La misma sangre
I
Hace un año mi amante cayó a mi casa
yo a sus pantalones.
Hicimos un riachuelo
mas nadie se ahogó
Antes, me habría gustado darle
un buen arroz con milanesa
la servilleta y su copa de vino.
Sentarnos para pensar seriamente
en el lugar de los muebles
y en el color de la recámara.
Preguntarle por ejemplo por sus tenis
Indagar su tamaño. Desmenuzarlo,
para no caer tan obviamente
rendida a las sábanas.
II
Mi nombre es ninguno.
Soy una hembra flexible
y a menudo digo si
cuando se trata de destapar un vino o ir a la cama
Camino lento
no obstante
siempre llego a donde me esperan.
III
Al salir de misa me patearon la cara
el muslo y el estómago.
No hubo Dios para mí, pero sí un cuaderno.
Escribí una historia tan siniestra
que no me atreví a leerla.
Pronto supe que para morir en armonía
era pasando horas en vela
dándole la mano a la pluma
y hacer que corra la misma sangre.
IV
Mi tarea no radica en escribir
si no en adueñarme de la realidad.
Yo muevo los objetos
de la cocina
y sé dónde hallarlos
y para qué sirven
Sé que esos objetos
probablemente irían al baño conmigo
y tendrían sexo si así lo quisiera.
Puesto que cuando la pluma cae
alguien puede ser poeta.
V
La voz
es una escalera lúgubre
un pasillo que no se encuentra
cuando es necesario salir de casa.
Mi voz no tiene que ver con Nazareno,
pero está en el reloj de mano
y en el vientre de una mujer
que busca consuelo en el altar.
Mi voz es la que deambula en la calle
y nombra objetos que no conozco.
VI
Creo en Guadalupe
mientras ella no mire el escote que tiene mi camisa
y esta manía de tener una pluma
en la bolsa del mercado
A ella le dejo cartas
mis lunares
todos mis sábados
con olor a caña
y unos centavos.
VII
Salgo a la banqueta,
en mis hombros llevo zapatos de anciana.
Voy hacia el kiosco a meditar
acto que no hago comúnmente
salvo cuando peligra un brazo
Magdalena o mi amante.
Enciendo un cigarro y observo la gente que pasa
que ni siquiera sabe
que contamino el ambiente
VIII
Guadalupe, te encuentro en el lodo
y en el librero
Lentamente todo evoluciona
pero es un camino confiable
para llevar la vestimenta
a otra estancia
y temporalmente cantar
hasta que la piel sea otra.
IX
La imagen para mi religión ha muerto
el día de mi cumpleaños.
Sólo tengo en la memoria
un velorio sin plegarias
Yo no recé para no usar vocablos gastados
Me fui a dormir pronto
y en la madrugada
la casa estaba vacía.
X
Odio la cruz de Cristo
porque remite a la suciedad
de uñas estúpidas
Remite a la ignorancia
de un viernes luctuoso
en que nadie pudo llorar
porque la lágrima no servía
como tampoco sirve mirarse adentro
para hallar la paz.
XI
Encontré la paz en un espejo
cuando era de noche
y yo coqueteaba con mi vino espumoso
y mi cabello.
La resaca locamente venía hacia a mi
mientras yo me balanceaba
en los azulejos de la casa
y pensaba
en que por fin debía dormir.
XII
Mi mano es una dalia
que proviene de una mujer
que no concilia con el sueño ni la luna.
Mis plegarias oportunamente se acercan a ti
y surgen de la necesidad de abrir los pulmones
y exhalar vocablos.
XIII
La historia se cierra
en los labios
en un sábado sin gloria
con mis gatos en las piernas
y el timbre del teléfono
con un número equivocado.
No concluye el acto,
tampoco la carne.
Puntual es la hora en que dejo mi cuaderno
para ir a cenar.
Canto del libro inédito: La mujer de Nazareno
Romina Cazón, escritora, artista audio-visual y promotora cultural. (Argentina, 1981). Actualmente reside en Querétaro, México. Sus textos se hallan parcialmente publicados en antologías, como también en revistas impresas y digitales de Latinoamérica y Europa.
Es autora de Con mis uñas de gata (poesía japonesa, 2008), Patria Ajena (poesía 2010), Del fondo de ningún vientre (poesía, 2012) y De sus piernas en mi cuello (cuentos, 2013) Artefatuo (poesía visual, 2014), Material On /Off (poesía visual, ebook, 2014)
Compiladora de Panorama de la poesía mexicana (poesía reunida de 69 poetas, 2009 Ediciones el Humo)
Dirige la revista de arte y cultura, El humo (www.revistaelhumo.com) y ZONA NO VERBAL (www.zonanoverbal.blogspot.mx) Es responsable de Ediciones El humo, colección poética Ojo Cautivo
Imagen: propiedad de la autora