Alicia Waisman

Proustianas    A la recherche du temps perdu En busca del tiempo perdido Marcel Proust (1912-1921)Les regrets que j’en éprouvais, tandis que je restais seul à rêver un peu à l’écart, me faisaient tant souffrir, que pour ne plus les ressentir, de lui-même par une sorte d’inhibition devant la douleur, mon esprit s’arrêtait entièrement de penser aux vers, aux romans, à un avenir poétique sur lequel mon manque de talent m’interdisait de compter .(p. 189 – Combray - Du côté de chez Swann (1912) –collection Maxi poche – Éditions Bookking International, 1993)


Marcel


I



Las voces que ve
—cuando por fin se duerme— 
no lo acarician.
Lo estremecen.
Ruidos duros (lentos).
Combate desigual:
él es uno solo.
Ellas rebotan una y otra vez 
contra las paredes del sueño. 
Duplicación (desdoblamiento) 
sin pausa.
Quién sabe
pueda empujar esas paredes 
trascenderlas.
Mirar una voz
—sólo una—, 
esa.

Y sentirse acariciado.
 


II



El cielo feroz de estos días
se descuelga interminablemente. 
No habrá vida después de mañana 
cuando todas las músicas
por fin hagan silencio.
Marcel transcurre
en el tiempo del arte.
No hay cielo feroz ni presencia mezquina.
La frase de la sonata de Vinteuil 
y las marinas confusas de Elstir 
lo atrapan.
 


III- Inalcanzable



Gilberte se escondía de mí, de mi llanto, de la triste estela que dejaba a mi paso. Gilberte venía siempre luego, tarde, cuando el rocío ya se había secado. Gilberte no era sapo de mi pozo.
¿O era yo quien no sabía alcanzarla?
 

Swann


I



Lo que tenés
—que me enamora—
es
—al mismo tiempo—
perdición


(Silencios
                en una partitura)
 


Gilberte


I



(Lo blanco del día presagia desdicha. Ya no puede medir la distancia entre ella y el silencio que los separa. Un silencio que Gilberte no calmará).
Ese nombre dejaba en el aire una promesa pequeña.
Salías desde adentro del aire, con tu gorro de piel, corriendo hacia mí, empujada por mi deseo.
Gilberte, cómo no amar tu esencia pequeña, tu desdén, tu ignorancia, si sólo yo sabía que el ruido/crujido del comienzo de tu nombre me extasiaba, y luego era la b de la segunda sílaba, como el beso que hubiera querido darte —¿hubiera querido?—, para terminar en un eco apenas pronunciado, resonancia de una boca entreabierta. Silenciosa.
Y así como tu nombre anticipaba tu presencia, así tu imagen se escapa. Humo que me rehúye.



II



El pelo de Gilberte derrite la nieve, 
encandila a Marcel.

(Quien /La que// escribe//Alguien/ también vio/ Yo 
     -la que escribe- /también vi/ 
los Champs Elysées
incendiados 
desnudos.
Despojos de un verde que ya no es).

La sonrisa de Gilberte
—la que alejaba las nubes—
esa
se perdió para siempre.


Alicia Waisman en una silla con tapicería estampada, una prenda oscura, y el fondo consiste en lo que parece ser una cortina drapeada.
ALICIA WAISMAN 
De: "Suite francesa 1857-1968, Barnacle, 2024

Nació y vive en Buenos Aires. Escribe poesía desde la adolescencia.  Es Licenciada en Ciencias Antropológicas y profesora de francés, lengua que habla, traduce y enseña.
Participó del taller Aníbal Ponce y luego, de los primeros años del taller Mario Jorge De Lellis, en los ’70. Posteriormente trabajó sus textos con Liliana Díaz Mindurry.
"Ser Hablada" fue publicado por la editorial Ruinas Circulares, en cuyos V concurso obtuvo mención. En 2013 fue jurado de ese mismo concurso.
Durante los últimos años participó de diversas lecturas en diferentes ciclos virtuales y presenciales: Mis poetas contemporáneos, sostenido por Gustavo Tisocco, Transpolar, organizado por Fernando Caniza, Libera la palabra y 7x7 del Centro PEN,  y en pandemia, de: Poesía a las 5 de la tarde, reunión virtual de poetas y escritores organizada durante dos años por Patricia Saragüeta. 

Junto con Nouha Homad tradujo al francés “Tigre, tigre” de Jorge Paolantonio, Imaginante editorial, 2016, que recoge versos de diferentes poemarios del autor, quien fuera invitado y participara en el 32° Festival de poesía de Trois-Rivières, Québec, Canadá.
También tradujo al francés la plaqueta “Una mujer en el camino y otros poemas” de Enrique Solinas, Ediciones de La Garza Mora, 2018, con la que el autor participó del 34° Festival de poesía de Trois-Rivières, Québec, Canadá.
Está asociada al Centro PEN de Argentina cuyos ciclos de lectura de poesía co-organiza y co-conduce (“7x7”, “Libera la palabra”, “Palabras cruzadas”).  Los poemas dedicados a Emma Bovary que forman parte de Suite Francesa (1857-1968) fueron seleccionados y publicados en la antología Mujer y Escritura – 35 autoras argentinas de hoy por Fundación La Balandra.
Tiene además dos libros inéditos, "Piedra en el zapato" y "El oficio de los vivos".

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