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Ignacio Uranga: Quizá mañana al fin

The Cove, poesía, delfín


UNA invitación a música celta mi Outlook acumula, lanzamientos 
del FCE, promociones, la reconfiguración de arribos y despegues 
de LAN y Copa Airlines, alguien adjunta un cable para que vea 
al sirio-kurdo Aylan Kurdi dormido en la costa del mediterráneo 
remera roja, pantalones azules: plegaria, mil niños dormidos 
que no están: para siempre entera se apagó la infancia en el mundo: 
además noticias de que la civilizada Europa cierra las fronteras: acaso 
no recordarías mi nombre siquiera, y en tal motivo, Daniela, no diría 
en mi Outlook “Daniela” nunca, pensaba, mientras escribía un ensayo 
sobre el mandamiento primero no matarás y la demanda de amor 
en el rostro del otro, el tuyo, por ejemplo, cara a cara pensándote 
esta madrugada en que suena cansable el teléfono y alguien 3:55 am 
pregunta qué, si no hay sueño: nombró melatonina, neurotransmisores 
ritmos circadianos, parámetros y niveles, hipótesis bioquímicas: 
entre tanto, Erlösung, pensaba, de Walter Benajmin, incomprendido 
viejo Walter, en un cuarto que pagó de Port Bou y la dosis de morfina 
contra la Gestapo: Erlösung para el ensayo sobre versos de Ernesto: 
liberación, en dimensión política; redención, en la teológica: 
Erlösung dije la noche del 30 de agosto después de que fueras 
sobre escena una tal Amelia, por Federico escrita en la dictadura 
española ejecutado, mientras el principio de esperanza (Hoffen) 
en mi Outlook, lleno de tantas otras cosas, cosas graves, tan graves 
tal cual la gravedad de aquello que Mushtad contó a Dios inexplicable 
lo que es capaz de hacer el hombre al hombre, al niño incluso: soñaba 
entre tantas salvas de artillería, esperanzado, aparecieras, apareciera 
una palabra al menos, sincera tu palabra, fuera de escena o un set 
sin producción de maquillaje, imposible recordar tu palabra sin 
también recordarte, Daniela: dijeras acaso alguna tarde, una tarde 
cualquiera, algo que haga un momento, una pausa, algo que dijeras 
para estos días, días de vida, tuyos y míos, desde luego, en los que 
no estarás, lo sé, Daniela, pero sí estarás, semejante a una palmada 
de Ibis Escarlata, esos pájaros tropicales con la ternura de ir en V 
a los manglares de Isla Trinidad, ya cerca la noche, con frío, semejante 
la escena a tus cuadros estilo Paul Klee, a momentos Marc Chagall: 
algún día, un día cualquiera, quizá mañana al fin, en que no estés pero 
también estés, porque sé que no estarás, pero imposible de pensar 
tu palabra sin pensarte a vos: estarás entonces, seremos La Promenade 
de Chagall, alguien por irse de la mano de alguien para no irse, y 
otra vez tu mano, entonces, Daniela, que no tomé el pasado 30 
cuando dijiste más de una vez tenías frío, la escena era El Muelle 
de Bercy ahora, porque en los muelles, verás, alguien parte sin mano 
alguna que retenga, aunque no estés, pero sí estés, Daniela, porque 
imposible de pensar tu voz, el 30 último de agosto, sin pensarte ahora 



