una sonrisa,
y no entendía
ni una palabra de lo que decía
los sonidos se oían lejanos lejanos
incluso cuando me hablaba de cerca.
Una vez
recuerdo,
me compró un Prily de piña
y tras haber roto con el pulgar
la tapa fina de aluminio
y habérmelo bebido entero,
quería decirle gracias,
pero no sabía
en qué lengua.
Entonces salí a un gran jardín,
recogí una flor
y se la di,
avergonzándome
recuerdo
cuánto apuro había entre nosotras
de la misma sangre
y de dos lenguas mudas.
Lavó el vaso del Prily
en silencio
lo llenó de agua
y le puso dentro la flor que le di.

Nunca entendí
ni una palabra de lo que decía
mi abuela,
pero sus manos las entendía
y su carne la entendía
aunque no
haya entendido nunca de verdad
las palabras que decía
y ella sencillamente amaba mi pequeño cuerpo
de la hija de su hija.

A veces al corazón se le ocurren
cosas extrañas
como aprender la lengua yemení
y volver a visitarla
para pegar los labios sobre la tierra
y gritarle dentro
todo lo que había querido decirle
aquella niña


ADI KEISSAR (1980, Jerusalén, Israel)
Enlaces: Trans Reveu de Litterature | Poetry International

Agi Mishol: El marco de la puerta

Agi Mishol


Ya no tengo ese impulso

de salir corriendo como los alumnos
al oír el timbre
pero tampoco me convierto en estatua de sal
cuando miro hacia atrás
para cruzar dos veces
el mismo río.

El invierno desnudó los árboles
y la desnudez descubierta recuerda
que así es la cosa,

cada hoja que cae reconoce su culpa
se recoge en sí misma
para crujir bajo los pies del caminante.

Yo estoy descalza 
dentro de mis zapatos
desnuda
en mis ropas –
retrato enmarcado
en el marco de la puerta.

Ya no tengo el movimiento
latente en los pájaros
sólo el tiempo cuenta y cuenta
zumba a mi alrededor
como mosca que molesta.

Shai Dotan



Yo recojo tu enojo







Yo recojo tu enojo

y lo pongo en el poema.

Después lo borro

y escribo sólo  acerca de las bisagras

de la puerta del armario de la cocina

que abres y cierras

para agarrar otro cigarrillo

y calmarte los nervios.

Después lavarás los vasos

y prepararás café, fuerte,

y no vendrás a ofrecerlo , puesto que yo

estoy sentado en el escritorio,

metido en lo mío. Atento

a las bisagras que chirrían






שי דותן > אני אוסף את כעסך






אני אוסף את כעסך


ומכניס אותו לשיר.


אחר כך מוחק


ורושם רק את הציר


דלת ארון המטבח


שאת פותחת וסוגרת


לקחת עוד סיגריה


לצנן את דמך.


אחר כך תשטפי כוסות


ותכיני קפה, חזק,


ולא תציעי, שהרי אני


יושב אל השולחן הכתיבה, 


עסוק בשלי. קשוב 


לציר החורק.









Shai Dotan

Shai Dotan (1969, Eilat, Israel)

Traducción: Adam Gai

Imagen: Haaretz















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