Yusef Komunyakaa | El poeta ocasional

Yusef Komunyakaa


Nunca sabemos    




Se tambaleó por un momento 
entre la hierba alta, como si estuviese bailando 
con una mujer. Nuestros cañones 
se pusieron al rojo vivo. 
Cuando me acerqué,  
un halo azul de moscas volaba sobre él. 
Cogí de sus dedos
la foto deteriorada.
No hay otra manera 
de decirlo: Me enamoré. 
La mañana empezaba a clarear,
menos para un mortero lejano
y para algunos helicópteros que despegaban
                    en alguna parte.
Le metí la cartera en el bolsillo
y le di la vuelta para que no siguiera 
besando el suelo.


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De: "Dien Cai Dau", Valparaíso Ediciones
Imagen: thedocumentarygroup.com


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