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Frank O'Hara: Se desplomó Lana Turner


Fou-rire     




La verdad es gracioso 
que durante todos los siglos de la humanidad 
el problema haya sido cómo 
matar a muchos 
y en el presente 
sea cómo 
no matar a toda la gente 



Poema




¡Se desplomó Lana Turner!
Yo iba trotando y de golpe
se largó a llover y nevar
y dijiste que era granizo
pero el granizo te pega en la cabeza
fuerte así que en realidad nevaba y
llovía y yo estaba muy apurado
por verte pero el tráfico
se portaba exactamente igual que el cielo
y de golpe veo un titular
¡SE DESPLOMÓ LANA TURNER!
no nieva en Hollywood
no llueve en California
fui a muchísimas fiestas
e hice un montón de papelones
pero la verdad nunca me desplomé
ay Lana Turner levantate te adoramos



Retrato de Frank O'Hara con semblante adusto, mirada melancólica, cruzado de brazos con un saco gris y camisa negra
De: "Naranja y sardinas", Zindo&Gafuri, 2019
Traducción: Eleonora González Capria
Otros poemas y referencias de FRANK O'HARA, aquí  Imagen en Poética 2.0
(En breve, agregaré las versiones en inglés)

Frank O'Hara

Poetas norteamericanos


Chez Jane



La jarra blanca de chocolate llena de pétalos
traga trastos alrededor en un ojo mareante
de cuatros en punto de ahora y por venir. El tigre,
maravillosamente rayado e irritable, salta
sobre la mesa y sin perturbar un pelo
de la atención sin aliento de las flores, mea
en la maceta, justo por su delicado surtidor
Un susurro de vapor sube de la uretra
de porcelana. “Saint-Säens!” parece susurrar,
rizándose infaliblemente alrededor de las pelotas peludas
del terrible minino, que está sacando músculo mentalmente.
Ah! Estate conmigo siempre, espíritu de ruidosa
contemplación en el estudio, el Jardín
de los Zoos, las tardes eternamente fijadas!
Allí, mientras la música araña su escrofuloso
estómago, la ruda bestia emerge y se yergue
clara y cuidadosa, conociendo siempre el peligro exacto
en este momento acariciando sus colmillos con
una lengua dada enteramente a usos lujuriosos;
que solo hace un momento dejó caer aspirina
en este atardecer de rosas, y ahora tira una silla
en el aire, para agravar lo realmente amenazante.



A un paso de distancia de ellos



Es mi hora del almuerzo, así que me voy
a dar un paseo, entre los taxis
coloreados de bullicio. Primero, por la acera
donde los trabajadores alimentan sus sucios y
brillantes torsos con sándwiches
y Coca-Cola, con los cascos amarillos
puestos. Les protegen de los ladrillos que caen,
supongo. Luego hacia la
avenida donde las faldas dan vueltas
sobre tacones y se inflan sobre
rejillas. El sol calienta, pero
los taxis agitan el aire. Miro
las ofertas en relojes de pulsera. Hay
gatos jugando en el serrín.
Hacia Times Square , donde la señal
desparrama humo sobre mi cabeza, y más arriba
la cascada cae suavemente. Un
negro está de pie en la puerta con un
palillo, agitándose lánguidamente.
Una corista rubia taconea: él se sonríe
y se frota la barbilla. Todo
de repente da un bocinazo: son las 12:40 de un jueves. 
El neón de día es
un gran placer, como Edwin Denby escribiría,
como lo son las bombillas de día.
Me paro a por una hamburguesa con queso en JULIET’S
CORNER. Giulietta Masina, mujer de Federico Fellini, è bell’attrice.
Y chocolate malteado. Una mujer
en zorros en un día así mete su caniche
en un taxi.
Hay varios puertorriqueños
en la avenida hoy, lo que
la hace bella y cálida. Primero
murió Bunny después John Latouche,
después Jackson Pollock. Pero, está
la tierra tan llena como la vida estaba llena, de ellos?
Y uno ha comido y uno camina,
pasando las tiendas con desnudos
y los posters de TOREO y
el Manhattan Storage Warehouse
que pronto demolerán. Antes
pensaba que tenían el Armory
Show allí.
Un vaso de zumo de papaya
y vuelta al trabajo. Mi corazón está
en mi bolsillo, es “Poemas” por Pierre Reverdy.


Otros poemas de FRANK O'HARA aquí
Traducción: Isabel Berzal Ayuso
Fuente: Ibioculus
Imagen: Poetry Foundation


Chez Jane



The white chocolate jar full of petals
swills odds and ends around in a dizzying eye
of four o’clocks now and to come. The tiger,
marvellously striped and irritable, leaps
on the table and without disturbing a hair
of the flowers’ breathless attention, pisses
into the pot, right down its delicate spout.
A whisper of steam goes up from that porcelain
urethra. “Saint-Saëns!” it seems to be whispering,
curling unerringly around the furry nuts
of the terrible puss, who is mentally flexing.
Ah be with me always, spirit of noisy
contemplation in the studio, the Garden
of Zoos, the eternally fixed afternoons!
There, while music scratches its scrofulous
stomach, the brute beast emerges and stands,
clear and careful, knowing always the exact peril
at this moment caressing his fangs with
a tongue given wholly to luxurious usages;
which only a moment before dropped aspirin
in this sunset of roses, and now throws a chair
in the air to aggravate the truly menacing.



