Adélia Prado | El poeta ocasional

Adélia Prado







Adélia Prado






El poder de la oración     









Ciertas mañanas, desrezo:

la vida humana es demasiado miserable.

Un pequeño desajuste en los huesitos

hace doler mi espalda.

Siento ganas de vociferar a Dios.

El está escondido pero responde:

“la tela de jean no encoge”.

Y yo entiendo perfecto

el conmovedor esfuerzo de la humanidad

que se hace ropa nueva para ir a la fiesta,

el plato esmaltado donde le gusta comer,

un plato hondo verde inmenso mar lleno de historias.

La vida humana es muy venturosa.

“¿La tela de jean no encoge?”

Mi corazón tampoco.

Cuando en ciertas mañanas desrezo

es por olvido,

sólo por desatención.






Adélia Prado (Adélia Luzia Prado Freitas, 1935, Divinópolis, Brasil)







0 Comentarios