THE Cove mostró la caza anual en Taiji, Wakayama, Japón 
y el reporte arroja una cifra de 25 mil delfines y marsopas 
por la industria de cetáceos nacional cazados: la captura 
en Taiji del cetáceo se hizo triste y sencillamente acreditada: 
muestra ahora la pantalla en el Whale Museum de Taiji un 
ejemplar cautivo de inia geoffrensis, delfín rosado: Taiji Whale 
Museum, conjuntamente con la Universidad de Ciencias Marinas 
y Tecnología y el Instituto de Investigación de Cetáceos, Tokio 
ambos, circularon el pasado marzo un estudio sobre el caso: 
es albino en verdad este cetáceo, y el sistema tegumentario 
no torna rosa por cromatóforos ni bio luminiscencia alguna: 
es delgado y entonces claro se divisa la fluencia de la sangre: 
Lori, neuroanatónomo de la Universidad de Emory, Atlanta 
asegura el delfín es tan inteligente como el hombre, sin embargo 
agoniza la especie: masivamente están muriendo y no obstante 
30 mil al menos en Japón habrán de morir el próximo semestre 
visto esto en la pantalla del Centro de Día en Constanza, Rumania 
donde un niño abandonado preguntó cómo duerme el delfín: 
sobre la estela de otro duerme, cercano a superficie, para vivir: 
para vivir precisa aire sobre el espiráculo el delfín dormido incluso 
y de la estela de un delfín para seguir viviendo cuando duerme: esto 
porque Ceausescu Nicolae en el ´67 intentó crecer el número de 
gentes en Rumania: fue prohibido entonces el anticonceptivo 
y creció niños desnutridos con el Decreto 770, en el abandono 
de orfanatos: Ceausescu Nicolae institucionalizó las minitransfusiones 
por anemia, desnutrición en niños de orfanatos de Rumania:seropositivo 
e infección retroviral fue el saldo en al menos 5 mil nacidos del ´87 al 90´: 
Romanian Angel Appeal se ocupó del caso y niños seropositivos son 
tratados en Sonrisa de Girasol, centros de día localizados en Giurgiu 
Bacau, Brasov, Bucarest, Craiova, Petrosani, Galati y Constanza, donde 
Vlad Ionuts preguntó, tras ver en la pantalla al Ángel rosa de Taiji en el 
Whale Museum de Wakayama, tornado rosa desde el blanco, sin saber 
en absoluto sobre el genocidio, ante la pantalla, nombrado Cici 
abandonado al nacer, mientras el Estado ha recortado el presupuesto 
por el pleno proceso de negociaciones con el FMI, Cici pregunta 
preguntó Cici por el delfín, por cómo duerme, preguntó Cici, cuando 
duerme, en el sin recursos Hospital de Virología y Enfermedades 
Infecciosas de Constanza, Rumania, y el recortante económico Estado 
con el FMI logrando acuerdos, cómo, dijo, duerme cuando duerme 
Cici preguntó por el delfín, sobre el delfín Cici dos veces abandonado 
pregunta cómo, cuando duerme, hace para vivir, para seguir viviendo 



Otros poemas de IGNACIO URANGA, aquí 
Es licenciado en Letras por la Universidad Nacional del Sur. Tradujo diversos poetas del griego, latín, francés e inglés. Publicó: El ella real (Argentina, 2009), a-letheia/ramalaje (En Danza 2012, Argentina), ramalaje (Ediciones OREM, Perú, 2013), Materna (Trilce Ediciones, México, 2013 - Viajera, 2014), entonces Daniela (ed. Bilingüe, Brasil, 2014- En Danza, 2018), lo, parcialmente, hasta entonces dicho (Ediciones Aguadulce, Puerto Rico, 2015), El hombre que no duerme (Viajera, 2021) y al grave aparecer de lo que ser ahí (Barnacle, 2021). Varios de sus poemas han sido incluidos en diversas publicaciones de Argentina, Chile, México, Perú, Cuba, España, Estados Unidos e Inglaterra; entre otras, en la revista Nayagua de la Fundación Centro de Poesía José Hierro (Madrid) y en la revista-libro Sibila (Sevilla, España). Una selección de al grave aparecer de lo que ser ahí fue incluida en la revista Casa de las Américas de Cuba. Fue traducido al inglés por Michelle Gil-Montero para la revista Review: Literature and Arts of the Americas (New York) y al portugués por Alex Simoes. Ha colaborado en la revista Paradoja (Obsidiana Press, EE. UU), en Periódico de Poesía de la UNAM (México), en Urbe Salvaje (Chile) y del suplemento cultural Ñ (Argentina) y La Galla Ciencia (España). Estuvo a cargo de la selección y prólogo de la antología de poesía latinoamericana, compuesta por poemas inéditos de poetas de todos los países de Latinoamérica. Editada en La Galla Ciencia, España.

De: "Al grave aparecer de lo que, ser ahí", Barnacle 2021 
Imagen: Nathan Ford 


Materna, de Ignacio Uranga

"Materna” es el nuevo libro de Ignacio Uranga, uno de los escritores jóvenes más promisorios de Argentina. El autor explica que su libro es un duelo ya que nace, paradójicamente, con la muerte de la madre.

