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Carilda Oliver Labra

Carilda Oliver Labra

Declaración de amor




Pregunto si llevo razón
cuando despierto el peligro entre sus muslos,
si me equivoco
cuando preparo la única trinchera
en su garganta.
Yo sé que la guerra es probable;
sobre todo hoy
porque ha nacido un geranio.
Por favor, no apuntéis al cielo
con vuestras armas:
se asustan los gorriones,
es primavera,
llueve,
y está el campo pensativo.
Por favor, derretiréis la luna que da sobre los pobres.
No tengo miedo,
no soy cobarde,
haría todo por mi patria;
pero no habléis tanto de cohetes atómicos,
que sucede una cosa terrible:
yo he besado poco.


CARILDA OLIVER LABRA
(1922 /2018, Matanzas, Cuba)
Fuente: Fb Jonio González
Imagen en Períodico Trabajadores

Legna Rodríguez Iglesias


Cien años después    



Todavía nada aquí 
se parece a tu forma de pensar. 
La ciudad está dividida 
por una línea llamada Flagler Street 
y por otra línea llamada Miami Avenue. 
De modo que tenemos cuatro partes 
norte y sur 
este y oeste. 
Tan simple como se dice 
aunque un río
modifica el espacio.
Tan claro como se escribe
aunque un centro comercial
modifica el espacio.
La frustración de la semejanza
te convierte en enemigo.
Todavía nada aquí
se parece a tus recuerdos.
Estás en la Coral Way
apretando el botón del semáforo
para cruzar hacia allá
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en el Panther Coffee
mirándole los labios
a la mujer de la barra
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en Barnes & Nobles
mataperreando entre libros
que nunca vas a comprar
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en una estación de metro
Allapattah,
me parece
mirando en la basura
una flor de marihuana
y eso te hace
sonreír.
Estás en una oficina
de Niños y Familias
pidiendo comida gratis
junto a diez haitianos
y eso te recuerda
a un edificio en República
Dominicana
donde había diez haitianos
mezclando agua y cemento
desnudos.
Estás en la casa
de tu abuelo en Westchester
y por alguna razón
has olvidado
a esa persona.
Estás dando pedal
con el izquierdo: pedal
con el derecho: más pedal
los letreros que dicen
Little
Havana
te confunden.
Estás en la cocina
de una pizzería
poniendo tocino
sobre la masa
y eso ni te va
ni te viene.
Estás en el Jackson Hospital
sacándote los ovarios
in segura.
Alguien que amas
está contigo siempre
cada vez que te mira
bajas la cabeza.
A partir
del recuerdo original
en tu mundo original
serás tu semejante.
Alteración
y distorsión del recuerdo
en un espacio
moralmente
alterado.
Antecesor el recuerdo
y sucesor el recuerdo
no te quejes.
Todas las ciudades
están divididas
por una línea
o varias.


Hecho en Cuba 




Enfisema pulmonar para surcar el aire 
con un tenedor de acero 
y un reloj) Casio que marca 
las 12:17 minutos 
¿de la noche? ¿del dia? 
pero vo te icé primero 
para que tú me izaras después 
¿qué te importa que te ice? 
para surcar el cielo 
con un reloj Casio que marca 
las 12:18 minutos 
¿de la noche? ¿del dia? 
y enfisema pulmonar 
en cada músculo de mis piernas 
por eso dejé de correr detrás de mí 
con un tenedor de acero 
para clavarme el tenedor 
en el enfisema 
y detenernos 
el enfisema y yo 
a las 1219 minutos 
¿de la noche? ¿del día



EL GRAN ARQUITECTO



Con esta frase no me refiero a Dios
ni a mí, en particular, que publiqué aquel volumen en el año dos mil trece
con el asombroso título de La gran arquitecta.
Mi homenaje en el poema es para Oscar Niemeyer sagitario como yo del mismo día quince
del mismo mes diciembre la misma cara de yonofuí.
Para él estas palabras,
escritas como si nada sobre un hormigón armado que fue su obra y su pensamiento:
Es importante que sepas que estoy bajo los efectos de frutas desconocidas.
Hace tres días llegué a este país y quien me trajo me dijo come. También el internet se ha convertido en fruta.
Lo que te den, cómetelo.
Me veo a mí misma en una pantalla mirando una puesta que vi hace diez horas.
Se acabó el tiempo. O mejor dicho, empezó.
Por eso estoy escondida tecleando en mi habitación. Me escondo del internet y de todas esas frutas.
En la boca solo me cabe una fruta
pero ten la seguridad de que lo intentaré con dos. Lo que escribo no es fruto de la creatividad.
Es fruto de la debilidad. En la unión está la debilidad
y en la separación está la fuerza.


