"Todos duermen en el tren, / todos duermen, menos yo...", escribió Fernández Moreno: a falta de trenes en el país (nunca retrocediendo, siempre avanzando nosotros), bueno es el ómnibus, y uno como éste, con wifi y una amable camarera que ya me trajo dos vasos de una especie de whisky. Hasta pude conversar por escrito con la novia lejana y trabajar en la última estrofa del poema que dejé inconcluso en la madrugada de ayer. Si no se me cerraran los ojos, me quedaría toda la noche, todo el viaje despierto, escribiendo, mirando por la ventanilla, repitiéndome cada tanto, como un estribillo mental: "Todos duermen en el tren, / todos duermen menos yo... / Nadie tiene sed de espacio, / sed de luna, sed de Dios."
(Nota de Pablo Anadón en Facebook)
Viaje
Todos duermen en el tren,
todos duermen menos yo.
Por la abierta ventanilla
mirando, mirando voy
el campo negro, que argenta
la luna con su esplendor.
Todos duermen en el tren,
todos duermen menos yo.
Nadie tiene sed de espacio,
sed de luna, sed de Dios.
Otros poemas de BALDOMERO FERNÁNDEZ MORENO, aquí