Susana Cabuchi

Siria, Éufrates, poesía argentina



Samovar     



En tu casa Jeannette, en Damasco, 
usé por primera vez 
un samovar.  
Había uno muy bello 
en el comedor de la abuela Naíme,   
sobre el piano.  
Yo lo conocía 
por las novelas rusas, 
por la misteriosa vibración de su nombre.     
 
Pero aquello que nombraban
Dostoievski, Tolstói, Chéjov,
no era ruso, 
           provenía de Siria.
Fue a orillas del Éufrates
donde Adán descubrió la frescura del agua, 
seleccionó ramas del árbol de fuego, 
algunas hojas de la planta del té
e inventó el samovar, 
esa tetera del oriente,
ese cofre que guarda
los sonidos del río
de la lluvia
la memoria del sol.

Y en el centro de tu mesa
era
ofrenda silenciosa,
belleza de los días.
La infusión dorada ingresaba
a los cuerpos
            como una tibia bendición.
Así lo recuerdo. Así agradezco
aquella serena plenitud.
 
Fayes ha muerto. 
Siria padece y se desangra.
Nuestro dolor no olvida.
           Pero el samovar,
ante todos los pesares de este mundo,
             promete 
el vapor milagroso de las tazas
la bebida aromática
            la paz.

*En la margen del Éufrates / Adán descubre la frescura del agua. J.L.Borges


Éufrates



El Éufrates
llamado El Río,
el que atravesó el Templo de la Lluvia,
uno de los cuatro ríos del Edén,
el de viaje sereno,

se cruzó con
El Tigris,
el de paso veloz,
otro de los ríos del Paraíso,
la frontera del cántaro.

Juntos
definieron La Mesopotamia,
transitaron montañas, pantanos,
el tiempo,
hasta llegar a mi vida, a mi país, 
a Córdoba, 
porque la familia los nombraba,
porque viajaban por las páginas de geografía,
porque eran infinitos.

Agua.
Súmeros, acadios, arameos.
Uvas, granadas, dátiles.
Agua
para los jardines de Babilonia,
para la asiria Nínive,
para las sabaras,  
frutas asombrosas
que quitaban la sed de animales y de hombres.
En Uruk las tablillas escritas,
ciudades increíbles en Ur,
la Siria Histórica, 
            La Gran Siria, 
higos, aceitunas, café,
una primera Biblioteca en Ebla,
astronomía, 
         música, la rueda,
El Río.

Poetas sirias me llevaron ante su presencia
a mirar largamente el azul de su viaje,
su caudal, su nostalgia.
Este es El Éufrates
               dijeron
               y recordé
su voz, el canto
             que se desplaza
                     poderoso
                desde la eternidad
hacia todos los días de este mundo.







De: "Siria", Ediciones Barnacle, 2022

SUSANA CABUCHI (1948/2022, Jesús María, Córdoba, Argentina)

Ha publicado: “El Corazón de las Manzanas” (1978), “Patio Solo” (1986), “Álbum Familiar” (2000), “El Dulce País y otros poemas” (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2004), “Detrás de las Máscaras” (2008), “Poética-1965-2010” (2010), “Album de famille - Livre CD” (Paris, Francia, 2015); El Viajero; (2018) y El Corazón de las Manzanas; Edición homenaje 1978- 2018 (Alción Editora, 2018). Textos de su autoría han sido incluidos en numerosas antologías argentinas, americanas, europeas y en ensayos y estudios críticos de poesía hispanoamericana y de literatura escrita por mujeres. Fue traducida al francés, italiano, portugués y árabe. Obtuvo por su escritura distinciones nacionales e internacionales. Como gestora cultural organizó Ferias del Libro, Semanas de Cultura, Talleres y Jornadas de Animación y Promoción de la Lectura y la Escritura, Seminarios sobre Creación, Publicación, Crítica, y Traducción de Poesía, Concursos Literarios, Ciclos de Lectura, Debates, otros. Actuó como Miembro de Jurado en diversos concursos nacionales de Poesía y Narrativa y como panelista y conferencista en Congresos, Encuentros, Festivales y Jornadas en su país y en el exterior. Colabora en revistas especializadas, en sitios virtuales y coordina Talleres de Escritura.

Imagen en Radio Jesús María

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