Para Uranga “la muerte de un ser tan próximo a uno conlleva muertes simultáneas, genera una reconfiguración de “lo real”, de eso que te rodea y se torna extremadamente extraño”. El libro es un duelo en ese sentido, pero es también un duelo de lenguaje. Dentro de esas cosas que entran en extrema extrañeza el autor pensó en la lengua materna que le fue dada desde la infancia, en “el lenguaje como marca maternal para siempre”. Esta impresión se ve expresada claramente en uno de los poemas: “voy del betiko al für immer, del pra sempre al oblio: / exmaternado exilio ahora de esta lengua que me habita”.

El libro es una compilación de 63 poemas. En todos ellos hay una presencia fuerte de la muerte que aparece nombrada como “apagón” o “apague”. También  habla reiteradamente de lo “incontrastable”. Aquí Uranga se remite a Freud cuando éste se refirió a la partida definitiva de un ser amado como “intransferible e incontrastable”.

El final de los poemas en “Materna” se hace esperar, pues para este poeta es en los versos largos donde más se puede trabajar la estructura rítmica.

El prólogo, del reconocido poeta Juan Gelman, revela su admiración al joven escritor. “Este es un libro de amor, lleno de hallazgos veloces que sólo un poeta excepcional puede encontrar. Amor a la madre fallecida, sí, amor a una mujer perdida, sí, pero ante todo amor a la palabra…Uranga inaugura un camino inédito en la poesía de nuestro tiempo, bebe de poetas griegos y romanos de la antigüedad y les da un significado otro”.

  Ignacio Uranga  es también autor de los libros “El ella real”, obra seleccionada en la Convocatoria Nacional Ediciones en Danza 2012 y “Ramalaje”. Varios de sus poemas han sido publicados en reconocidas revistas literarias como Nayagua y Sibila.

Materna, colección Tristán Lecoq, 2013

Enlaces:  http://elpoetaocasional.blogspot.com.ar/search/label/Ignacio%20Uranga
Fuente: www.cronicajalisco.com

Ignacio Uranga, un poema inédito

Ignacio Uranga


el cardio a 125 por minuto, sin nexos causales
aparentes con el THS explorado solo: lectores
luego específicos interprétanlo estrechamente
a lo sistémico nervioso vinculado, al plexo y
algo como alma arrugada por diversos duelos:
simulan duelos varios arrugando, triste el alma
hasta que danse miligramos a calmar... en píldoras 
inhibirán, habrán de inhibir lo triste en lo adentro:
un punto pretencioso que sutura, tan dulcemente
la facultativa joven, que mírame, amor, y veo: amor
hay en lo que veo cuando mírame la que faculta
y urde el punto sobre el tajo a unir las partes en que
fue tocado en lo sanguíneo un vaso: naturalmente
hemorragia a calmar, y más facultativos expectantes
del rojo en su fluir: tan sáfico tiémblame el cardio
en rayas dadas a leer: 115 la frecuencia en suba aun
tras prescriptas tomas de sustancias a estabilizar
el sáfico cardio, la facultativa escritura, los pálpitos
de límites que traspásanse: ha traspasado este cora-
zón el facultativo límite prescripto, aun tras propias
estipuladas tomas a calmar facultativas, pues búscase
calma, buscamos calmas que facúltennos ante la tala
de bellos avistajes coloridos y facultativos que léenos
en negro el cardio, técnico escrito en gramma erudita
y dícennos que lo sistémico, que el plexo, lo nervioso
afecciones afectando lo sistémico nervioso, el cardio
el plexo, y grammas tecnológicas dícennos que han
perfecto interpretado al corazón: no el THS en menor
dopaje fue el causal de nervios afectados en lo relativo
a lo sistémico central y aceleros pálpitos que lo soportable
exceden del que vive y pretende vida con el cardio intacto:
urde la ciencia palabras a calmar el pulso, aduce el número
alto es periférico pálpito en lo cardíaco incluso del que sábese
incansable buey y sin embargo niño aún: y grammas eruditas
dicen 130 el cardio e inducen directos agonistas en el centro
en lo central nervioso tristemente expuesto, pues sáfico tiembla
al punto el cardio, un sudor se expande como fuego bajo piel
y es miedo lo que hay, tal quien se halla a punto del apague
la voz se quiebra, íntegros tiémblanle lo psíquico, lo sárquico:
punta entre la sangre dulcemente la facultativa joven, cierra
naturalmente el tajo solo aproximado: no palabras, sólo ciencia:
continuó en su asedio el tajo, rojo fluir en su discurso lateral
abierto tajo por el que incluso agradecí el nuestro pan de cada día
el plato que abriome un tajo profundo hasta el vaso de lo sanguíneo:
informes de la ONU a la FAO a nivel mundial, un estudio presentado 
en la sede central de Roma: Graziano da Silva sostiene los insectos
son recurso desperdiciado: “Comer insectos” es la campaña de la ONU
la lucha contra el hambre en el mundo: 2.400 millones de personas-
un tercio de la población mundial- continuará en 2015 sin agua potable
informan UNICEF y OMS: doy gracias, Padre, hoy por esta hemorragia
por el violento plato, sí, que ábreme también los ojos, también el alma


