CRUZAR de orilla implica
soltarse
de un borde seguro.
Transitar la incertidumbre.
Dejarse mecer.
Volver a aferrarse.
Una cama también puede ser una orilla.
PERCIBIR el esternón
en toda su potencia.
Percibir el esternón
en toda su vulnerabilidad.
Relajar la mandíbula
sujetar las riendas de la lengua.
Percibir el aire en la exhalación
antes que la emisión
se vuelva sonido.
Aprender
a decir menos
a decir menos
a decir.
Inesperado
el abrazo como trueno
como rayo
como un alud
no dejó casi nada:
el agua enrarecida
la tierra yerma
sólo el amor
como fósil
debajo del barro
LAURA FUKSMAN (1970, Buenos Aies, Argentina)
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Imagen en Facebok
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