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Laura García Del Castaño


El sabor de lo desecho




ahora que vacilamos
como dos trozos de madera en el mar
el oleaje nos distancia
a una medida en la que podemos sentir
la resignación
una fuerza de tempestad mayor
a nosotros mismos
la respiración del destino
que nos quiebra
algo insiste entre nosotros
y con esa ansiedad
alimenta este muerto
porque lo perecedero se impregna mejor
en el vacío
lo sabemos nosotros y ese perro callejero
que desgarra
el sabor de lo desecho


Mujer-de-pelo-corto

De: "Los demonios del mar", Ediciones del Dock, 2015
Otros poemas de Laura García del Castaño, aquí

Laura García Del Castaño

Laura García Del Castaño

Como un ciego en la garganta de un zoológico




me acerco al alambre
para puedas filmarme
Llegaste aquí
el guardia te retó por robar camalotes de la fuente
vos querías llevarlos a tu baño, ponerlos bajo la pileta
el guardia olvida que todo este lugar es un inmenso trasplante
el zoológico y la ceguera son inmensos trasplantes
El ciego sacado de su hábitat soy yo
para aquí
imaginando las alturas de la isla de Kodiak
en este último balcón que replica la cima
un jilguero a veces me canta
trepado en el ángulo más estrecho de un bosque
inexistente.



La muerte en un film de Woody Allen



temo a los poemas cerrados como hombres solos
a los mapas de ciudades hundidas o inexistentes
a los perros atados en las fábricas
a los manojos de llaves
a las mujeres que harán de mí su atolón Bikini
Temo a la palabra huésped
al suspenso de una dicha que se tarda
al rastro del ciego
a los coleccionistas, a los testamentos
al vaivén de los santos en las procesiones
a las ancianas de pelo rojo
a Cècile de bonjour tristesse
a la canción que pusiste el día de nuestra muerte
pero sobre todas las cosas temo
al asesino
en el sueño recurrente de mi padre
a su víctima
y a esa parte que quedó
viva para contarlo 


De: "El sueño de Sara Singer", Llantodemudo Ediciones, 2014
Otros poemas de Laura García del Castaño, aquí
Imagen: Facebook de LGC

Laura García Del Castaño: Una luz que no alcanza iluminar nada


juna-joven-con-flequillo-y-sueter-violetaMi padre no sabía sangrar
pero aprendió a fumar como un jinete de la muerte
Encendía su cigarrillo y se sentaba en un rincón de la casa
Había humo en su mañana
La rabia y la ceguera le crecían por la siesta
Cuando se fue, no pude llorar
Todavía en medio de la noche veo la colilla encendida
una luz que no alcanza a iluminar nada
pero prende fuego a todos los rostros de mi mente
Acerco la frente y arde la proximidad de mi padre
Arde su corazón como un animal tejido en mi interior
Él aprendió a justificar su ausencia con la muerte
yo aprendí a jugar que me desangro. No es cierto.
Lo único cierto es que fumo en la oscuridad de aquel rincón
Llevo a mi padre al pulmón y me siento como él,
            en el borde de la rabia y la ceguera
Soy una mujer distante. Soy la herida hermética
            que mi padre no aprendió a sangrar
Y él es también mi radical y más cerrada herida
Por eso cada noche nos sentamos en silencio,
             con más fuego que espanto
Nos sentamos a extinguir lo que no pudo apagarse
con la muerte
Me esfuerzo por sangrar pero sólo cae ceniza


De: "El animal no domesticado", Editorial Gráfica 29 de mayo, 2014

Otros poemas de Laura García del Castaño, aquí
Imagen: Facebook

Laura García Del Castaño

Mujer-con-pelo-corto-y-remera-roja


Se habla cada vez con más certezas

Así,
como el color del humo presume la voracidad del
fuego,
o el cauce de un río su arrebato
por cómo naces se adivina el carácter,
por la línea de tu mano los hijos que te esperan,
por la forma de tu cráneo la inteligencia,
por el ancho de tus huesos tu fortaleza,
por tus actos la magnitud de tu entierro
y por tu cadáver
la demora de tu olvido.


La parte más honda 




Olvidar
o dormir
el súbito instante
en cuyo sueño,
se sueña la vida que jamás tendremos.

Aquí arriba
reina la memoria de este día
como un dios
que todo lo ve,
menos a su dios.

Allá abajo
el animal que enterré
se ilumina
tan brillante como un diente de oro.

Lo que escondí en lo más hondo
hoy
abre sus ojos

flota en los mares.


LAURA GARCÍA DEL CASTAÑO (1979, Córdoba, Provincia de Córdoba, Argentina) 
De: “La vida en que sueñas”, Recovecos 2012
Imagen: La voz

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