LEGNA RODRIGUEZ IGLESIAS
(1984, Camaguey, Cuba)
Imagen en El Tiempo

Yosie Crespo


Yo te nombro pájaro     




aquietado y diminuto 
como en las cintas imaginarias de Sherman 
en los registros evidentes de cualquier guía turística 
y en los templos 
como a un hijo que regresa de la guerra perturbado 
y hundido en el goteo de la hora en que se vuelve 
yo te nombro 
desde el futuro para que existas 
y también desde la tarde en el silencio 
y entre las letras de tu nombre 
y desde la propia vida 
y desde la decisión última 
y en la realidad de esa fantasía tirana 
que me obliga desde siempre 
y abajo con la neblina de la noche
y desde otro tiempo para nombrar tu tiempo
y sobre esa otra puerta que el tiempo dispone
yo te nombro
no sea que te conviertas en un mal irreparable
donde todo lo nocturno te pertenece
salvo en las aproximaciones al amor
y en los caminos minados de la conquista
ajeno de las sombras y de los recuerdos
en los portales y en las alamedas
yo te nombro y te miro con rigor
frente a un mundo de desiertos lleno
donde el resto de los pájaros lleva al unísono
tu nombre
lo llevo como quien entra desorientado en algún sitio
que es a la vez misterioso y conocido
te pareces a todo lo que vive
y a todo lo que tal vez sea mito en mi mente
qué puedes hacer sino atormentarme
si por todas partes sales imprevisto
así que me adhiero a tu mano de ala abierta
de caudal que avanza sin saber
qué puertos qué ecos aún no escucho
o si podía existir una mañana de sol
es decir, una palabra
es decir, polvo de alguna ventana
si acaso hay ventanas
aún no sé en qué otras estaciones
alguien nos ve cruzar
y si te encuentro, aunque por otros caminos vayas.


YOSIE CRESPO (1979, Cuba). Reside en Naples, Florida, EEUU. Poeta y escritora. Ganadora del Primer Premio "Nuevos Valores de la Poesía Hispana" (Diciembre 2011) de Ediciones Baquianas y el CCE (Centro Cultural Español) por su poemario Solárium, publicado en Abril 2012. Autora de los libros Solárium (2011), La ruta del pájaro sobre mi cabeza (2013) y Caravana (2018) en la categoría de Poesía. Primer Premio Victoria Urbano 2019 a la mejor obra creativa por su libro de poemas Estrella de ocho puntas convocado por la Asociación de Estudios de Género y Sexualidades (AEGS). Finalista del Premio Paz de Poesía 2016 convocado por el National Poetry Series de Nueva York, Primer Premio del IV Concurso Juvenil de Poesía Federico García Lorca 2011, Premio Internacional de Cuento 2010 Feria del Libro, Buenos Aires, Argentina. 
Enlaces: Círculo de poesía | Nueva York Poetry | Otro páramo | Laboratori Poesia | Ariadna
Imagen en Facebook

Albis Torres

poesía cubana


Gilmamesh    




Yo he seguido tus huellas desde hace tanto tiempo 
temo ahora (después de un siglo yendo tras tus espaldas) 
enfrentarme a tu rostro. 
No hay nada en él que me horrorice, 
entre verbenas y ortigas yace tu cuerpo en un lugar soleado. 
Nada hay en ti que espante tanto 
como esta soledad horrible que te embarga, 
pero yo la conozco, puesto que eres yo misma, 
yo, que no quise morir y preservé mi alma del daño. 
Pájaro ciego has sido, pero pájaro que volaba. 
Esclavo de todos los pecados podrías contar ahora las cosas más bellas 
y también las más terribles. 
Ahora tu corazón quiso redimirte a la soledad. 
¿Y qué espera el alma solitaria 
que voló en vertiginosa carrera hacia el abismo, encontrar en la paz? 
Ladrón que hurtabas a los niños sus pequeñas riquezas.
Todos hubieran sido nada a no ser por el último,
aquel que voluntariamente te dio las dos estrellas de tus ojos
con sus pequeñas manos.
Desde entonces, ciego de luz, andas agazapado, lejos de todos,
porque tú te has creado las distancias.
Esta calavera vacía y trágica -me dices señalando tus restos- soy yo.
Qué has de encontrar en mí más que tristezas?
Yo que siempre he querido: cuando andabas en bien, cuando transitabas
entre los dos filos agudos del mal.
Cuando enarbolabas la sonrisa  trágica o alegre, yo estaba.
Fui la hoja que violentó su caída solo para rozar tu cuerpo,
la mariposa oscura que voló largas noches
en las paredes blancas de tu cuarto.
Cuando partías en tu viaje hacia las estrellas.
Bien sabes que en mi corazón palpitaba
en una mezcla de miedo y admiración,
y con los ojos llenos de lágrimas
vi cómo te sumergías en el más horrible de los abismos.



