El último paso
Una vez fui un diminuto grano
de fuego ardiendo en la orilla
del día, y esperé en silencio
hasta que el amanecer me liberó
para trepar hacia la luz.
Aquí, en el brillante huerto,
las naranjas de piel gruesa
dormitan en la luz invernal,
las rosas tardías rasgan el viento,
y la sangre llueve en
los prados de hierba invernal.
Creía que encontraría a mi padre
y mano a mano mediríamos los pasos
de la vida de un niño, creía que el aire,
cristalino en torno a nosotros, sostendría
sus palabras hasta que devinieran
yo, y jamás caerían en el olvido.
Creía que la lluvia estaba lejos
bajo otro cielo. Creía
que para hacerme hombre
solo hacía falta esperar, y los años,
acumulándose lentamente, me llevarían allí.
Me llevaron a otro lugar.
La higuera torcida, el almendro,
aún sin su corona blanca, el lento
serpenteo de la vid alzándose
al cielo nos acompañan
por un tiempo, pero nada recorre
el camino entero. Ni siquiera el caracol que
se desbaba a muerte sobre una piedra plana
o el pequeño gorrión que cae del
nido y destella entre la hierba amarilla.
El último paso, como la llegada,
es solitario, en la oscuridad y sin canción.
THE LAST STEP
Once I was a small grain
of fire burning on the rim
of day, and I waited in silence
until the dawn released me
and I climbed into the light.
Here, in the brilliant orchard,
the thick-skinned oranges
doze in winter light,
late roses shred the wind,
and blood rains into
the meadows of winter grass.
I thought I would find my father
and hand in hand we would pace off
a child’s life, I thought the air,
crystal around us, would hold
his words until they became
me, never to be forgotten.
I thought the rain was far off
under another sky. I thought
that to become a man I
had only to wait, and the years,
gathering slowly, would take me there.
They took me somewhere else.
The twisted fig tree, the almond,
not yet white crowned, the slow
tendrils of grape reaching
into the sky are companions
for a time, but nothing goes
the whole way. Not even the snail
smeared to death on a flat rock
or the tiny sparrow fallen from
the nest and flaring the yellow grass.
The last step, like an entrance,
is alone, in darkness, and without song
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