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Uriel Martínez: Mientras esto sucede en callada sucesión

poesía mexicana

Sábanas pares 




El frío viene del norte con una cauda
que guarda púas para torso y espalda,
lumbago para ancianos y tos de fuego
para gargantas tiernas.
El sol desciende a plomo en escalera
improvisada de yute, ixtle y vellos
intangibles de un adolescente vencido
por su propia soberbia.

Con dificultad para su pausada respiración
las calles y avenidas pasan inertes
y maquilladas con un esplendor de petróleo
en aliento, párpados y boca.
Desde el ángulo que se observe, callado
el tren desciende la cordillera de la ciudad
y recorre moroso la pelvis, el ombligo,
los duros pechos y labios crueles.
Mientras esto sucede en callada sucesión
de postales, calendarios y naipes poseídos
por la sed de tinta, mudo de dos en dos
las sábanas de algodón y poliéster- sólo
por si vuelves.


Otros poemas de URIEL MARTÍNEZ VILLEGASaquí
Enlaces: Analecta literaria
Imagen: Facebook de UM

Uriel Martínez

La imagen muestra al poeta Uriel Martínez semioculto detrás de una biblioteca mirando de perfil

La anfitriona



con los pasos breves y discretos
propios de la derrota, baja
24 escalones tomada del barandal
de la alta noche;
como en una escena en blanco
y negro, lentamente arrastra
la gabardina como quien espera
lluvia o viento;
abre el coche, mete la llave
para encenderlo y observa
en la luna del retrovisor
el cigarrillo tembloroso, anhelante;
por fin el coche arranca
en dirección al tumulto
de aquella que olvidó llaves,
cepillo y pashmina en el baño;
si la alcanzo le digo que vuelva
que la perdono que no se agite
que llore en mi hombro que beba
de mi cáliz que acomode los espejos.


La otra




la otra, la que no quiere
volver a casa, dilata la noche
del sábado en el apeadero
para el empleado pobre;
sujeto el pelo en chongo
lleva consigo los secretos
de la noche, viste para ello
unos jeans entallados;
nunca se sube a la báscula
ni se toma la estatura 1.60,
prefiere chicles de menta
y anteojos en el tupé;
gira en un tacón cuando
desde un coche le gritan
su precio, aunque ha de
conseguir el gasto semanal;
si se le hace más tarde
sin enganchar al pez
de los billetes, sabe
a lo que se expone:
a que la encuentre el sereno
ya con el chicle derrotado
y la cama a solas.


URIEL MARTÍNEZ VILLEGAS (1950 / 2020, Zacatecas, México)
Imagen: www.elcarnavaldelolvido.blogspot.com

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