Mostrando las entradas con la etiqueta Adélia Prado. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Adélia Prado. Mostrar todas las entradas

Adélia Prado: Con perdón de la palabra


Adélia Prado


Algunos otros nombres de la poesía     




Querría una ciudad abandonada 
para encontrar cosas en las casas, objetos de hierro, 
un cuadro interesantísimo en la pared, 
olvidados en la prisa. 
Pero sin guerra aparente y con la vida tan cara, 
¿quién deja atrás siquiera una aguja? 
Encuentro cosas en mi sueño, 
en el rico sótano del sueño, cosas que no tendré. 
Toda la vida resistí a Platón, a sus hombros anchos,
a su república defectuosa de donde exilió a los poetas.
Sin embargo, los errores de traducción son ordinarios,
no sé griego,
no comí con él una bolsa de sal.
Por eso lo que él dijo es lo que yo digo
es carne ofrecida a las fieras,
excepto lo que soñamos.


Uns outros nomes de poesia



Queria urna cidade abandonada / para achar
coisas nas casas, objetos de ferro, / um quadro interessantísimo na parede, /
esquecidos na pressa. / Mas, sem guerra aparente e com a vida tão cara, / quem
deixa para tras urna agulha se­quer? / Eu acho coisas é no meu sonho, / no rico
porão do sonho, / coisas que não terei. / Toda a vida resistí a Platão, a seus
ombros largos, / á sua república aleijada, donde exilou os poetas. / Contudo,
erros de tradução são ordinários, /eu não sei grego, / eu não comi com ele um
saco de sal. / Por isso o que ele disse e o que eu digo / é carne dada as
feras, / menos o que sonhamos.




El alfabeto en el parque



Sé escribir.
Escribo cartas, notas, lista de compras,
composición escolar narrando el bello paseo
a la hacienda de la abuela que nunca existió
porque ella era pobre como Job.
Pero también escribo cosas inexplicables:
quiero ser feliz, esto es amarillo.
Y no puedo, esto es dolor.
Vete de mí, tristeza, campana tartamuda,
personas diciendo entre sollozos:
"no aguanto más."
Vivo en un lugar llamado globo terrestre
donde se llora más
que el volumen de las aguas denominadas mar,
para donde llevan los ríos otro tanto de lágrimas.
Aquí se pasa hambre. Aquí se odia.
Aquí se es feliz, en medio de invenciones milagrosas.
Imagina que una vuelta al mundo
propicia paseos y vértigo entre
luces, música, novios en éxtasis.
¡Qué bueno! De un lado los chicos
del otro las chicas, yo loca por casarme
y dormir con mi marido en el cuartito
de una casa antigua con suelo de listones
No hay cómo no pensar en la muerte,
entre tantas delicias, querer ser eterno.
Soy alegre y soy triste, mitad y mitad.
Te tomas todo a pecho, dice mi madre,
ve a dar una vuelta, distráete, ve al cine.
Mi madre no lo sabe, el cine es como decía mi abuelo:
"El cine es gente pasando.
Las viste una vez, las viste todas."
Con perdón de la palabra, quiero caer en la vida.
Quiero estar en el parque, la voz del cantor azucarando
    la tarde...
Así escribo: tarde. No la palabra.
La cosa.



O alfabeto no parque



Eu sei escrever. / Escrevo cartas, bilhetes, lista de compras, / composição escolar narrando o belo passeio / à fazenda de vovó que nunca existiu / porque ela era pobre como Jó. / Mas escrevo também coisas inexplicáveis: / quero ser feliz, isto é amarelo. / E náo consigo, isto é dor. / Vai-te de mim, tristeza, sino gago, / pessoas dizendo entre soluços: / 'Não aguento mais.' / Moro num lugar chamado globo terrestre / onde se chora mais / que o volume das aguas denominadas mar, / para onde velam os dos rios nutro tanto de lágrimas. / Aqui se passa fome. Aqui se odeia. / Aqui se é feliz, no meio de invenções miraculosas. / Imagine que urna dita roda-gigante / passeios e vertigens entre / luzes, música, namorados em êxtase. / Como
é bom! De um lado os rapazes, / do outro as mocas, eu louca ora casar / e
dormir corra meu marido no quartinho / de urna casa antiga com soasar de tábua.
/ Não há como não pensar na morte, / entre tantas delicias, querer ser eterno.
/ Soca alegre e sou triste, meio a meio. / Levas tu a cito, diz minha mãe, /
da urna valía, distrai-te, vai ao cinema. / A mee não sabe, cinema e corno dizia
o av6: / 'cinema é gente passando. / Viu urna vez, viu todas.' / Com perdão da
palavra quero caer na vida. / Quero ficar no parque, a voz do cantor azucarando
a tarde... / Assim escrevo: tarde. Não a palavra. / A coisa.



