Otitis
Cuando me perforaron los tímpanos
a causa de una otitis crónica
viví durante un tiempo debajo del mar;
un submarinista extraviado
de regreso al cielo.
La gente me hablaba y yo no respondía.
Las montañas parecían más azules.
Al salir del trabajo
paraba el auto al borde de la ruta
y fumaba mirando las nubes.
No escuchaba el tráfico
ni los tractores horadando los campos.
Los árboles eran más verdes.
Pensaba en mi padre.
Nunca nadie había pensado en él
en aquel lugar tan lejos de su tumba.
Después volvía al auto, lo ponía en marcha
y regresaba al camino.
En el asiento trasero mi padre
hablaba durante todo el trayecto de vuelta,
pero yo no podía escucharlo.
Mis oídos estaban llenos de su muerte.