La vida por delante
Mi perro
es un cachorro
incapaz de intuir
que no ha venido
para llevarse la vida
por delante.
Parece feliz,
ajeno a la necesidad
de tomar partido
en lo que sucede
en la plaza Maidan
o en Tahrir
o en el penúltimo desahucio.
Mi perro
ha destrozado
las muñecas rusas
que traje de Moscú.
Da la impresión
de que no le ha extrañado
que al final del misterio,
tras la última matrioshka,
no hubiera
nada.
Esta es mi generación
¿No veis que siempre acabamos haciendo todo aquello que queríamos evitar?
Agustín Sánchez Antequera
Hubo muchas noches
en los años setenta.
Los chulos de barra
se llevaban a todas
de calle.
Ahora ocupan localidad
con los héroes de Woodstock.
Es lo que tiene el tiempo,
que pone a cada cual en su lugar.
A mí me ha dado por pensar
que soy Ringo Starr,
que se ha muerto Paul
y que tengo la responsabilidad
de ser el último Beatle vivo.
El último y el más malo,
como le pasó a Alberti
con la generación del 27.
Fuente: El sastre de Apollinaire
Imagen en El sastre de Apollinaire