A Step Away from them


It’s my lunch hour, so I go
for a walk among the hum-colored
cabs. First, down the sidewalk
where laborers feed their dirty
glistening torsos sandwiches
and Coca-Cola, with yellow helmets
on. They protect them from falling
bricks, I guess. Then onto the
avenue where skirts are flipping
above heels and blow up over
grates. The sun is hot, but the
cabs stir up the air. I look
at bargains in wristwatches. There
are cats playing in sawdust.
On
to Times Square, where the sign
blows smoke over my head, and higher
the waterfall pours lightly. A
Negro stands in a doorway with a
toothpick, languorously agitating.
A blonde chorus girl clicks: he
smiles and rubs his chin. Everything
suddenly honks: it is 12:40 of
a Thursday.
Neon in daylight is a
great pleasure, as  Edwin Denby would
write, as are light bulbs in daylight.
I stop for a cheeseburger at JULIET’S
CORNER. Giulietta Masina, wife of
Federico Fellini, è bell’ attrice.
And chocolate malted. A lady in
foxes on such a day puts her poodle
in a cab.
There are several Puerto
Ricans on the avenue today, which
makes it beautiful and warm. First
Bunny died, then John Latouche,
then Jackson Pollock. But is the
earth as full as life was full, of them?
And one has eaten and one walks,
past the magazines with nudes
and the posters for BULLFIGHT and
the Manhattan Storage Warehouse,
which they’ll soon tear down. I
used to think they had the Armory
Show there.
A glass of papaya juice
and back to work. My heart is in my
pocket, it is Poems by Pierre Reverdy

Frank O'Hara: Para Grace



Para Grace, después de una fiesta                       


                                                      
     No siempre sabes lo que siento. 
Anoche en el cálido aire primaveral mientras yo 
incineraba con mi invectiva a alguien que no 
me interesa, 
                      era mi amor por ti el que me 
encendía, 
                  y ¿no es raro? porque en cuartos llenos de
desconocidos mis sentimientos más tiernos
                                                                      se retuercen y
engendran los frutos del grito. Extiende tu mano,
¿no hay
                 un cenicero ahí, de pronto, junto a
la cama? Y alguien que amas entra al cuarto
y dice ¿no te gustarían
                                           los huevos ligeramente
distintos hoy?
                            Y cuando te los trae son
solo simples huevos revueltos y el tiempo cálido
continúa. 



For Grace, After a Party // You do not always know what I am feeling. / Last night in the warm spring air while I was / blazing my tirade against someone who doesn’t / interest / me, it was love for you that set me / afire, / and isn’t it odd? for in rooms full of / strangers my most tender feelings / writhe and / bear the fruit of screaming. Put out your hand, / isn’t there / an ashtray, suddenly, there? beside / the bed?  And someone you love enters the room / and says wouldn’t /   you like the eggs a little / different today?/ And when they arrive they are /just plain scrambled eggs and the warm weather / is holding.



Beber una Coca contigo



es todavía más divertido que ir a San Sebastián, Irún, Hendaye,
                          Biarritz, Bayonne
o tener náuseas en la Travesera de Gracia en Barcelona
en parte a causa de que con tu camisa naranja eres como un mejor y más                             alegre San Sebastián
en parte a causa de mi amor por ti, en parte a causa de tu amor por el yogur
en parte a causa de los tulipanes de naranja fluorescente alrededor de los abedules
en parte a causa del misterio que adquieren nuestras sonrisas ante la gente y las estatuas
cuando estoy contigo es difícil creer que pueda existir algo tan inmóvil
tan solemne tan desagradablemente definitivo como una estatua mientras que justo frente a ella
bajo la cálida luz de Nueva York de las 4 en punto deambulamos
por aquí y allá
entre uno y otro como un árbol que respira a través de sus lentes

y en la exposición de retratos parece no haber absolutamente ningún rostro, solo pintura
de pronto te preguntas por qué demonios alguien los hizo
                                                                                                             te miro
a ti y preferiría mirarte a ti que a todos los retratos del mundo
tal vez con la excepción del Jinete polaco de vez en cuando y que de todos modos está en el Frick
al que todavía no fuiste gracias a Dios así que podremos ir juntos por primera vez
y el hecho de que te mueves de una manera tan hermosa más o menos resuelve el Futurismo
igual que estando casa nunca pienso en el Desnudo bajando una escalera o
estando en un ensayo en ese dibujo de Leonardo o Miguel Ángel que solía maravillarme
y de qué les sirven a los Impresionistas todas las investigaciones sobre ellos
si nunca encontraron a la persona indicada con la cual pararse junto al árbol al caer el sol
o para el caso a Marino Marini si no eligió al jinete con el mismo cuidado
que al caballo
                          parece que todos ellos fueron privados de alguna experiencia maravillosa
la cual yo no voy a desperdiciar razón por la cual te lo estoy diciendo