Enlaces: Ignacio Uranga

Ignacio Uranga, dos poemas inéditos


Ignacio Uranga y Juan Gelman



SI hubiéramos al menosa yer asumido que
no es que fuera el desencuentro de las partes
las nuestras, en sí desmedido sino que guardaba
la proporción posible, pero en relación a hechos
en tiempo y espacio alejados del vínculo, el nues-
tro: no hubiera venido, entonces, después de quince
o veinte años, a dar con esta imagen que logra hacer
que entienda el por qué de la mínima esfera desde
la que es ordenado el diseño previo al armado: dieci-
siete árboles en relación de profundidad, nomás que
pasto a cada lado: imaginaria al medio de esta lámina
una línea, vos del lado izquierdo, simbólicamente el
corazón entonces, al otro lado ella, de un tono que no
coincide con el de otro tiempo: vi el rojo casi negro
esta misma tarde, de la sangre bajando por las piernas
a fuerza de golpe, anunciando terminado el embarazo
y una mujer, por el oro, de la edad tercera, en el suelo
jurado con amor hace años, madre de dios, ante el altar:
vine a comprender también el estatuto azulado que
adquieren las cosas a lo lejos: no vi la imaginaria, y
es que hay, sí, la tal línea, pero doble, paralela y con
andenes: si hubiera al menos estado a nuestro alcance
asumir las dimensiones propias de la historia, o bien
que irreparablemente fuimos un fracaso, pero bello
al fin: seríamos dos en este cuadro, probablemente
hundidos en una intermitencia, y no tan sola vos ahí
hacia lo que, fundido con lo azul, pareciera algo como
una cumbre: vos marchando, Caroline, hacia donde fuga
el paisaje, donde cerro, pino y piedra, sin solución de
continuidad, se ven, sin embargo, a misma altura, juntos




UN coral de arrecife en el miocardio, quie-
bra mi corazón mío, el tuyo es lejos, fuera
el cauce natural de las crestas por la luna:
estúpida luna tuya empolvada sobre el vidrio:
autoexitada en respiros fraccionados, picaste
ese cielo a vaciar implorado por Auden, ingrato
Wystan Hugh: qué hará la infancia acaso sin
luceros: mínimos detalles del amor arrastran
ya no correspondido al sinsentido: en tal pena
quien ruegos hizo al éter abisal envolviéranle
sus bellos y no menos útiles fulgores de ritmo
circadiano, no pensó, no pudo, el frástico “para
siempre”: desmonta sol y mar la escuela literaria
perdidos ejes cardinales, implora masiva la tala:
hubo acá el tamborileo sordo, la exhumación en
pleno duelo tras errores y remedos: importaron
nada en absoluto los aviones ni pensamos escribir
mensajes en lo alto habiendo visto, no de lejos un
tan impersonal black out level one, intempestivo
salir de los obreros y empresarios que evalúan el
petro-dólar cada instante, sino el súbito apagón
de lo que fue también mi norte-sur, doble tajo
oscuro de noche, Materna, hoy, abierto del alma


Enlaces: IGNACIO URANGA
De: "Materna", inédito. 

