De una selección recientemente editada en España, encontré en la red dos poemas de Robert Nye difundidos por entusiastas usuarios de las cadenas sociales. Gracias: conocí y leí, aunque mínimamente, a Robert Nye. Dos poemas, del primero sólo la traducción, no se reveló una imagen del texto en inglés. Con el otro poema, 'Casi un danzante', tengo una observación. El término dominante es 'danzar'. Prefiero 'bailar'. Aquel insinúa un rito, bailar evoca lo festivo.
Jugadores
Dos apuestas hizo mi padre el día en que murió.
Encontramos el resguardo doblado en su cartera.
Ambos caballos perdieron. Esa es mi herencia.
No es por nada, no, excepto este absurdo resquemor
De querer dejar sin blanca a la jodida casa de apuestas
Tan solo una vez antes de morir. Solo una, por favor, Dios.
No es por el dinero, aunque estaría bien,
Es en venganza de tantos años de pronósticos adversos.
Casi un danzante
Una vez, en una colina en Gales, un día de verano
casi dancé al creer descubrir la alegría.
Más de una hora pasé tumbado
contemplando las nubes, soñando.
Mientras allí yacía escuché el canto de una alondra .
Era una canción tan dulce que tocaba el filo del dolor.
Soñé que mi cabello era uno con las hojas
y que mis piernas se enraizaban en la tierra.
Riendo despierto, allí tumbado al sol
supe que no había más que saber.
No es de extrañar que al incorporarme
me apeteciera danzar. Casi dancé
Casi dancé de alegría, casi lo hice.
Pero algunos no danzan, y ya está.
Una noche, sin duda, yaceré para siempre.
Y cuando lo haga, quizá finalmente dance.
Mientras tanto, guardo el recuerdo de aquel día
en el que casi dancé, una vez, en Gales.
An Almost Dancer
Once, on a hill in Wales, one summer’s day
I almost danced for what I thought was joy.
An hour or more I’d lain there on my back
Watching the clouds as I gazed dreaming up.
As I lay there I heard a skylark sing
A song so sweet it touched the edge of pain.
I dreamt my hair was one with all the leaves
And that my legs sent shoots into the earth.
Laughing awake, I lay there in the sun
And knew that there was nothing to be known.
Small wonder then that when I stood upright
I felt like dancing. Oh, I almost danced,
I almost danced for joy, I almost did.
But some do not, and there’s an end of it.
One night no doubt I shall lie down for good
And when I do perhaps I’ll dance at last.
Meanwhile I keep this memory of that day
I was an almost dancer, once, in Wales.
Robert Nye (1939, Londres, Inglaterra / 2016, Cork, Irlanda)
De: "Poesía esencial", El Desvelo, 2019
Traducción: Imanol Gómez Martín
Enlaces: El Cultural
Imagen: Alchetron