Having a Coke with You // is even more fun than going to San Sebastian, Irún, Hendaye, Biarritz, Bayonne / or being sick to my stomach on the Travesera de Gracia in Barcelona / partly because in your orange shirt you look like a better happier St. Sebastian / partly because of my love for you, partly because of your love for yoghurt / partly because of the fluorescent orange tulips around the birches / partly because of the secrecy our smiles take on before people and statuary / it is hard to believe when I’m with you that there can be anything as still / as solemn as unpleasantly definitive as statuary when right in front of it / in the warm New York 4 o’clock light we are drifting back and forth / between each other like a tree breathing through its spectacles // and the portrait show seems to have no faces in it at all, just paint / you suddenly wonder why in the world anyone ever did them / I look / at you and I would rather look at you than all the portraits in the world / except possibly for the Polish Rider occasionally and anyway it’s in the Frick / which thank heavens you haven’t gone to yet so we can go together the first time / and the fact that you move so beautifully more or less takes care of Futurism / just as at home I never think of the Nude Descending a Staircase or / at a rehearsal a single drawing of Leonardo or Michelangelo that used to wow me / and what good does all the research of the Impressionists do them / when they never got the right person to stand near the tree when the sun sank / or for that matter Marino Marini when he didn’t pick the rider as carefully / as the horse / it seems they were all cheated of some marvelous experience / which is not going to go wasted on me which is why I am telling you about it


Otros poemas de FRANK O'HARA, aquí
Fuente: www.transtierros.blogspot.com
Imagen: Elaine de Kooning

Señalador: Frank O'Hara / Irene Gruss


...El afán de los objetos por 
ser lo que tememos hacer 
no puede sino conmovernos   ¿Es 
esta voluntad de motivarnos 
lo que rechazamos?   Las 
cosas más estúpidas, como 
una lata de café, un arito 
de 35 centavos, un mechón de pelo, ¿qué es 
lo que nos hacen estas cosas? 

Irene Gruss: de sibilas y pitias



...Jabón y agua tibia arrastran lo que quedó de la fiesta. 
Todavía no es rancio el perfume del vino 
y el ahora pastoso manjar barrido de los platos 
es burbuja que salta en un mover sagrado: 
limpieza; 


Frank O'Hara


Poesía




El único modo de estar en silencio
es ser rápido, así que te asusto
con torpeza, o te sorprendo
con una puñalada. Una mantis
religiosa conoce el tiempo más
íntimamente que yo y es
más informal. Los grillos usan
el tiempo como acompañamiento
de su inocente tic. Una cebra
corre en sentido antihorario.
Deseo todo esto.
Intensificarte con mi rapidez
y encanto como si
tuvieras lógica y comprobación,
pero aun así estar en silencio como si
estuviera habituado a ti; como si
nunca fueras a dejarme
y fueses el inexorable
producto de mi propio tiempo.


FRANK O'HARA (1926, Baltimore / 1966, Long Island, Estados Unidos de Norteamérica)
Imagen: www.goodreads.com

Frank O'Hara

Frank O'hara

Poema personal




Cuando camino por ahí a la hora de comer
tengo solo dos amuletos en mi bolsillo,
una vieja moneda romana que Mike Kanemitsu me dio
y una cabeza de tornillo que se rompió de un empaque
cuando estaba en Madrid. Los otros nunca
me trajeron mucha suerte aunque sí
me ayudaron en Nueva York a protegerme contra la
manipulación,
pero ahora estoy feliz por un tiempo, e interesado.
Camino por la luminosa humedad
pasando la Casa de Seagram con su agua
y sus vagos y la construcción a la
izquierda que cerró la acera. Si
algún día llego a ser trabajador de construcción
me gustaría tener un casco plateado, por favor.
Y llego a donde Moriarty, donde espero a
LeRoi y oigo quién quiere ser una persona de
influencia los últimos cinco años mi promedio de bateo
es de .016 eso es todo, y LeRoi entra
y me dice que Miles Davis fue garroteado 12
veces anoche afuera de Birdland por un policía.
Una señora nos pide una moneda para una terrible
enfermedad, pero no le damos una. No
nos gustan las enfermedades terribles. Entonces
vamos a comer pescado y una cerveza. Está
bien, pero lleno de gente. No nos gusta Lionel Trilling,
decidimos, nos gusta Don Allen, no nos gusta
Henry James tanto, nos gusta Herman Melville,
no queremos estar en el paseo de los poetas en
San Francisco, incluso solo queremos ser ricos
y caminar en vigas en nuestros sombreros plateados.
Me pregunto si alguna persona de las 8,000,000 está
pensando en mí al estrechar la mano de LeRoi
y me compro una cinta para mi reloj de pulsera y voy
de vuelta al trabajo feliz con la idea de que posiblemente
así sea.



FRANK O'HARA (Baltimore, 1926 / Long Island 1966, Estados Unidos de NA)
Traducción de Iván Rodríguez
Facultad de Filosofía y Letras/Universidad Autónoma de Chihuahua
Imagen: bookeywookey.blogspot.com
Enlaces: Universidad Autónoma de Chihuahua

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