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Laura Wittner

Laura Wittner


Analgesia    



(Eliminación reversible de la sensación de dolor) 


Los perros a la entrada del taller mecánico 
se frotan contra la pared tibia 
panza arriba con las patas abiertas a la luz 
y el pelaje áspero de grasa. 
No tenemos plata pero tenemos tiempo 
y a veces se consigue (en verano
particularmente)
que ese tiempo pase
plácido.




Una mirada de adiós desde el tren en marcha




Una mirada de adiós desde el tren en
marcha
querría ser una mirada especial
y es como todas, este lugar que ocupamos
ahora, vacío de nosotros,
inicia el movimiento de retroceso
de replegarse en la memoria
para al mismo tiempo molestar
dando la señal de que
seguirá existiendo,
otros habitantes lo recorrerán
como a alguien que quisimos
y el paisaje se irá modificando,
el recuerdo entonces cada vez más

inexacto
no por desgaste
sino porque el original va a cambiar.
Lo último que veas
será también lo primero que veas
cuando regreses
(you are leaving

Las Pirquitas we are already missing you).
Por otra parte siempre hemos vivido en

esta ciudad

y cuando un domingo pasamos junto a
barcos varados
y puentes color óxido,
y al bajar del auto vemos que el río
es algo negro, espeso,
destilando burbujas entre manchas claras
como salivazos en expansión
(“se ha formado sobre el agua una capa
anaeróbica
donde criaturas impensables
se desarrollan y existen sin oxígeno”)
entonces no hay pena por el lugar lejano
ni gestos significativos en la última mirada
sería inútil si no hay límites
para entrar o salir.


De: El pasillo del tren, Trompa de Falopo, 1996 
Fuente: http://www.poesiaargentina.com/ebooks.php?lit=W
Otros poemas de LAURA WITTNERaquí
Imagen: Facebook (Latinale, 2013)

Laura Wittner


Luna de plástico



Estamos en un living oscuro
Donde quiero todo menos lo que tengo.
Sin zapatos, en el piso, tomando vino
en vasos de cristal, ponen música fuerte
y me pregunto: ¿por qué nosotros nunca
ponemos esta música?
La posibilidad del placer me está
haciendo levitar
y la imposibilidad del place me marea.
Voy a asomarme a la ventana a tomar aire,
pero no hay más, aquí, que la estrecha
confluencia
de patios traseros y escaleras para inendio,
la ausencia de sonido mordazmente agitada
por la música mágica, una oscuridad de
afueras de la ciudad
apenas conocida. Así que necesito ir a la calle.
Me pongo los zapatos, salgo,
bajo la luz marrón que el piso a cuadros
se chupa como esponja,
y mientras tanto pienso, pienso.
¿Por qué nosotros nunca ponemos esta música?
Me paro en la vereda congelada. No hay olores.
No puedo distinguir la ventana
De donde vengo. Un grupo de hombres en la sombra
me vuelven al temor. Ay, pero, gracias.


Laura WittnerOtros poemas de LAURA WITTNER, aquí
De: "La tomadora de café", Ediciones Vox, 2005
Imagen: www.festivaldepoesiarosarioenfotos.blogspot.com

Laura Wittner: un poema inédito

La fiesta



Levantaron la compuerta del baúl
y salimos arando hacia el fondo del cielo.
Carreras, equilibrios y verticales-puente
en ámbitos que se levantaban y caían
a nuestro paso, según nuestra voluntad:
galerías con arcos y columnas,
infinitos gimnasios con pisos de madera,
tinglados ásperos con reverberaciones,
y así...

Figuras finas y flexibles, fuimos, en esa tela inmensa
donde el mayor esfuerzo del pintor había estado en la luz:
llegar al tipo exacto de luz con el óleo
y de paso atrapar la blandura del aire;
el punto exacto, en óleo, de esa consistencia.

A los grandes los volvimos a ver
dos o tres veces a lo largo del día.
Por el momento no eran más que una idea
o varios pares de sombras demarcantes:
esto es centro, esto es suburbio y lo del medio es no-terreno,
sin saber que tragábamos aire casi ilegalmente
de y en cada una de esas franjas
siempre a punto de pasar a ser otros.

Todo cambió cuando corrieron el toldo con la noche.

Sin la velocidad de los espacios abiertos
nos subsumimos en zonas apretadas,
pozos a compartir con las luciérnagas.

Tanta luciérnaga en los ojos,
tanta humedad y reflejos estelares–
como el confeti o el rocío de sal,
o ese humo abrillantado de las grandes explosiones– 
funden los cinco sentidos en un sexto.
Pispeamos desde ahí a nuestros padres en sombras:
y resultó que se habían puesto a administrar
una fluida intimidad en la que cada recoveco
servía de altarcito para un símbolo.

Tierna es la noche, parece, nos dijimos.
O qué nos podemos haber dicho.

Salvo que sí, hay una subcorriente
nocturna, como en cualquier día de playa
bajo la sólida costa, por las venas iodadas
transcurre lo decapitado en general.


Laura WittnerOtros poemas de LAURA WITTNER, aquí
De: "Balbuceos en una misma dirección", inédito
Imagen: Facebook





Laura Wittner: Contra la pared


La terraza

Las últimas mudanzas, poesía argentina

Ahí vive una gente que no conozco. La terraza sin baranda
la llenaron de ropa colgada a secar. Todo es oscuro
menos una: fucsia. Después adentro supongo
que comerán al parpadeo de sus teles
y conversarán pellizcando figazas que trajeron
de la panadería en cantidad. El mismo programa
que en mi casa quedó de ida y vuelta
contra la pared y en astillas que buscan
un habitante o por lo menos un televidente.


LAURA WITTNER (Buenos Aires, Argentina, 1967)
De: "Las últimas mudanzas", Ediciones Vox, 2001
Enlaces: El poeta ocasional
Imagen: Facebook




Laura Wittner

La tomadora de café, poesía argentina actual


Otra ciudad     




Cuando levanto la vista veo nieve, 
nieve refulgiendo desde el televisor. 
Como siempre, titilan sobre el mapa 
los lugares donde una no está. 
Seguro extrañaría el mercado de flores
y despertar en este piso octavo
que se abre desafiando al viento.
La verdad es que hubo un solo día de nieve
y que hay una posible segunda versión
para las cosas conocidas.
Las valijas están hechas desde siempre
y además están sobre el sofá
en posición de espera.
Ese momento dura, se sostiene,
es una manera de estar:
estar a punto de ser abandonado.
El pozo negro de las valijas hechas,
reverso del desembarco:
el deseo humano por lo incompleto
que se refleja, dicen,
en la predilección por lo pequeño,
lo breve, el fragmento.


LAURA WITTNER (Buenos Aires, Argentina, 1967)
De "La tomadora de café", Ediciones Vox, 2005
Enlaces: aquí
Imagen: cceba.org.ar

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