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Judith Mok: En un muelle de Chile alimentando a los pelícanos

Poeta y soprano holandesa con abrigo marrón sobre un fondo gris con vetas

Mother     


for Cliodhna Ní Ríordáin 

When mother died 
We opened the windows 
To let her time freeze up in the cold air 
Listening to the Brahms Requiem, I sang along 
That all flesh is ash, ash in her coffin. 
Inadequate machinery took it rattling down.
We heard a hollow sound in our silence
Driving through the polder,
The firmament had landed on the ground
Its stars frozen in the snow covered fields,
To enter a box of concrete where we stood waiting
For her flesh to turn to ash.
A child voiced our last question, where had Grandmother gone?

Then I stopped asking mother questions
I crossed the Andes
And saw a condor spread my scream
Sat shiva for you, mother
On a pier in Chile feeding the pelicans fish
And the Pacific with the pages of my unread book
Days of travel on a small bus
Listening to Mahler's 4th in my earphones
With that bus attendant, her wave of shining long hair
Like a perpetual dark flag in front of my dead eyes.
People handed me back my forgotten wallet with a smile
At the exotic market where I had gone to call mother
Because I was so far away from home
I couldn't remember
That her voice on the line was dumb with ash
I told her all the same
How I spotted a puma catching up with the speed of my life
That had been hers, mother's
And how I loved being her child.



Madre    

for Cliodhna Ní Ríordáin 



Cuando mi madre murió 
abrimos las ventanas 
para dejar que su tiempo se congelara en el aire 
frío, escuchando el Réquiem de Brahms, canté
que toda carne es ceniza, ceniza en su ataúd.
La maquinaria inadecuada lo llevó a traquetear.
Oímos un sonido hueco en nuestro silencio
conduciendo a través del pólder,
el firmamento había aterrizado en el suelo
Sus estrellas congeladas en los campos cubiertos de nieve,
para entrar en una caja de cemento donde nos quedamos esperando
que su carne se convirtiera en cenizas.
Un niño nos hizo la última pregunta: ¿adónde se había ido la abuela?


Entonces dejé de hacerle preguntas
a mi madre Crucé los Andes
Y vi un cóndor difundir mi grito
Sat shiva por ti, madre
En un muelle de Chile alimentando a los pelícanos
Y el Pacífico con las páginas de mi libro
no leído Días de viaje en un pequeño autobús
Escuchando la 4ª de Mahler en mis auriculares
Con esa azafata de autobús, su ola de cabellos
largos y brillantes como una bandera oscura perpetua frente a mis ojos muertos.
La gente me devolvió mi billetera olvidada con una sonrisa
En el mercado exótico donde había ido a llamar a mamá
Porque estaba tan lejos de casa
que no podía recordar
Que su voz en la línea era muda por la ceniza
Le dije de todos modos
Cómo vi a un puma poniéndose al día con la velocidad de mi vida
Que había sido suya, Y
cómo me encantaba ser su hija.




JUDITH MOK
(1950, Bergen, Holanda, Países Bajos / Irlanda, 2024)
Fuente: The Irish Times
Página traducida por Google
Enlaces: Página de Judith Mok | Instagram
Imagen: The Irish Times

Vrouwkje Tuinman


Renta vitalicia     




Puesto que en alguna parte dejaste dinero para mí, 
tengo que comprobarlo. Una señora me da el pésame 
por la pérdida y sin problema cambia a las preguntas. 
Para mi respuesta puedo escoger sí o no, 
pero paulatinamente entiendo —yo ya me saqué 
antes un título— que eso es un sí, 
y que el no solamente es decorativo. 
¿Realmente me doy cuenta qué pacto estoy cerrando? ¿Con quién? 
¿Es verdad que no quiero más consejos? 
¿Preveo las consecuencias de su vigencia
y el resultado si lo rescindo?
Por lo demás morirse es gratis.
Veinte minutos más tarde me felicita:
Lo he superado. Llegan cinco fructíferos años.