Ignacio Uranga, Como un portazo..., un poema inédito




COMO un portazo, como un golpearse fuerte de
la puerta: eso que al parecer era la puerta y que
al cerrarse decididamente como una puerta con
violencia clausuró un espacio: lo que era, lo que
parecía ser aquel conjunto sólido, aquella masa
con la que estaba, con la que parecía estar dis-
puesto el cuadro del que incluso también yo era
parecía ser, parte: la pared, el piso mismo donde
estábamos, donde estuvimos, donde parecimos
estar de pie: me refiero a mí y a ese ella tan
ambiguo hoy, que antes identificaba con una voz
y unos ojos respectivos: ese complejo de datos
ese compuesto de materia al que aporté, lo confieso
más de la cuenta: más de mí que de vos, Caroline
y que di en llamar Caroline: este dispositivo absurdo
casi tan vacío como tus gestos de ternura: después
bajar los párpados, mis párpados bajados para que
lo compacto, lo homogéneo en apariencia, empezara
a resquebrajarse: esta torpeza tuya en el proceder
Caroline: tu optar por el mar cuando dijeron cáncer:
se dio vuelta, en efecto, el viento: nombrarte
intentar nombrar esa imagen sustitutiva y difusa
tanto a lo real como al engaño, abiertamente receptivo:
detrás de la enramada ella: de blanco a media noche gira
de pies en punta, como si el fondo se mezclara: sonríe
va hacia el precipicio a pocos metros: es sin serlo: algo
en la mirada, el modo delicado: repito: iba yo embestido
por la fronda húmeda del trópico, sin embargo: era fuego
esa lluvia sulfurosa: el sol cayendo de a pedazos: repito:
se acercaba a la caída y era otra siendo ella: diseminaba
oscuros puntos sobre el aire y se alejaba: de sus manos
volaba al mundo esa horda negra: sin haber caído, a media
madrugada irrumpe un grito, devolviéndonos a otra faz:
Caroline diciendo: era vertical el mar inmenso y se venía:
– a lo largo de los años en sueños cada noche se repite –
un oleaje indetenible arrasaba en oscuro plenilunio, una
catástrofe masiva: ese mar que me llevaba y vos aparecías
entre paredes blancas diciendo de rodillas algo como “cáncer
sin rastro alguno ya de oxitocina, siquiera restos
no de lo que hubo o fuimos, sino incluso de nuestro
posible más violento finalmente hoy llevado a cabo:
y este destello, ahora, de luz irreversible: vos en el mar
yo contra veinte milímetros, Caroline, de cáncer pulmonar:
llueve en esta parte de Bahía y es inútil la tarea de pensarte:
tu cuerpo ahora imperfectamente sobre la arena, como una
metáfora tus ojos cerrados y música de fondo, no para tapar
el brillo que alto ardería en el iris, ni es que haya en tu cora-
zón culpas que cubrir: es sólo el cuadro de tus modos, tus
típicas maneras en el tránsito: el caso es que mi lado no es
tan otro: doble también - ante tu escena - la noche de mis
ojos: aturde el ruido en esta tanta necesidad de permanecer
no diré: fluye suave hasta que mi canto finalice
ni veo el muro de Saint Magnus Martyr ostentar
su esplendor de blanco y oro jónicos: esto no es
el dulce Támesis: es Bahía Blanca, Buenos Aires:
una ría destruida por la zona petroquímica, y ahora
cáncer acá en los pulmones y asma en la infancia: da
la ría, sí, a la mar, pero ella misma también es el morir
gente que espera, un mínimo decorado de plantas
revistas sobre el vidrio de la mesa, telas ajustadas
donde hubo cabello: pareciera el color un modo de
resistir al claro hospitalario: acorde a las paredes
hay también un hombre: no fue un mal sueño esto:
es la clínica y está de pie el oncólogo: C. P. : grado
cuatro: (en números) 4, (en letras) cuatro: no queda
ningún margen para interpretar: fue a quemarropa
sin clase alguna de piedad: fue todo miseria, de un
pleno vaciado afectivo: no habrá tampoco ningún
cuerpo azul, lleno de grasa y sangre llorando al ver
el mundo: 200 mg en píldora de una toma rasparon
el óvulo alojado: fue íntimamente abrasivo, a destajo:
en veinte milímetros anunciando el sonido algo como
etimológicamente una metáfora nuestro amor: va ella
ahora haciéndose hacia el mar, haciéndose a sí en su
hacerse hacia el mar, hacia la arena del centro turístico:
vendrá, Caroline, entonces la muerte y no tendrá tus ojos
va a sonar en días el teléfono: será tu voz, Caroline
entrecortada por llanto tu voz diciendo fue posible.
Va a sonar el teléfono en días, levantaré la tapa, será
tu voz, hará sonidos acerca de un sueño para siem-
pre y estallará en lágrimas. Va a sonar en días tu voz
dirá lo más cercano a para siempre: el bello, el más
bello espacio construyendo tu voz con palabras: pero
va a sonar al teléfono en días tu voz informando que
mifepristona 200 mg fue por suerte a tiempo, las pa-
redes están ahora rotas del endometrio, y no hay nada
de qué ocuparse: dejará de sonar tu voz y va a quedar
todo como una mera falla que no deja, ni de un lado ni
del otro, nada, absolutamente nada que pueda crecer
todo podría haber quedado sencillamente en el
blanco del comienzo: pero esta insistencia, este
filtrarse como en sueños: cada mundo posible de
mi lengua materna está comprometido: los motivos
fueron íntimamente personales: el hecho es que
fue nuestra la voluntad de traer hasta nosotros la
miseria más propia: a consciencia clara hicimos
esa basura de diciembre: y ahora este destello
Caroline, de luz irreversible: así en tu cielo como
en el mío hay pájaros repartiéndose, pero es cívico
el que habito y ninguna ave marina va a cruzarlo:
la verdad hoy son tus huellas, el agua que va leve
a morir en la costa: tu andar entonces es el reverso
la mitad del corazón que exige alejarse de noticias
en las que va a aparecer no sólo la palabra sino el
cáncer mismo, diseminado ya de los pulmones a
la totalidad del organismo: la otra mitad fue mera-
mente imaginaria: tu posibilidad fue sólo un centro
turístico: ciento veintiséis kilómetros al norte de la
clínica y ni una palabra para regresar de esa imagen


