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Wallace Stevens en Hablar de poesía

Wallace Stevens




Wallace Stevens









Estudios de dos peras





I




Oposculum pedagogum.


Las peras no son violines,

desnudos o botellas.

No se parecen a ninguna otra cosa.





II





Son formas amarillas


compuestas de curvas

combándose hacia la base.

Son toques rojos.





III





No son superficies planas


de curvados perfiles.

Son redondas, 

ahusadas en el vértice.





IV





Tal como están modeladas


hay porciones de azul.

Una tiesa hoja seca culega

del vástago.





V





El amarillo resplandece,


brilla en distintos amarillos,

limones, verdes y naranjas

que florecen en la piel.





VI





Las sombras de las peras


son burbujas sobre el verde mantel.

Las peras no se ven

como el observador quiere.






Wallace Stevens





El Emperador de los Helados






Llama al que lía gruesos cigarrillos,

al forzudo, y ofrécele batir

en tarros de cocina las concupiscentes  cuajadas.

Deja que las sirvientas huelguen con los mismos vestidos

que suelen llevar, y deja que sus galanes

lleven flores envueltas en periódicos del mes pasado.

Deja que ser rime con parecer.

El único emperador es el Emperador de los Helados.



Llévate algo del aparador

donde faltan tres borlas de cristal, aquella sábana

donde ella bordaba una vez fantasías

extendiéndola luego para ocultar su cara.

Si sus callosos pies quedan fuera, llegan

a mostrar qué fría y muda está ella.

Deja fijar la lámpara a su viga.

El único emperador es el Emperador de los Helados.







Dominio del negro





De noche, junto al fuego,

los colores de los arbustos

y de las hojas caídas,

repitiéndose,

giraban en el cuarto

como las mismas hojas

girando en el viento.

Si: pero el color de los pesados abetos

entró a grandes pasos.

Y recordé el grito de los pavos reales.



Las tonalidades de sus colas

eran como las mismas hojas

girando en el viento,

en el viento del crepúsculo.

Se arrastraban por el cuarto,

así como descendían volando desde las ramas

de los abetos hasta el suelo.

Los oí gritar...los pavos reales.

¿Era un grito en contra del crepúsculo

o en contra de las mismas hojas

girando en el viento,

girando como las llamas

giraban en el fuego,

girando como las colas de los pavos reales

giraban en el sonoro fuego,

sonoro como los abetos

plenos del grito de los pavos reales?

¿O era un grito en contra de los abetos?



Ventanas afuera,

vi como los planetas se agrupaban

a semejanza de las hojas

girando en el viento.

Vi como llegaba la noche,

a grandes pasos, como el color de los pesados abetos.

Sentí miedo.

Y recordé el grito de los pavos reales.





Otros poemas de Wallace Stevens, aquí

Traducción: Daniel Chirom

Wallace Stevens


Los Acantilados Irlandeses de Moher



¿Quién es mi padre en este mundo, en esta casa,
al pie del espíritu?

El padre de mi padre, el padre de su padre, sus
sombras como vientos

Vuelven a un padre antes del pensamiento, antes del discurso,
a la cabeza del pasado.

Van a los acantilados de Moher levantándose de la bruma,
sobre lo real.

Levantándose desde el lugar y el tiempo presente,
sobre el pasto verde y húmedo.

Esto no es un paisaje, lleno de las ensoñaciones
de la poesía

y mar. Esto es mi padre o quizá,
es como él era.

un parecido, uno de la raza de padres: tierra
y mar y aire.


WALLACE STEVENS, The Collected Poems of Wallace Stevens,
Vintage Books Edition, 1990
Otros poemas de Wallace Stevens, aquí
Imagen:thethepoetry.com
Versión:  Marina Kohon / Traducciones y poemas de Marina Kohon





The Irish Cliffs of Moher



Who is my father in this world, in this house,
At the spirit’s base?

My father’s father, his father’s father, his—
Shadows like winds

Go back to a parent before thought, before speech,
At the head of the past.

They go to the cliffs of Moher rising out of the mist,
Above the real,

Rising out of present time and place, above
The wet, green grass.

This is not landscape, full of the somnambulations
Of poetry

And the sea. This is my father or, maybe,
It is as he was,

A likeness, one of the race of fathers: earth
And sea and air.

Wallace Stevens



Desilusión a las diez



Las casas están frecuentadas

por blancas camisas de dormir.
Ninguna de ellas es verde,
o púrpura con anillos verdes,
o verde con anillos amarillos,
o amarilla con anillos azules.
Ninguna de ellas es singular,
con escarpines de lazo
y cinto de abolorios.
La gente no irá a soñar
con mandriles y caracolas.
Sólo, aquí y allá, un viejo marinero
borracho y dormido con sus botas,
caza tigres 
en rojo clima.


WALLACE STEVENS (1879 / 1955, Pennsylvania, Connecticut, Estados Unidos de Norteamérica)
De: "Los grandes poetas", Centro Editor de America Latina, 1988
Imagen: wikipedia.org

La rueda, revista de poesía


Editor: Jorge Couza. Comité Consultivo: Edgar Bayley, Carlos Latorre, Julio Llinás, Francisco    Madariaga, Enrique Molina y Aldo Pellegrini.

En el Nro. 1, (creo que el único) de julio-agosto de 1967, Alberto Girri, traduce y comenta unos poemas de Wallace Stevens















Dos figuras en la densa luz violeta


Tanto valdría ser abrazada por el portero del hotel

como no recibir del claro de luna
nada más que tu húmeda mano.

Sé en mis oídos la voz de la noche y de la Florida.

Emplea sombrías palabras y sombrías imágenes.
Oscurece tu lenguaje.

Habla, todavía, como si yo no te oyese hablar,

pero hablaste para ti perfectamente en mis
pensamientos, concibiendo palabras

como la noche concibe en silencio los sonidos del mar,

y con el zumbar de las sibilantes
compone una serenata.

Di, pueril, que los milanos se acuclillan en el palo de la tienda y duermen con un ojo observando las estrellas

que caen detrás de Cayo Hueso.

Di que las palabras son diáfanas en un azul absoluto,

son claras y son oscuras; que es de noche;
que la luna resplandece.

Nunca abandona Stevens su casi obsesiva preocupación por lo real, lo real que es "sólo la base, pero es la base", y hacia lo cual debe "volar la imaginación para dar cuenta de las cosas tal y como son", pues la imaginación "pierde vitalidad cuando deja de adherirse a lo que es real". Esta preocupación se objetiva, preferentemente, mediante datos muy concretos, a veces bajo la forma de nombres geográficos -en "Dos figuras en la densa luz violeta", Florida y Cayo Hueso-que son con sus sugerencias de paisaje, clima y colorido, de que se vale Stevens para crear analogías, nos ubican, de lleno en la atmósfera y aun en el asunto del poema. Asimismo, en "Dos figuras en la densa luz violeta", las referencias concretas, sobre sonidos, sobre le brillo de las estrellas y de la luna, traducen las gradaciones internas de la situación. Son signos alegóricos con determinadas significaciones, son lo real, como base y punto de referencia para el sueño, y son también pormenores de ese sueño. Si bien en Wallace Stevens son muy frecuentes los poemas característicamente líricos e impresionistas, no lo son tanto aquellos donde el tema del amor es tratado como en "Dos figuras en la densa luz violeta", sin implicaciones conceptuales, irónicas o de otra índole; como un estado emocional del que el paisaje es contorno y materia.

WALLACE STEVENS (1879/1955, Estados Unidos de Norteamérica)


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