Constelación



Miraba a través del ventanal
derramarse la Vía Láctea
sobre la masa de los árboles.
A causa del cristal, de la transparencia del aire,
o porque me nacían lágrimas,
tenía la impresión de que algunas estrellas
se sumergían en el río,
otras se detenían en las ramas.
Pasajeros dormían,
yo clamaba por Dios
como el perro que sin amenaza aparente
ladraba desesperado en la noche maravillosa:
¡Oh Cordero de Dios, oh Cruz del Sur,
oh Cordero, oh Cruz!
Como el can, mi lengua ladraba
a la aterradora belleza.



Constelaçao



Olhava da vidraça /derramar-se a Vía Láctea / sobre a massa das árvores. / Por causa do medro,
da transparência do ar, / ou porque me nasciam lágrimas, / tinha a impressão
de que algumas estrelas / mergulhavam no rio, / outras paravam nos ramos /
Passageiros dormiam, / eu clamava por Deus / como o cachorro
que sem ameaça aparente / latia desesperado  na noite maravilhosa: / Cordeiro
de Deus, ó Cruzeiro do Sul, / ó Cruzeiro! / Como o cão, minha
língua ladran / à aterradora beleza

De: "Adélia Prado Poesía reunida", Griselda García Editora, 2019
Otros poemas de  ADÉLIA PRADO, aquí
Traducción: José Ioskyn
Imagen: Flickr

Adélia Prado: Acabo de recibir un beso por correo

Adélia Prado



Tiempo    



A mí que desde la infancia estoy viniendo 
como si mi destino 
fuese el exacto destino de una estrella 
me piden cosas increíbles: 
pintarme las uñas, mostrar la nuca, 
pestañear, beber. 
Tomo el nombre de Dios en vano. 
Descubrí que a su tiempo 
van a llorarme y olvidar.
Veinte años más veinte es lo que tengo,
mujer occidental que si fuese hombre
amaría llamarse Eliud Jonathan.
En este exacto momento del día veinte de julio
de mil novecientos setenta y seis,
el cielo está brumoso, hace frío, estoy fea,
acabo de recibir un beso por correo.
Cuarenta años: no quiero cuchillo ni queso.
Quiero el hambre.



Tempo



A mim que desde a infãncia venho vindo / como se o meu destino fosse o exato destino de uma estrela / apelam incríveis coisas: / pintar as unhas, descobrir a nuca, /
piscar os olhos, beber. / Tomo o nome de Deus num vao.vint.e e Descobri que a seu
tempo / vão me chorar e esquecer. / Vinte anos mais vinte é o que tenho, / mulher
ocidental que se fosse homem / amaría chamar-se Eliud Jonathan. / Neste exato momento
do dia vinte de julho / de mil novecentos setenta e seis, / o céu é bruma,
está frio, estou feia, / acabo de receber um belio pelo correio. /
Quarenta anos: não quero faca
nem queijo./ Quero a fome.                                                                                        


Traducción: José Ioskyn
Otros poemas de ADÉLIA PRADOaquí
Enlaces: 

Adélia Prado







Adélia Prado






El poder de la oración     









Ciertas mañanas, desrezo:

la vida humana es demasiado miserable.

Un pequeño desajuste en los huesitos

hace doler mi espalda.

Siento ganas de vociferar a Dios.

El está escondido pero responde:

“la tela de jean no encoge”.

Y yo entiendo perfecto

el conmovedor esfuerzo de la humanidad

que se hace ropa nueva para ir a la fiesta,

el plato esmaltado donde le gusta comer,

un plato hondo verde inmenso mar lleno de historias.

La vida humana es muy venturosa.

“¿La tela de jean no encoge?”

Mi corazón tampoco.

Cuando en ciertas mañanas desrezo

es por olvido,

sólo por desatención.






Adélia Prado (Adélia Luzia Prado Freitas, 1935, Divinópolis, Brasil)







Designed by OddThemes | Distributed by Blogger Template Redesigned by PRD