Mamá está en el balcón




Una vez estuve enamorada.
Era un muchacho dulce,
tenía las orejas pálidas y llenas
de unas pecas que me provocaban erizamientos.
Entonces también yo era adolescente.
De esto hace mucho tiempo.
Su rostro no aparece
en los rasgos de mis hijos.
Su foto no está en el álbum familiar
y nadie lo recuerda en la mesa.
No hay una sola taza 
en la que haya puesto sus labios.
No obstante
cuando los míos se acomodan
frente al televisor
acude a la baranda
y sus manos
rozan con un poco de horror las mías
que ya no son hermosas.



ALBIS TORRES (1947, Banes / 2004, La Habana, Cuba)
Fuentes: Revista El estornudo | Un lugar para la poesía
Imagen en Pinterest

Sergio Leandro






Está corriendo por dentro 
de los ojos 
un río, 
un imparable río tremendo 
cuando veo tus pies y su andar suavísimo 
sobre este campo florido. 

Algo en mí se enciende, 
algo palpita otra vez; yo, 
que estaba en lo frío, 
que tanto tiempo estuve en lo frío y en lo obscuro 
hoy me prendo a este halo lunar 
y paseo contigo por el jardín. 

Allá abajo, 
en los inmensurables estratos 

duermen los ejércitos, sus huesos 
impulsan ardor y laten con esta luna. 

Se colma el aire de fétidas voces. 

Brindan su perfume 
las flores nocturnas. 





Hay días que llega hasta mi lecho 
el perfume del rocío, 
la finísima niebla que se alza 
corrompida. 

¿Fue por estos mismos senderos 
que marcharon los ejércitos? 

¿Fue aquí donde la caballería a galope 
llevó en los ojos el miedo hecho piedra? 

¿Fue aquí que mostró su rostro la muerte? 

Corrió la sangre en este campo, 
en el que ahora florecen 
azaleas, canolas, dientes de león. 

Observa cómo todo persiste unido: 

   Aquí vienen los amantes, 
   a descansar bajo el sol y dar voz a sus promesas. 

No hay nada nuevo en verdad, 
que siga su curso el río. 



20 



Cuán fuerte son estas olas, su revelación. 

   Aquí 
   sucede todo lo que somos. 

La noche llueve sobre nuestro sueño 
y aquí conviven todos los espacios, 
todas las respiraciones, las lágrimas vertidas. 

Esta tierra atesora: 

tanto llanto 

tanto amor 

vastísimos campos floridos 
sobre estratos y huesos enterrados 

el beso húmedo de los amantes, 
se yergue desde lo hondo de la noche. 





poesía cubana
SERGIO LEANDRO (1981,  Cienfuegos, Cuba)

"El desocupado lector que acceda al libro de Sergio Leandro atestiguara cómo el soplo de la poesía cobra vida en tanto inflexión de una voz, cómo corre en el crepúsculo o bajo la claridad lunar. Tras esos destellos será apartado de cualquier efusión sentimental, ya que en vez de producir la ilusión y la añoranza, cada verso nos despierta de ellos (“como quien deja una ñor/al cuidado de los vientos. Los poemas que componen "Hálito" se abocan a un signo concreto mediante el cual recordar algo ausente o imposible de designar en primera instancia — de manera precisa o característica — se torna desafío (“Una canción al oído,/ un corazón que rápido se agita/ debajo de estas piedras"], y en el fondo del silencio está el silencio, todos los lugares que lo incluyen al mismo tiempo, en un solo instante, perseguidos desde un solo ángulo, desde los diversos vapuleos que fluyen tan fugitivos y cuyo sentido es la perdición, la escritura por otros medios; o en casi una referencia arcaica, la mera y sencilla esperanza (“La sangre, cielo mío, nos canta")." 