Marzo



Cada día miro tres veces en el estanque. 
Flotan puntos y guiones
con su propio casco de buzo cada uno. Si tuvieran ojos
podrían mirar hacia afuera.
Hasta entonces un nacimiento tiene lugar lentamente
en el colador que protege a los puntos
de los peces, los guiones,
y luego los rezagados no ayudan
a defenderse contra los primeros ejércitos.
Esta mañana una de las rayitas
evolucionó a coma. Algo está por suceder.



Lijfrente



Omdat jij ergens geld voor mij hebt neergelegd,
moet ik getest. Een mevrouw condoleert mij
met het verlies en schakelt naadloos naar de vragen.
Voor mijn antwoord kan ik kiezen uit ja of nee,
maar gaandeweg begrijp ik – ik heb al eens
een diploma behaald – dat het gaat om ja,
dat nee slechts decoratief aanwezig is.
Besef ik werkelijk welk verbond ik sluit? Met wie?
Klopt het dat ik verder geen advies wil?
Overzie ik de consequenties van de looptijd
en de gevolgen als ik die verbreek?
Doodgaan is overigens gratis.
Twintig minuten later feliciteert ze mij:
ik ben geslaagd. Er komen vijf vruchtbare jaren aan.



Maart



Elke dag kijk ik drie keer in de vijver.
Er drijven punten en koppeltekens
in elk hun eigen duikershelm. Als ze ogen hadden
konden ze naar buiten kijken.
Tot die tijd vindt langzaam een geboorte plaats
in het vergiet dat de punten tegen
de vissen beschermt, de koppeltekens –
en straks de nakomers niet helpt
zich tegen de eerste legers te verweren.
Vanmorgen evolueerde een van de streepjes
tot een komma. Er staat iets te gebeuren.


poesía holandesa, Marzo
VROUWKJE TUINMAN (
1974, 's-Hertogenbosch, Holanda, Países Bajos)
Fuente: Lyrikline
Traducción: Antonio Cruz Romero
Imagen en duic.nl

Maria Barnas

Poeta en acción     




A cierta distancia dos muchachos y una mujer 
me espían. Ella gesticula 
y les susurra a los hombres que son su 
prolongación similar a las cámaras y los trípodes 
huesudos que se enganchan a los brazos de los dos jóvenes. 
 
¿Qué quieren de mí? Yo tipeo y tipeo. 
Ahora piden que me pare junto al piano porque dije 
que muchas veces escribo parada junto al piano. 
Pero acá estoy con una estrella que se apaga 
colgada de una caña de pescar sobre mi cabeza. 

Ellos creen en la poeta bañada de sol con canto
de pájaros y a veces la hojarasca que pisa un gato
por el techo. Así escribimos historia.
Tal vez los pueda contratar. Podríamos fingir
que no estamos y perseguimos formas de felicidad.



Adiós Amsterdam




Al mirar las márgenes del río veo una noche
entrando en la ciudad como una lancha alargada
que busca refugio en el barro de un lecho
poco profundo. El Amstel brilla y se opaca

en mi memoria mientras las aguas chocan
contra el borde. No hace falta que me quede acá.
Me puedo llevar todos los nombres. Cruzar todos los ríos.
Qué otra cosa transportan sino el escombro más profundo

los pasados más asfixiantes tan oprimidos
que causan momentos impecables.
Suerte en un día cualquiera. Cuando se ponga gris

y la luz casi tartamudee un nombre en el horizonte.
Una ciudad. El tiempo sin orillas y yo.


Dichter in actie



Twee jongens en een vrouw staan van een afstand
naar me te gluren. Zij maakt gebaren
en fluistert tegen de mannen die een verlengstuk zijn
van haar zoals de camera’s en knokige
statieven aan de jongensledematen haken.

Wat willen ze van mij? Ik tik en ik tik.
Nu moet ik bij de piano staan omdat ik heb gezegd
dat ik vaak bij de piano sta en schrijf.
Maar nu sta ik hier met een dovende ster
aan een hengel boven mijn hoofd.

Zij geloven in de zonovergoten dichter met gefluit
van vogels en af en toe geritsel van een kat
op het dak. Zo schrijven we geschiedenis.
Misschien kan ik ze eens inhuren. We kunnen doen
alsof we er niet zijn en vormen van geluk nastreven.

