PRIMERA NOCHE
Se me apareció muerto una noche y se sentó a mi lado en el paredón de la costanera como si nos hubiéramos visto ayer. Un ángel mojado. Nos quedamos balanceando las piernas en silencio a pocos metros del agua frente a la oscuridad. Creo que eso nos sirvió para acercarnos después de tantos años y hablar las noches siguientes de las cosas que habíamos vivido. El río y la basura sonaban contra el paredón; botellas de plástico, maderas astilladas, un forro con un nudo y una paloma muerta.
Se llamaba Carlos . Lo había conocido en el colegio nacional. Unos años más tarde el periodismo nos reunió en una revista para militantes.
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