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Rubén Darío


Yo persigo una forma. . .



Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.
 Adornan verdes palmas el blanco peristilo; 
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga. 


poesía nicaraguense, El poeta ocasional

RUBÉN DARÍO (Félix Rubén García Sarmiento, 1867, Ciudad Darío / 1916, León, Nicaragua)


Francisco Ruiz Udiel

Francisco Ruiz Udiel


Gesto desvanecido en esquina de una estación



Esta estación no será más una estación,
quedará únicamente mi gesto desvanecido
en el polvo de alguna ventana,
si acaso hay ventanas,
si acaso decido en las estaciones
desamparar algún gesto.

Esperaré junto a las cabinas telefónicas
a que las horas se desvanezcan azules
en mi cigarrillo encendido
de mirada triste e inclinada,
me verán apretar la mandíbula
para masticar, como las aves
que emigran de una tierra a otra,
cualquier bocado de aire
sin saber qué les espera.

El aire se ha vuelto amargo
y aún no sé en qué otras estaciones
abordará mi soledad otro cuerpo.



Deja la puerta abierta

A Claribel Alegría


Deja la puerta abierta.
Que tus palabras entren
como un arco tejido por cipreses,
un poco más livianas
que la ineludible vida.
Lejos está el puerto
donde los barcos de ébano
reposan con tristeza.
Poco me importa llegar a ellos,
pues largo es el abrazo con la noche
y corta la esperanza con la tierra.
Dondequiera que vaya
el mar me arroja a cualquier parte,
otro amanecer donde la imaginación
ya no puede convertir el lodo
en vasijas para almacenar recuerdos.
Me canso de despertar,
la luz me hiere cuando ver no quiero.

El viaje a Ítaca nada me ofrece.

Si hubiera al menos un poco de vino
para embriagar los días que nos quedan,
embriagar los días que nos quedan,
             que nos quedan


FRANCISCO RUIZ UDIEL (1977, Estelí / 2011, Managua, Nicaragua)
Imagen: cronicaantropologica.blogspot.com

Carlos Martínez Rivas


Carlos Martínez Rivas

Día y noche golpeaba el pie de tu sonrisa.



Pero tú no me
oías. Te llamé con abejas...

y nada. Con
gorriones... tampoco. Con caballos...
y tu pecho seguía cerrado.

Hasta que un día,
cuando todo era
inútil y la cosa parecía perdida,
se me ocurrió
llamarte a ti contigo misma.
Y por medio de ti
llegar a ti. Y di en el clavo.

Fue leve, como un zarpazo de violeta,
como un puñetazo de abanico. Pero sonó la aldaba,
rechinaste... y te fui abriendo toda,
como una puerta, y penetré en tu nombre.

Por eso, y desde entonces:
Para el día y la noche.
Para los dolorosos y quebrantados ojos
que dejaste perdidos. Para todos los días
y todas las noches de la vida. Para que el mar y el
fuego

te coronen y tejan para ti una guirnalda.

Para que el viento venga. Para que el vino venga
y te diga: "¡Levántate y anda!
Corta un racimo de uvas, y sígueme".

Para que pidas todo lo que te dé la gana:
El laurel,
el espejo,
la guitarra.
El lirio
blanco como una niña después de un accidente.
El árbol,
la pianola,
el reloj,
la naranja.
El paisaje que espera en el fondo del vaso
dar de beber al ojo lo que no bebió el labio.
El frutero en donde cabe todo el verano,
y el sofá dentro de una pecera con violines.

La fuente donde el líquen sueña sus catedrales.
El clavel que en el tallo se enciende como un fósforo
y el pájaro que sueña atornillado a un trino.

En fin para que todas las cosas de la tierra.
Para que todas las cosas trémulas y hermosas de la tierra
descansen en el hueco
de cada una de esas manos tuyas que yo amo
y en doble arroyo lleguen hasta tu boca pura:
te levanté una rosa lo más alto que pude.
Te he construido una casa sitiada por la espuma.
Pon el oído en esa rosa, y oye lo que su olor te dice.
Húndete en esta casa que te hice, y habítala.
Y bébete esta copa de agua con golondrinas.

Porque tú... Pero espera. No vayamos tan lejos.
Creo que ya va siendo hora de que me explique.
Yadira, aquí me tienes:
solo, como los monogramas en los pañuelos.

Y desde Granada, desde el Colegio.
Sobre mi ventana que da al Lago de Nicaragua,
y en esta hora, te recuerdo, y pienso:

Era entonces en San José de Costa Rica...
En el Barrio Amón, y en la misma esquina de tu casa,
de tu casa con barandas...

Ahora ya de lejos,
toda la ciudad cabe en tu pequeño nombre.
Y por eso, hasta las cosas más pequeñas, todo,
lo tomo y lo empujo hacia ti para que brille.

Me refiero a las vueltas alrededor del parque,
a los discos en moda de ese tiempo;
a las interminables partidas de ping pong
en el asueto de los sábados por la tarde.
A tus vestidos con un barco bordado en la bolsa,
y a los paseos en bicicleta
por los alrededores de la capital...
Cosas que no valen la pena,
pero que yo las canto -y lo hago ardientemente-
porque en torno de esto hay algo tuyo que se reune:
un desprendido pétalo que llega de tu cielo.
Un pedazo de espuma caído de tu espuma.
Un resto de palomas, una pelusa de alma.
Pero es el caso que yo no me conformo con eso.
Que ninguno de nosotros puede conformarse con eso.

