Milo de Angelis: los camiones pasan lentamente, cargados, en el fondo de la curva | El poeta ocasional

Milo de Angelis: los camiones pasan lentamente, cargados, en el fondo de la curva


La lentitud




"Quería que todos se detuviesen"
dice
con la bufanda apretada
mientras cruzamos los charcos
“no quería volverme distinta"
y son confusas las palabras, entre los pasos, hoy,
en los bordes de la acera
“Jiskova está lejos
y nunca sé nada de los demás” y mientras tanto
empieza este campo, en el fondo de la avenida
el olor de los patios
después de los últimos tranvías “...cuál alegría... de qué
hablas... te alcanza este...
...este amor lleno de deberes... donde
como máximo se es perdonado... los que pueden...
...te conformas con esto...”
pero hay demasiado viento, y palabras llenas de consonantes
para decir que se acaba
y silabeamos “nerozumìm, nerozumim”
en la mañana como en el rubio pálido
una cosa inaferrable
que resbala sobre el asfalto, una vez sola
"...pero ahora la prueba es para nosotros...
nosotros que no podemos ver...” los camiones
pasan lentamente, cargados,
en el fondo de la curva
y los muros de estas casas, el olor a cocina
"dónde estás" me pregunta, en un idioma
indemostrable, y no habla.



La lentezza



“Volevo che tutti si fermassero"
dice con la sciarpa stretta
mentre attraversiamo le pozzanghere
"non volevo diventare diversa”
e sono confuse le parole, tra i passi, oggi,
ai bordi del marciapiede
“Jiskova è lontana e non so mai degli altri” e intanto
inizia questa campagna, in fondo al viale
l'odore dei cortili dopo gli ultimi tram "...quale gioia... di cosa
parli... ti basta questo...
...questo amore pieno di doveri... dove
al massimo si è perdonati... quelli che possono...
...ti accontenti di questo..."
ma c'è troppo vento, e parole piene di consonanti
per dire che finisce
e sillabiamo “nerozumim, nerozumim”
nel mattino come nel biondo pallido
una cosa imprendibile
che scivola sull'asfalto, una volta sola
"...ma ora la prova è per noi...
noi che non possiamo vedere...” i camion
passano lentamente, carichi,
in fondo alla curva
ei muri di queste case, l'odore di cucina
“dove sei” mi chiede, in una lingua
indimostrabile, e non parla.


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Traducción: Javier Barreiro Cavestany
Fuente: Fondo Hugo Gola
Imagen: Alchetron


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