Supimos hacer de la orilla una casa a la altura de las circunstanciaspensamos: nada puede llevarnos de vueltaestamos a salvoy nos dimos a la tarea de construir una familia.Nuestros hijos crecerían entre juncosles lavaríamos el barro de las piernascuando atravesaran descalzos la laguna.El frío, como un pájaro de mal agüerohabría quedado atrás, olvidadoen una bolsa de plástico negraa los tumbos por la montaña.Cuento los días que faltan para la primavera.Pero algo me dice que no vendrán tiempos mejores.Acuno, doy el pecho –mi parte más preciadaenseño a balbucear primeras palabras;endurecida la mandíbulalos ojos fijos en una imagen que se yerguedetrás de mí, o sobre mío sobre todosmi hijo se despereza.
Otros poemas de CAROLINA ESSES, aquíFuente: http://emmagunst.blogspot.com.ar/2014/08/carolina-esses-3-poemas-3.htmlImagen: Facebook de C. Esses
HABÍA que retratarse la una a la otra
mirarse como en un espejo.
Laura tomó el lápiz para dibujarme.
¿Ves?, dijo la profesora y corrigió un trazo
acá la boca se pierde en una línea fina, desaparece.
Nunca había pensado en mi boca de esa manera
pero ahí estaba el hilo delgado de la forma
como la cuerda por donde un audaz equilibrista
podría medir la entereza de su oficio.
¿O era la voz? Un timbre apenas audible
porque es mejor, alguien alguna vez me dijo
confundirse entre la multitud, que quedar al descubierto.
NO sabíamos que el aceite derramado traía
mala suerte. La idea había sido freír unas papas
cortarlas en rodajas y echarlas todas al mismo tiempo
en una sartén descolorida. Los caracoles-
agregó mi madre mientras raspaba el piso negro
la superficie cubierta de pequeñas motas doradas-
cualquier cosa, en realidad, que provenga del mar
también es portadora de mala fortuna.
Nosotras mirábamos desde el sofá
atentas a la ceremonia imposible: borrar
las huellas de la desgracia futura.
CAROLINA ESSES (1974, Buenos Aires, Argentina)De: Bucólico paisaje (inédito)Enlaces: Una temprada de inviernoImagen en Infobae