Alicia Dujovne Ortiz

Alicia Dujovne Ortiz


La Virgen     




Tamizar 200 gr. de harina con seis cucharadas 
de azúcar una pizca de sal una cucharadita de 
polvo de hornear y dos de canela derretir aparte 
medio pan de manteca y agregarle de a poco 
cuatro huevos batidos una taza de leche y una 
cucharadita de esencia de vainilla después mezclar 
los ingredientes húmedos con los secos volcar 
la preparación en un molde previamente enmantecado 
y enharinado y cocer en horno moderado 
durante una hora más o menos hasta que 
el cuchillo salga sequito Dios
Dios Dios que se infla en mi vientre  y olor a
santo creciendo por_la casa creciendo respiración
del éxtasis última onda del orgasmo del
pecho cuando el espíritu y yo enroscamos nuestras
lenguas de lujuriosos hirvientes chorros
amor y yo dos brazos cruzados con jarros de
cerveza en el brindis amor y yo dos vueltas de
tarantela y ávidos girar y girar hasta el jadeo
una hora y saco la torta serena
bella cumplida
inmaculada la madonna torta señora majestuosa
radiante rosa fragans entre aureolas mater entre/
claras diademas
purísima brilla
la extraordinaria paz de su frente.



Sonidos gemidos




Cuando el agua
hierve
es
una lluvia tranquila que dura toda
la tarde pero
cuando
el aceite se
fríe
es
un chaparrón violento en verano grandes
gotas calientes labios besos que sacan
fuera los poros respuesta de besos gruesos o de
gotas de piel y escucho
oh escucho la
tormenta de las cebollas fritas el gemido de la
carne en la plancha y a veces de las tazas sí
de las tazas que dulcemente se lamentan
bajito si
las lleno de té oh Dios un huevo tiembla cuando
voy a partirlo mi codo sobre la mesa aplasta
parientes y el
dolor
levanta
por mi casa por mis gestos una voz conocida
! secretamente debo decirte que
en mi niñez apenas 
podía sostener con las manos desnudas una 
       manzana de-
masiado
viva.



La sagrada familia




He preparado la comida para todos nosotros
para las plantas agua para los dos jilgueros alpiste
y manzana para el gato hígado púrpura
como negra rosa de terciopelo para las dos tortugas
ciruelas gotas del hígado del rojo de la
noche para Cynthia y para mí su madre carne
estriada con los signos que recorren las plumas
mi pelambre o mi sonrisa cuarteada por el sabroso
tiempo arrepollada lechuga jilguero entumecido
a la caída del sol anillado arroz que Cynthia
picotea con labios anillados manzanas con semillas
de mirada de Cynthia nueces como cerebros
de jilgueros y encima de la mesa he puesto la
rosa de negro jugo nuestro oh sangrienta trompa
de la tortuga la rosa con el gesto arrepollado de
mi oreja escuchando ese sonido a frito de la
tierra que chupa del crujido del alpiste y del
ronroneo de la pequeña fiera saciada que se
lame junto
a una banana pintona como un jaguar.



El taco de reina




Qué difícil dilema explicarte "yo soy esto y al
mismo tiempo lo otro" te dije pero cómo sino
a través de un ejemplo ·sencillo pongamos por
caso el taco de reina
que crece entre un revuelto de pálidas lombrices
tocadas apenas por un vago rosa de atardecer
con viento y tiene hojas redondas o casi redondas
con un tallo que no las toma por el medio
y venas enruladas bohemias sí pero por
contraste los nervios principales que parten del
centro de la hoja espero que me sigas porque
esto es fundamental para nosotros son firmes
y rectos
y no los frutos pelotitas de panza verde partida
por una grieta vertical tratamos ahora sino en
cambio las flores pimpollos ladeados primero
campanillas después de interior dividido con
cabo terrestre y cabo al vacío libre para el soplo
del que tanto te hablé y en ese cabo del
cielo dos pétalos de pronunciadas líneas moradas
hacia el vértigo dibujando la figura de la
infinita caída y tres pétalos enfrente lisos contentos
desprovistos de las rayas del pozo que
absorbe pero esto es lo que quiero en definitiva
hacerte notar
en el punto exacto de intersección entre el total
de la flor y el tallo de la tierra donde se encaran
los pétalos lisos y los rayados los de la
vida y los del miedo varios pistilos rojos con
extremos de polvo amarillo rodean adorándolo
a un cuerno de oro de becerro de oro tal vez
y lo hermoso lo extraordinario es eso en el centro
en el medio un solo rayo para las dos mitades
moraleja lo que no piso con mi taco de reina
flotante lo que aferro con mi tallo desordenado
y busco tanteando con mis caprichosos rulos y
encuentro con mis antenas estiradas en realidad
se junta
apenas hallo manera más clara de expresarte
la muy alegre ronda de llamas con que te quiero
danzando alrededor.




ALICIA DUJOVNE ORTIZ (1939, Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
Alicia Dujovne Ortiz nació en Buenos Aires y vive en Francia desde 1978. Ha desarrollado una importante trayectoria como periodista, que inició en el diario La Opinión, prosiguió en varios medios de Francia y Argentina y continúa actualmente en La Nación. Fue también asesora de la editorial francesa Gallimard. Es autora de las biografías María Elena Walsh (1979); Maradona soy yo (1994); Eva Perón. La biografía (Aguilar, 1996); Dora Maar, prisionera de la mirada y El camarada Carlos (Aguilar, 2007). Como novelista, ha publicado El buzón de la esquina (1978); El agujero de la tierra (1980); El árbol de la gitana (Alfaguara, 1997); Mireya (Alfaguara, 1998); Anita cubierta de arena (Alfaguara, 2003); Las perlas rojas (Alfaguara, 2005), La muñeca rusa (Alfaguara, 2009), Un corazón tan recio (Alfaguara, 2011), La Madama (Emecé, 2014), La más agraciada (Emecé, 2015) y La procesión va por dentro (Marea Editorial, 2019).  También ha escrito obras para niños y jóvenes. Ha recibido importantes distinciones, como la beca John Simon Guggenheim Memorial Foundation, Premio Konex de Platino, 2014, y sus libros han sido traducidos a más de veinte lenguas. 
De: "Recetas, florecillas y otros contentos", Editorial Rayuela, 1973
Imagen: Los 7 Locos



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