Frank Stanford | El poeta ocasional

Frank Stanford



Todos los que están muertos 






Cuando un hombre ya sabe que otro 


lo anda buscando, 

el hom­bre no se oculta. 

No se espera 

a pasar otra noche 

con su esposa 

o a acostar a sus hijos. 

Se pone una camisa limpia y un traje oscuro, 

y va a la barbería 

para dejar que otro lo rasure. 

Cierra los ojos, 

se recuerda a sí mismo cuando niño, desnudo 

y recostado en una roca junto al agua. 

El hom­bre pide, luego, la loción especial. 

Los viejos se colo­can junto a la silla, en fila, 

y el bar­bero rocía un poco a cada uno 

de ellos en las manos. 




LA LUZ QUE VEN LOS MUERTOS


Son muchos los que vuelven
Después de que alisó el doctor la sábana
En torno de su cuerpo
Y salió para hacer una llamada.

Han muerto pero viven.

Se les conoce como los muertos que vivieron a través de sus muertes,
Y en mi familia
Se les tiene por sabios y honestos.

Flotan fuera de sus cuerpos
Y se prenden del techo como una palomilla,
Siguiendo los afanes de todos los demás en torno suyo.

Las voces e imágenes de los vivos
Se van desdibujando.

Un bramido los traga
Bajo las ruedas de una tiniebla sin dolor.
En la distancia
Hay alguien
Parecido a un guardavía que agita una linterna.

La luz, flor blanca, crece.
Se vuelve muy intensa, como música.

Ven los rostros de gente a la que amaron,
Los que en verdad murieron y hablan dulcemente.

Ven en un sembradío a su padre, sentado.
Terminó la cosecha, y su silla de mimbre fue arreglada.
Lleva una toalla alrededor del cuello
Con olor a loción.
Luego ven a la madre
De pie, a espaldas suyas, con un par de tijeras.
Sopla el viento.
Ella le corta el pelo a él.

Los muertos han contado historias como estas
A los vivos.



FRANK STANFORD (1948, Richton / 1978, Fayeteville, Estados Unidos de Norte América)
Nota y traducción: Hernán Bravo Varela 
Imagen: thirdmanrecord.com
Leyenda aún oscura de la poesía esta­dounidense del siglo xx; a menudo com­parado  con Whitman y Rimbaud, Frank Stanford (Richton, Mississippi, 1948-Fayetteville, Arkansas, 1978) se suicidó poco antes de cumplir los treinta años. Incursionó en el cine y la edición independiente. Pese a su corta vida llegó a publicar casi una decena de volúmenes, incluido El campo de batalla donde la Luna dice que te amo [The Battlefield Where the Moon Says I Love You], de 1977, un poema épico de más de quince mil versos sin estrofas ni puntuación. La poesía reunida de Stanford, What About This [¿Y qué me dices de esto?], publicada este año por la prestigiosa editorial Copper Canyon, ha llamado poderosamente la atención de críticos y lectores en todo el mundo, e incluye cientos de páginas inéditas en verso y prosa. Los poemas aquí presentados constituyen, con toda seguridad, las primeras versiones al español de la vasta, magnética y a menudo escalofriante obra de Stanford.*

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