Diego L. García: Anejo "Las calles nevadas", Barnacle, 2020 | El poeta ocasional

Diego L. García: Anejo "Las calles nevadas", Barnacle, 2020


Peinados de otra época en un bar para no ser nada. 
para cruzar en la parte ambiental como quien deja enfriar el café. 
la mueca de una camarera que sirve un vaso 
con la historia congelada en sus movimientos. 
es todo nuevo y viejo a la vez. 
hay una fascinación por empujar la materia 
hasta los bordes de su lectura. 
nadie observa los mejores detalles:
el juego de dislocar aquello
que cumple una función a su renta
para no pagar de más esas torceduras
en las caras menos familiares. fuman.
se trata de poner en relieve una minoría
pero sólo para que el paisaje sea sustentable.
un imperio puede ser un pequeño error en una escena
que sale en primera toma.
así: colonizar cualquier juicio sin proteínas o arder
en una pila de cartas mal enviadas


UNtipo en musculosa tras una persiana:
el dibujo de una porción de tarta
en un plato amarillo se incrusta en alguien más atrás.
es difícil distinguir superposiciones
cuando todas las letras se leen espejadas.
limpia el polvo de sus productos.
tire-empuje.
bajo techo el umbral giratorio de un pronombre
advierte el peligro.
cada extra es un gangster
dispuesto a dispararle a los suyos



EL mejor vendedor tiene una cortina detrás.
su nombre es el de una planta que crece en las ventanas
de bangladesh los días feriados.
la hora de los agradecimientos. un corte comercial.
el aplauso del público
lleva en andas cada frase de superación.
son azules las personas de las luces.
un contrabajo empieza a anexar viejos con barba blanca
y chicas orientales.
es afuera o adentro?
las conversaciones dicen
todo está bien. todo está bien

De: "Las calles nevadas", Barnacle, 2020



(gugleo) se trataba del episodio 9
de la segunda temporada titulado
Tren de carga. willie recuerda que
cuando tenía 17 años recorrió el
país viajando en trenes de carga.
es su secreto. no quiere que sus 
hijos copien el (mal)ejemplo. un
derecho típico de la paternidad
temerosa del buen civil: evitarse
en la autoflagelación del encierro
propio. pero quién más que alguien
que proviene de afuera realmente
de afuera para cortar la ley? suena
una armónica vagabunda y oímos
“no hay como una estación de trenes en la noche”
algo vive en esa huida
que titila en el fondo oscuro del cielo



la diversión es una píldora para mirar




otra guerra en 3d mientras el mundo 
se rompe las caderas por patinar en el 
hielo con las zapatillas agujereadas. 
en el retrovisor: una mesa con mantel 
de hule y un helicóptero ardiendo en 
saigón en manos del pequeño johnny
no es gracioso ver cómo se achicharran
los huesos plásticos de los chinos?
escribiré una canción para explicarte 
de qué se trata la vida. tendrá un final 
tan jugoso como esos folletos de la iglesia



cada post quiere convencerte




de tu capacidad de mutación
hacia una zona de neutralidad.
hacer lo correcto. dicen los
avisos publicitarios. pero
si se trata de leer no debería
ser bueno? mirá aquel
rostro de ojos azules cómo
sonríe. como si entráramos
en un templo todo se vuelve
milagrosamente protector.
iré a poner unas tostadas
en la máquina y cuando regrese
el mundo habrá cambiado
a una plantilla elegante



reconstrucción de las viandas pasadas)





un miami beach con ron cubano

tapa de revista 
un peso por cargar el televisor hasta
las gomas quemadas
como un amigo, como un viejo enemigo
se canta en las vidrieras
sánguche presidencial para el escenógrafo 
que barre el fondo de la piscina
bronceado el canónico
da su campanada vip
la época 
un táper olvidado en el fondo de la heladera


Las calles nevadas


Otros poemas de DIEGO L. GARCÍA, aquí
De: "Una cuestión de diseño", Barnacle, 2018

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