Javier Villafañe | El poeta ocasional

Javier Villafañe




El gran paraguas





Cuando llueve

y qué hermosa es la lluvia

los preparativos de la lluvia

los colores

las formas de las nubes

los insectos que salen en legiones a quemarse en las lámparas

el alboroto de los sapos

los viejos amigos de la lluvia desde el diluvio

cuando Noé salió en el arca de Noé

con viento favorable y el permiso de Dios

y miles de parejas según sus especies

y era afuera la lluvia

y era adentro del arca diversión y barullo

y hasta hubo fornicaciones

porque muchas hembras bajaron preñadas.

La lluvia, la lluvia.

Pero cuando llueve afuera en el patio

y también llueve adentro de la casa

y la mujer y el hombre corren buscando cacerolas

palanganas, baldes

y la cuna del hijo la llevan de la sala al comedor

la pasean igual que la naranja de la ronda

y se mojan el ropero, el pan, el diario, el arroz

y el hombre y la mujer vuelcan en el patio las cacerolas

las palanganas, los baldes llenos de lluvia

y vuelven a ponerlos al pie de las goteras

entonces

es cuando el hombre, el jefe de familia piensa

en abrir un paraguas adentro de la casa

y hacer canaletas por donde corra el agua

pero tiene que ser un gran paraguas

porque el jefe de familia no piensa solamente en él

su mujer y su hijo

sino también en los parientes, los amigos, los vecinos

en las visitas que pueden llegar un día de lluvia

y en el mendigo que está afuera mojándose

y decirle: "Pase usted, señor

esté con nosotros debajo del paraguas."




Javier Villafañe (1909 / 1996, Buenos Aires, Argentina)


De: "El gran paraguas", Ediciones La Rosa Blindada, 1965

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