poemas inéditosIGNACIO URANGA (1982, Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
De: "Ramalaje" (inédito) 


Ignacio Uranga: Barocco

En esta imagen se ve a una persona vestida de manera formal, con camisa blanca y chaleco oscuro, de pie frente a un edificio que tiene ventanas con barrotes. La escena transmite un aire sobrio y algo urbano, como si fuera tomada en un momento cotidiano pero cuidadosamente presentado.


Anulado



21 hs Buenos Aires: canal 58: la chica del momento
sobre las costas de Méjico en una lujosa habitación
que exige el caso, con vistas al mar bebe un zumo de
frutas especialmente traídas del corazón del Amazonas
para que la dieta no opere en contra del paradigma de
belleza: es la manera completa de hacer entender, fijar
y calar hondamente la doctrina: el medio para distribuir
y alimentar con el actual parámetro de la estética
mentes estacionarias: barroco: la etimología es muy
oscura: en cualquier caso no hay duda de que su origen
oscila entre la palabra portuguesa barroco con que se
alude a determinadas perlas de forma irregular, y
barocco, nombre con que los escolásticos designaban
una de las figuras del silogismo: al mismo tiempo nos
sentimos animados de otro impulso que nos mueve en
sentido horizontal hacia lo terreno, la realidad, hacia lo
humano: no podemos quedar indiferentes al descubrir
bajo la vestidura del estilo el íntimo drama que vive el
hombre de la época: supone sentir en carne viva la
angustia de lo humano, porque el tema por excelencia
del barroco es el desengaño, el sueño opuesto a la vida
la máscara a la verdad: luego reconocemos no ya una
nueva manera o técnica sino una nueva estética, de un
distinto concepto del objeto artístico radicalmente
contrario al ideal clasicista de belleza: esto: 47 emisoras
abajo: canal local: el mundo en directo: en los basurales
del chaco argentino despreocupados del marketing y de
las cámaras de televisión hombres y mujeres disputan el
menú por la salvación de la vida individual: el grito del
barroco: el grito de la naturaleza desordenada: los del
canal 58 leen estas imágenes desde la pedagogía de un
jesuita del siglo XVI, padre Bonifacio, que refería sobre
la recepción del planctus mariae: lo de los desmayos
hay que interpretarlo piadosamente diciendo que son
meras hipérboles que no tienen otro fin que el de
exagerar la grandeza del dolor(…)para que los niños
y la gente ruda puedan de alguna manera sentir lo que
padeció al pie de la cruz: barroco: conciliación de
opuestos: partes que la única proporción que guardan
es la oposición: cadena televisiva: barroco siglo XXI



IGNACIO URANGA
 (Bahía Blanca, Argentina, 1982)

De:www.elellareal.blogspot.com
Imagen:lanueva.com

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