Odysseas Elytis

poesía griega

Lo ulterior de los sábados




Shshsh...nada ya, nada blanco o terso nada ya Embriagador,
melodioso, nada; ninguna nube iluminada
            por detrás

Ni siquiera compañía humana

Algo fúnebre, desfalleciente, luego que el día de la Pasión
Comenzó a inclinarse hacia el costado y a hundirse
              lentamente
Qué alma parte y huele
El aire tan intensamente que no resisto más
Shshsh...nadie sabe en medio de la oscuridad, salvo Allá
arriba entre los guijarros, escucha, ruidos de otros
mundos como de pescadores o
de cuerpos que penetran uno en el otro mientras tiembla todo alma
El cielo
y una estrella encuentra inesperadamente valor para tocar tu frente
parto lleno de errores de besos que permanecieron sobre mí
y qué hermosos los cipreses en lo alto

Qué hermoso también que comiencen a adquirir de nuevo otro fundamento
Los acontecimientos celestes. Los jacintos de los astros, las tristezas, los perfumes
y otras viejas sensaciones que perdiste más allá de la materia del cielo
He aquí que ahora toman forma: la piedra y la tumba y el soldado
Los blancos velos de las mujeres y la larga Procesión de los que murieron injustamente

Tiempos que hace mucho me dejasteis
huérfano y no hallé sostén en ninguna parte
Shshsh...pero nadie, nadie sabe. Ni siquiera el viento
Si es el viento el que enloquece cuando piensas. Te
vuelves confiable por ti mismo
Pues
        tus manos estaban acostumbradas
        a jardines arbolados donde
El mar entra y se retira llenando todo de pequeñas flores
Sopla el viento, sopla y se reduce el mundo. Sopla Sopla y se acrecienta
el otro mundo; la muerte el mar
        glauco e interminable La muerte el sol sin ocaso.


ODYSSEAS ELYTIS (1911, Heraclión / 1996, Atenas, Grecia)
Imagen: trianarts.com

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