 

Dag Amsterdam




Wanneer ik langs de kade kijk zie ik een nacht
de stad in trekken als de langgerekte sloep
die dekking zoekt in het slijk van een ondiepe
rivier. De Amstel schittert en wordt dof

in mijn geheugen terwijl het water klotst
tegen de kaderand. Ik hoef hier niet te blijven.
Ik kan alle namen dragen. Alle rivieren doorkruisen.
Wat vervoeren ze anders dan het diepste gruis

de meest verstikkende verledens zo dicht opeen
dat er loepzuivere momenten uit ontstaan.
Geluk op zomaar een dag. Wanneer het grijs wordt

en haast licht hapert aan de horizon een naam.
Een stad. De oeverloze tijd en ik.




Poeta en acción, poesía holandesa, Dag Amsterdam
MARIA BARNAS
(1973, Hoorn, Holanda Septentrional, Países Bajos)
Fuente: "Sí Sí El Bing Bang", De Todos los Mares, 2022
Traducción: Alejandra Szir
Enlaces: Cuarta prosa | Círculo de poesía | Versopolis | Festival de poesía de Medellín
Imagen en Alkmaar

Erik Lindner

poesía holandesa, Países Bajos


Identificaciones     




1. De lo que se trata no es más que de que sea cierto, 
la posibilidad de ser un elemento, de pertenecer 
a una compañía, a un conjunto. Gente 
cambiándose entre los ligustros bajos 
y el alambrado al borde de las dunas. 
 
Naipes que caen sobre una toalla en la arena, 
las provisiones bajo paños en un cesto de mimbre, 
una botella enterrada de una destilería 
donde ese día uno de nosotros ha trabajado. 
Corremos como todo el mundo hacia el mar 
 
y volvemos, nos sacudimos los zapatos en la senda,
abrazamos lo que en toda conversación se omite
al despedirnos y nos sabemos desconsolados cuando
en un tranvía el conductor anuncia las paradas
a su único pasajero.




El mar es violeta en el Pireo.




Una bandera emerge del campanario
cuando el viento gira.

Un hombre pasa por encima de un perro.
Una mujer se frota cabizbaja un párpado.

En una tienda de paraguas se cae un paraguas del mostrador.

En una ramita fina hay posada una paloma
que se cae, revolotea y se posa de nuevo.
La baya lejana que cuelga en la extremidad de la rama.
La rama que cede, el collar que se abomba cuando la paloma avanza.

Una chica aborda el tren con un cajón de escritorio.

En la arena gruesa junto a la rompiente
un pescador extiende horizontalmente su caña.
A su lado una bici apoyada en el pie.

Él separa las piernas como orinando.
Huellas de patas de pájaro en la arena.
La caña se curva sobre el mar.



Legitimaties




1. Waar het om gaat is niets dan dat het ergens klopt,
de mogelijkheid een onderdeel te zijn, te behoren
tot een gezelschap, een verzameling. Mensen
die zich omkleden tussen de lage heggen
bij het prikkeldraad aan de duinrand.

Speelkaarten vallen op een handdoek in het zand,
het proviand onder lappen in een rieten mand,
een ingegraven fles van het destilleerbedrijf
waar een van ons die dag heeft gewerkt.
We rennen als iedereen naar de zee

en weer terug, slaan schoenen uit op het voetpad,
omhelzen wat in elk gesprek achterwege blijft
bij het afscheid en weten ons troosteloos als
in een tram de bestuurder zijn haltes
afroept tegen zijn enige passagier.




De zee is paars bij Piraeus.




Een vlag kruipt uit de klokkentoren
als de wind draait.

Een man stapt over een hond.
Een vrouw wrijft gebogen over haar ooglid.

In een parapluwinkel valt een paraplu van de toonbank.

Op een smalle tak zit een duif
die erafvalt, fladdert en opnieuw gaat zitten
de bes die te ver op het uiteinde van de twijg hangt
de tak die doorbuigt, de kraag die opbolt als de duif verschuift.