Porque tú no eres únicamente
esa niña que juega ping pong, sonríe,
y se vuelve manzana cuando cumple quince años.

Hay algo más en ti. Esa tu otra tú
que te aguarda en el sueño de tu desnudo puro.

Y a esto es, precisamente, a lo que vengo:
vas a emprender un viaje que nunca habías hecho.

Conmigo. Tú y yo, solos. Nosotros dos, volando
hacia los otros dos nosotros que nos esperan
allá, sobre las nubes de luz fría,
entre un camino de lámparas, paseándose,
altos, eternos y definitivos.

Prepárate. Iguala
tu reloj de pulsera con el reloj del aire.

Y ahora mismo, mientras todos bailan,
y en tu puerto el alcalde y el comandante juegan
una partida de ajedrez para mientras llega el barco,
tú y yo nos vamos.

Deja que todo quede como está, en desorden.
Y date prisa. Tenemos todo el día por delante
pero el camino es largo.
Llegaremos allá cuando las estrellas brillen.

Prepárate para el salto.
Y que el aire sea con nosotros.
Listos.
A la una...
a las dos...


y a las...

tres!


CARLOS MARTÍNEZ RIVAS (1924, Puerto de Ocoz, Guatemala / 1998, Managua, Nicaragua)
Enlaces: Escritores nicaragünsesPoesía nicaragënse
Fuente: Facebook Ignacio Uranga
Imagen: Fuente:archivo.laprensa.com.ni

Ernesto Cardenal



Oración por Marilyn Monroe    



Señor 
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe, 
aunque ése no era su verdadero nombre 
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años 
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...


Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo —de mármol y oro— es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
                                                                se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.


Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.


Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
                                                                       ¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
           porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
           la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.


Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
            ¡contesta Tú al teléfono!




poesía nicaraguense, Marilyn MonroeDe: "Nueva antología poética Ernesto Cardenal", Siglo Veintiuno editores, 1978
Enlaces: aquí
Imagen: informador.com.mx

Ernesto Cardenal: La galaxia de Andrómeda



poesía nicaraguense, AndrómedaIleana: la Galaxia de Andrómeda,.
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
De: "Nueva antología poética", Sihlo XXI Editores SA, 1978
Imagen: justpushthetempo.blogspot.com

Salomón de la Selva


Noticias de Nicaragua



Puesto que Nicaragua entró en la guerra,
lo justo es que el obispo diga misas
por el triunfo de las armas aliadas.

En las tertulias y en las barberías
se malgasta saliva
defiendo "la causa".

Ya no pueden los periódicos
con los sonetos a Bélgica
y las odas a Francia.

Pero cuando supieron
que venía a la guerra yo,
nicaragüense,
a pelear por Nicaragua,
los beatos,
y los discutidores en público,
y los hacedores de versos,
convinieron en que yo estaba loco.



Granadas de gas axfisiante



Plo-plo-plo-plo hacen las granadas,
y cuando caen, plum.
Y en los días de sol su humo es una nube amarillenta,
y en los días de lluvia de una blancura esplendorosa.
¿Quién no se acuerda de los cuentos de hadas?
¿De los genios, de los duendes, de los gnomos?
¡Plo-plo-plo-plo...plum!
¡plo-plo-plo-plo...
plo-plum-plo!

El gas que he respirado
me dejó casi ciego,
pero olía a fruta de mi tierra,
unas veces a piña y otras veces a mango,
y hasta a guineos de los que sirven para hacer vinagre
y aunque de sí no me hubiera hecho llorar,
sé que hubiera llorado.



SALOMÓN D ELA SELVA (León, 1893, Nicaragua / París, 1959, Francia)
De: "El soldado desconocido", 1922)
Enlaces: Anales de literatura hispanoamericana / José E. Arellano

Ernesto Cardenal

Managua
Managua, 6:30 p.m.



En la tarde son dulces los neones
Y las luces de mercurio, pálidas y bellas ...
Y la estrella roja de una torre de radio de
en el cielo crepuscular de Managua
es tan bonita como Venus
y un anuncio ESSO es como la luna

Las lucecitas rojas de los automóviles son místicas
(El alma es como una muchacha besuqueada detrás de un auto)

                   TACA BUNGE KLM SINGER
                   MENNEN HTM GOMEZ NORGE
                   RPM SAF OPTICA SELECTA

¡Proclaman la gloria de Dios!
(Bésame bajo los anuncios luminosos oh Dios)
                   KODAK TROPICAL RADIO F & C REYES
en muchos colores
deletrean tu Nombre.
                   "Transmiten
la noticia ... "
Otro significado
no lo conozco
Las crueldades de esas luces no las defiendo.
Y si he de dar testimonio sobre mi época
es éste: fue bárbara y primitiva
pero poética.


ERNESTO CARDENAL (1925, Granada / 2020, Managua, Nicaragua) 
De: "Antología", Editorial Nueva América, 1986
Imagen en Vatican News

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