De: "Hálito", Barnacle, 2022 


Aleisa Ribalta


Nucífera verdad     



 
Una flor de loto puede dormir 
pero abrirá los pétalos 
tarde o temprano 
desde y dentro del agua 
  
Toda flor de loto será cultivada 
en agua tibia y tranquila 
las corrientes pueden secar la raíz 
al ser demasiado largas 
debe siempre verse la forma 
de que no toquen nunca el hielo 
ni las abrase lo intenso 
  
Luego de cosechada será vendida 
preferiblemente a su mejor postor 
que a su vez la comercializará 
a gran escala 
  
Con la flor de loto se puede 
hacer de todo 
 
Los corazones de loto se cocinan
su sabor agrio sirve para té
sopa y arroz
arreglando los intestinos
más inquietos
 
Los pétalos del loto
son el mejor preparado de belleza
la piel, el pelo, los dientes
todo puede ser mejorado
con la esencia de la flor
el aceite y las cremas
son perseguidos por las damas
además de virilizar
el miembro de su amado
 
Las raíces de loto
cortadas como si fueran
rueda de carreta
tienen forma de tajada de limón
seca y sin semillas
fritas son las delicias
de toda mesa que se respete
en los más asiáticos confines
 
Las semillas de loto
cumplen con la tarea de empezar
otra vez este largo proceso
si antes no son sacadas
del corazón de la flor
a escondidas y para contrabandos
medicinales varios
por lo que acaban
en tazas de belleza delicada
como tisanas que (según los chinos)
pueden `aclarar el calor´
en épocas difíciles
a ciertas señoras
las mismas que no piden ya
ungüentos para el miembro
de su amado
ni calma para sus intestinos
ni tersura para la piel
ni dulzura para los cabellos
solo un poco de compostura
para que las corrientes
no lleguen a la raíz y sequen
de golpe el corazón
ya agridulce
porque del loto han aprendido
a florecer cuando ya nadie
les espera, tibias aún
y hasta dos veces al año


 

(Des)mito



 
No estaba atado al mástil
ni era sordomudo ni urdidor
nigromante ni cuerdo alucinado
tampoco yo cantaba
            especialmente bien
movía(me) sinuosa
            mecida por las olas
y puede que el vaivén
            de mí misma sin más
incitara un cuerpo calcinado por el mar
las noches a la deriva
            la soledad (en)cubierta
            por faro intermitente
 
(en)sordecida era tal vez su forma de desear(me)
algo hizo que viera colas garras alas serpenteantes
 
cantos hubo pero nada les juro que
entre graznidos y por puro espejismo
pudo haber(me) confundido con gaviotas
sin embargo hoy que todo es historia
iba a contarles que ese día
fui la mujer más fuego
que todavía llevo frescas
las huellas de manos y lengua
con que dio forma a este mito
donde el mar fue a lo sumo
attrezzo para llenar de azul falso relato
 


 

A tiras y embadurnada 

(Del libro Tablero) 

"y ahora alumbra tu oficio
con su silencio fugitivo,
en son sereno como de agua a mediodía."
Claudio Rodríguez
 
 
¡Que Catarina ésa, la Fagunda! No se lo creería ni Dios.
Decían los marineros que iban a verle los tersos muslos
¡que hembra, cómo arponea la bestia, menudas ancas
pero que pobres brazos!, ¿cómo es posible tanta fuerza?
 
Ballenas surcan los mares de Terranova,
ahí va la hija de Joao, arpón de la casa Álvarez Fagundes,
mano tibia y púber, de casi niña,
hasta que entierra dura, y el lomo sangra…
 
Dicen que la ballena herida se hunde
mientras se desangra muy despacio
que sale varias veces a respirar,
y que el soplo es tenebroso.
 
Sola entre mozos, embadurnada de aquella sangraza
con manteca, dentro de una chalupa que se bandea
y se va a pique. Toda vida de mar es sin garante, dice el padre,
y lo sabe pues está a punto de sucumbir en un charco rojo. 
La Fagunda cierra los ojos, entierra más,
piensa en los tres hijos que un día tendrá,
en cuántas bocas pueden comer de una tira de carne,
en el aceite de la cámara que necesita más lumbre,
en su padre que viaja de punta a punta
del océano fundando islas con su nombre. 
Cierra los ojos porque sabe que la derrota
es del que suelte el arpón
esta vez no será ella, se dice, a oscuras…
sola con la voz de un poeta del que le separan siglos.
 
Como soplo de ballena, indescifrable
vuela en el tiempo el mejor consejo
a la niña asustada que todavía es:
"Y no mires al mar porque todo lo sabe
cuando llega la hora”.
 
 

 

Astro jodedor

 
                                                                                   Para Alejandro Fonseca, in memoriam.
 
 
Y ahora, ponte el sextante al lomo
 que no te faltarán constelaciones.
 
Puesto a catalogar
no te querrás perder,
agarra brújula y azafea
y llévate una caneca
de aquello, por si acaso.
 
Sé que no puedes ni nombrarlo,
pero un día es un día.
Date el buche y pa’abajo.
Anonimemos eso.
 
