IX
Caminé durante horas
por la cañada del arroyo seco
una voz me llamaba.
Podía reconocerla. Era tu padre
cuando tenía 25 años.
Insistia en que lo alcanzara.
Apenas podia mover mis pies
una mano me impedía avanzar.
La voz insistia, hablaba de un barco
que partiría a las 11.
Yo iba descalza, con mi vestido de novia
v una valija de cartón.
Tenia el pelo largo
v la cara de ahora.
Pensaba en cómo sería viajar en barco
por la cañada seca.
Te espero en el puerto, decía
no me dejés solo
llevo puesto el traje celeste
tengo el pañuelo que bordaste con tus iniciales.
La cañada se hacía cada vez más estrecha
la voz era casi un susurro.
No veia el puerto
una mano me impedía avanzar.
La voz insistia, hablaba de un barco
que partiría a las 11.
Yo iba descalza, con mi vestido de novia
v una valija de cartón.
Tenia el pelo largo
v la cara de ahora.
Pensaba en cómo sería viajar en barco
por la cañada seca.
Te espero en el puerto, decía
no me dejés solo
llevo puesto el traje celeste
tengo el pañuelo que bordaste con tus iniciales.
La cañada se hacía cada vez más estrecha
la voz era casi un susurro.
No veia el puerto
ni el barco
ni a tu padre.
Solo sedimentos volcánicos
y ceniza.
XIII
Nunca te gustaron las películas
de ciencia ficcion ni el terror
preferías los documentales
o las historias basadas en hechos reales.
de ciencia ficcion ni el terror
preferías los documentales
o las historias basadas en hechos reales.
Qué hacemos aqui encerradas
como las protagonistas de un film
que no elegirías?
¿Qué hacemos ahora sin una pinza
para arrancarnos el miedo?
No tenemos herramientas
para arreglar las roturas.
Vení, sentate a mi lado.
Admiremos el vacío a través de la ventana
hasta que encontremos la salida.
De: "Por la cañada del arroyo seco", Fractura Ediciones, 2022
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