Legna Rodríguez Iglesias


Cien años después    



Todavía nada aquí 
se parece a tu forma de pensar. 
La ciudad está dividida 
por una línea llamada Flagler Street 
y por otra línea llamada Miami Avenue. 
De modo que tenemos cuatro partes 
norte y sur 
este y oeste. 
Tan simple como se dice 
aunque un río
modifica el espacio.
Tan claro como se escribe
aunque un centro comercial
modifica el espacio.
La frustración de la semejanza
te convierte en enemigo.
Todavía nada aquí
se parece a tus recuerdos.
Estás en la Coral Way
apretando el botón del semáforo
para cruzar hacia allá
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en el Panther Coffee
mirándole los labios
a la mujer de la barra
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en Barnes & Nobles
mataperreando entre libros
que nunca vas a comprar
y eso no te trae
ningún recuerdo.
Estás en una estación de metro
Allapattah,
me parece
mirando en la basura
una flor de marihuana
y eso te hace
sonreír.
Estás en una oficina
de Niños y Familias
pidiendo comida gratis
junto a diez haitianos
y eso te recuerda
a un edificio en República
Dominicana
donde había diez haitianos
mezclando agua y cemento
desnudos.
Estás en la casa
de tu abuelo en Westchester
y por alguna razón
has olvidado
a esa persona.
Estás dando pedal
con el izquierdo: pedal
con el derecho: más pedal
los letreros que dicen
Little
Havana
te confunden.
Estás en la cocina
de una pizzería
poniendo tocino
sobre la masa
y eso ni te va
ni te viene.
Estás en el Jackson Hospital
sacándote los ovarios
in segura.
Alguien que amas
está contigo siempre
cada vez que te mira
bajas la cabeza.
A partir
del recuerdo original
en tu mundo original
serás tu semejante.
Alteración
y distorsión del recuerdo
en un espacio
moralmente
alterado.
Antecesor el recuerdo
y sucesor el recuerdo
no te quejes.
Todas las ciudades
están divididas
por una línea
o varias.


Hecho en Cuba 




Enfisema pulmonar para surcar el aire 
con un tenedor de acero 
y un reloj) Casio que marca 
las 12:17 minutos 
¿de la noche? ¿del dia? 
pero vo te icé primero 
para que tú me izaras después 
¿qué te importa que te ice? 
para surcar el cielo 
con un reloj Casio que marca 
las 12:18 minutos 
¿de la noche? ¿del dia? 
y enfisema pulmonar 
en cada músculo de mis piernas 
por eso dejé de correr detrás de mí 
con un tenedor de acero 
para clavarme el tenedor 
en el enfisema 
y detenernos 
el enfisema y yo 
a las 1219 minutos 
¿de la noche? ¿del día



EL GRAN ARQUITECTO



Con esta frase no me refiero a Dios
ni a mí, en particular, que publiqué aquel volumen en el año dos mil trece
con el asombroso título de La gran arquitecta.
Mi homenaje en el poema es para Oscar Niemeyer sagitario como yo del mismo día quince
del mismo mes diciembre la misma cara de yonofuí.
Para él estas palabras,
escritas como si nada sobre un hormigón armado que fue su obra y su pensamiento:
Es importante que sepas que estoy bajo los efectos de frutas desconocidas.
Hace tres días llegué a este país y quien me trajo me dijo come. También el internet se ha convertido en fruta.
Lo que te den, cómetelo.
Me veo a mí misma en una pantalla mirando una puesta que vi hace diez horas.
Se acabó el tiempo. O mejor dicho, empezó.
Por eso estoy escondida tecleando en mi habitación. Me escondo del internet y de todas esas frutas.
En la boca solo me cabe una fruta
pero ten la seguridad de que lo intentaré con dos. Lo que escribo no es fruto de la creatividad.
Es fruto de la debilidad. En la unión está la debilidad
y en la separación está la fuerza.


LEGNA RODRIGUEZ IGLESIAS
(1984, Camaguey, Cuba)
Imagen en El Tiempo

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