Te advierto: las estrellas son novias
curiosas desde su propio azoro ante la nada.
Qué haces aquí y por cuánto tiempo
estarás, qué fue lo que te trajo,
caramba, cómo fue que caíste. En fin,
ese tipo de cosas que una estrella pregunta.
 
Tú no abras boca y contempla,
déjalas, feliz, inquisitarte el alma.
 
Sin prisa, enfoca el equatorium,
presume por vez primera de astrolabio,
sácales de remate un buen torquetum
despampanante y en desuso,
pa’ que sufran, bellezas.
 
Total, Galileo y el telescopio
se mueven ya patentados.
 
¡Ah! pero en eso de divisar
los golpes en la sombra, el cielo amplio,
el tiempo deslumbrado y tu ínsula
(de dónde va a ser) del Cosmos Barataria,
no te ganará nadie la pelea,
viejo poeta socarrón,
astro jodedor maldito,
hoy por la estela
de ti mismo
rejuvenecido.
 
 



poesía cubana en El poeta ocasional
ALEISA RIBALTA
(1971, La Habana, Cuba). Reside en  Suecia desde 1998. Es poeta, traductora y   coordinadora cultural. Ingeniera de profesión, se desempeña como docente de asignaturas técnicas y no directamente relacionadas con la literatura como: Diseño de Interfaces Gráficas, Diseño Web y Programación de Aplicaciones. Ha publicado Talud (Ekelecuá Ediciones, 2018), un primer poemario que apareció ese mismo año traducido al catalán en edición bilingüe Talús / Talud (bokeh, 2018) y Tablero (Verbo(des)Nudo, Chile, 2019). Tiene en preparación los poemarios Cuaderna, bao y regala y Poemas Intersexuales.

Colabora asiduamente en revistas como Animal Sospechoso(España), Conexos(USA) y Verbo(des)nudo (Chile), con artículos y traducciones. También han aparecido publicados poemas suyos en Revista Humo(México), Le folie (Argentina), Mimeógrafo (México) Kokoro (España) y Nagari(USA). Ha participado en las antologías Poesía escrita por mujeres (Verbo(des)nudo, 2018) y Todas las mujeres (de fulanas y menganas) (Fundacionarte, 2018). Coordina La libélula Vaga, un cuaderno digital donde se promocionan autores de todo el mundo.
www.lalibelulavaga.com

Rodolfo Häsler


Visión del Pastroudis     


A Manuel Forcano, en Alejandría 


No queda apenas nada dulce sobre la mesa 
o multiplicado en el vacío de los espejos, 
la atención del camarero es todavía más oscura 
de lo que la realidad puede tolerar, 
pasan las horas y nada se mueve en el establecimiento, 
sólo en la terraza se vuelve insoportable el color azul 
y la aspereza del salitre se propone perderte. 
Mastica la carroña que tanto te nutre 
y que un viejo arrincona en la esquina del inmueble.
Todo por el precio de un pensamiento.
El evangelio de la misericordia está en tus manos
para poder encarar tanta ruina, el cambio de nombre
de las calles, el letrero que ennegrece un alfa y un omega
y una dirección donde apenas se ve.
No queda nada azucarado sobre el velador,
derrotado presente que huye en la distancia,
no busques nada, no observes, no intrigues más,
arriba se balancea el recuerdo, el cuerpo desolado
que baja en una nube. Su sombra te está esperando.



Devastación del hotel Packard


para Soleida Ríos


Las coordenadas marcan un punto
sobre un mapamundi arrugado,
hay que insistir, dice el que siempre recuerda,
hay que golpear el picaporte, pasar
el umbral de la ciudad difunta,
lo que el descuido arrasó
va y se convierte en adorno,
una construcción inclinada
que conserva su color amarillo,
la palabra inquietud no es suficiente
y resbala por el lomo de un libro
del poeta remendón
Lorenzo García Vega: Devastación del hotel San Luis,
una babosa  se acurruca en su textilandia
para contar lo inesperado,
pero nunca aceptarías, por eso te vas,

te agota tanta promiscuidad,
es posible trepar a un gran árbol
y chapurrear la lengua de un pájaro,
el hotel es hambre y devastación
donde escupir la esponja de la sed,
tontear frente al hocico del lobo,
lengua de lobo, la lengua feroz
encerrada en una cajita,
en una gaveta de escritorio
en mi habitación del hotel Packard,
pero no conviene forzar la voz,
sobran palabras,
balbucear, silencio,
bienvenido seas
a cualquier lugar.




Rodolfo Häsler
RODOLFO HÄSLER
(1958, Santiago de Cuba, Cuba. Reside desde niño en Barcelona, Cataluña, España) 


Fuente: Isliada
Imagen: Poes Art




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