Jorge Fondebrider | El poeta ocasional

Jorge Fondebrider

Jorge Fondebrider



Este no es un mundo plano de ficciones
donde alguien dice y otro escucha. Hay mucho ruido,
alrededor hay mucho ruido y el viento que trabaja,
las ramas de los árboles se mueven contra el cielo
y el cielo se refleja sobre el agua del estanque
donde hay un plástico que flota. Y más allá,
al lago lo surcan unos patos. Sin ganas,
los patos se recortan sobre un telón de fondo con palmeras,
y faltan los aviones,
también faltan los coches, claro, que cruzan la avenida.
A todo esto, una mujer ventruda,
de buzo azul, empuja un árbol
para elongar las piernas. Un viejo en pantalones
cortos, con músculos brillantes. Nada,
nada propone nada al paso de la tarde.
¿Cómo se ven las cosas desde la orilla opuesta?
Las cañas desde el aire ¿se ven como las veo desde aquí?
Pasé los treinta y ocho.
Y hay rostros y hubo fechas por distracción borrados,
por ilusión mentidos, por omisión secretos y otras tardes
y habrá seguramente muchas otras
tardes de sol, de invierno. No se puede
evitar una marcada desconfianza
al ver que las palabras presentan lo que pasa en una sola dimensión.


JORGE FONDEBRIDER (1956, Buenos Aires, Argentina)

De: "Los últimos tres años", Libros de Tierra Firme, 2007)

0 Comentarios