John Brinnin

John Brinnin

Remando en Lincoln Park




Tú eres, en 1925, mi padre;
con sombrero de paja, recatado, soy tu único hijo;
A través de la luz de cebra en abanico del lago
nuestro bote alquilado se desliza sobre la luminosa calma.

Y estamos ansiosos, llegados a este
primer cuadro vivo de nosotros mismos; y tus ojos que miran
atónitos mis nueve años osados,
mi consciente corazón que oye el clic de los toletes
y se llena de datos privativos de ti...
Cómo Francia es rosa, cómo el mediodía no tiene sombras,
cómo los malos ángeles rebeldes cayeron
de esa altura de marfil, y cómo ardieron.

Y tú estás vagamente debilitado y proyectas
una sorpresa de peniques, algún gesto directo,
por ser orgulloso e inarticulado, tu mente
dramática y agitada, sorprendida por el amor,

en silencios herméticos como este
retorna la magra mano ancestral, la voz
de lo no cumplido con su toque de navaja
exhortando nuestro disperso aliento a decidirse.

Y padres e hijos en sus mutuos ojos,
intercambian (un momento vasto y volátil)
la mirada de los paralíticos, o las noticias
de los constructores sobre la invadida tierra.

Ahora tengo veintidos años y tu estás muerto,
Y tarde en Lincoln Park los remeros pasan
contrariados en sus odiseas, el lago
no es deslumbrante ni ancho, sino oscuro y trivial.


JOHN BRINNIN (Halifax, Canadá, 1916 / Florida, EUA, 1998)
De "Poets on Poetry" por Howard Nemerov, 1996
"La poesía y los poetas", Editorial Hobbs-Sudamericana, 1973
Traducción de Ana Weyland, Eduardo Masullo, Rubén Masera y Carlos Viola Soto
Imagen:etsy (JMB en el centro)

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