Een meisje stapt in de metro met een bureaula.

Op het dikke zand aan de branding
schuift een visser horizontaal zijn hengel uit
een fiets staat naast hem op de standaard.

Hij staat wijdbeens alsof hij plast.
Vogelpootafdrukken in het zand.
De hengel kromt boven de zee.





ERIK LINDNER (1968, La Haya, Holanda)
Traducción: Diego Puls
Fuente: Lyrikline
Enlace: Revista Altazor
Imagen en Ron Macleann's blog



Hagar Peeters

Hagar Peeters

Anoche me crucé con mis padres 




Anoche me crucé con mis padres,
dos pálidas figuras inclinadas
una hacia la otra bajo la blanca luz de un farol.
A juzgar por su alegría yo no había nacido
aún. Ambos eran jóvenes y muy enamorados.
A mí me dio mucha tristeza
porque yo sabía el curso que iban a tomar las cosas.
Ella se moría de risa por algo que él le susurró.
Él se reía a carcajadas como suele hacerlo todavía.
Intercambiamos un saludo cortés
y después nos fuimos cada uno por su lado.
“Un momento, -les dije a distancia-,
seguramente nos vamos a reencontrar dentro de un tiempo”.
Ellos, tomados del brazo, doblaron la esquina en silencio.


Last night I came across my parents




Last night I came across my parents,
two pallid figures that inclined towards
each other in the white light of a lantern.
Judging from their joyous state I was as yet
unborn. They were both young and much in love.
A great sadness then came over me
because I knew the course that things would take.
She roared with laughter at something he had whispered.
He laughed out loud as he still often does.
We exchanged a courteous greeting
and afterwards we went our separate ways.
‘Wait a moment,’ I called after them,
we’ll surely meet again some time.
Arm in arm they silently turned a corner.


HAGAR PEETERS
(1972, Amsterdam, Países Bajos)
Traducción: Adam Gai, a partir de la versión en inglés de John Iron
Enlaces: Las Críticas | Poetry International

Rutger Kopland

poesía holandesa



XI     



Todos los años que estuve mirando 
en la terraza del río 
pensé yo: así como aquí, como debe ser 

nada falta, nada sobra 
es fácil comprenderlo 
es demasiado obvio para describirlo 
pues allí está 

el paisaje con el río 
que nunca habré de conocer


RUTGER KOPLAND (Rutger Hendrik van der Hoodakker , 1934, Goor / 2012, Glimmen, Holanda)
Traducción: Carlos Ciro
Fuente: Errancias de sombra
Referencia: Jonio González en Facebook 


XI



Al die jaren dat ik zat te kijken
op het terras aan de rivier
dacht ik: zoals hier, zo moet het zijn

niets ontbreekt, niets is overbodig
het is te eenvoudig om te begrijpen
te vanzelfsprekend om te beschrijven
zo ligt het daar

het landschap met de rivier
ik zal het nooit kennen

Cees Nooteboom

Cees Nooteboom

Atardecer     



La silla azul en la terraza, café, la tarde, 
el euforbio que se extiende hacia dioses ausentes, 
con gran añoranza de la costa, todo un alfabeto 
de anhelos secretos, este es su último rostro 
antes de la oscuridad, 

del velo en su cerebro. Él lo sabe,                  
desaparecerán las formas de las palabras, 
en su cáliz ya tan solo zupia
las líneas no más unidas 

que antes fueron pensamientos, 
ya no llega aquí palabra alguna 
que sea cierta. Gramática pulverizada,
movidas imágenes sin nexo,

del viento el sonido
mas ya no el nombre,
alguien lo dijo
y la muerte estaba sobre la mesa,

un criado remiso, que espera
en el pasillo, riendo tontamente,
hojeando las noticias
enloquecidas del periódico.

Todo esto lo conoce: el euforbio,
la silla azul, el café en la terraza,
el día que lo envuelve lentamente
y luego se aleja nadando con él,
un animal manso
con su presa.


CEES NOOTEBOOM (1933, La Haya, Holanda)
Traducción: Fernando García de la Banda
Enlaces: Revista Minerva

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