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Luis Eduardo Alonso


Trabajo a tristeza




quién sólo vendió y vendió una nada que arrastraba blandiendo como un demente
y vio sus sueños en grandes letras prenderse y apagarse LEVI'S FORD
quien fue tornero
o pintor o telefonista alucinada por ser hermosa en la habitación 44 del loquero
quienes soñaron que no tenían que comer y al despertar nunca tenían que comer
quienes sin estar borrachos sólo salían de las fábricas sabiendo que no hay más trabajo

quienes saltaron desde un edificio poseídos a altas horas de la desesperación
y frente a la Naturaleza muerta de las máquinas fueron felices con un pico y una piedra
quien en vano puso a su almacén nombres como EL PORVENIR EL TRIUNFO
quien fue portuario y boxeador y nuevamente portuario
y quien se mató por miedo a todo esto o creyó en Dios en Perón
mientras la mujer
ay mi madre lavó treinta años el mismo plato tras la melancolía de la jaula de los canarios
Son golpes a la cabeza, al estómago
Loche esquiva en un  ring donde los héroes sucumben bruscamente
y aplaudimos
semejanzas
parentescos entre los ídolos y el pueblo
esquivar los golpes y quedar intactos
hemos dejado las alas quietas ante un liberalismo que chorrea nuestra sangre
años quemados en el propio fuego que encendimos y votamos
                                                   aunque sea yeta nombrarlo
vivimos muy tristes, trabajamos
a tristeza


De: "Sudestada", Colección Mascaró, 1999

Luis Eduardo Alonso: No hay pecado y arroja la red


poesía argentina, el mar



El muelle animal cansado
ocultas tu pie en la agua seguro de ser más bello
y me deshonras
Entonces qué hierros alzas desesperadamente doblados
Qué sueñas con ese amanecer que te ilumina
La mar no te vence y la derrotas
y entonces también yo
puedo soñar



Pero el viejo pescador conserva del tiempo un vaivén de reloj
él orina tristemente en la proa
se abandona sobre el océano
ay sus pensamientos
sólo estuvieron en la mente de los esclavos y los genios
No hay pecado
y arroja la red



No hay nadie en la bahía y en la noche las olas llaman y llaman
nadie responde
Qué triste
tu vida estará siempre atardeciendo en aquella costa sola

a veces en las playas serenas descubro que todo está concluido
y sólo esta luna me defiende


LUIS E. ALONSO (1951 / 2002, Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
De: "La mar", Ediciones La lámpara errante de poesía, 1982
Imagen: "Paseo a orillas del mar", de Sorolla en valle-fernandez.blogspot.com

Luis E. Alonso: Soplar en el viento


Soplar en el viento    




he vuelto a ver un hombre que deseó escribir una melodía que te

volviera completamente loca nena
que soñó un empleo donde tocar la armónica y soplar en el viento,
soplar en el viento
los días de oro, las edades del dulce hartazgo
una foto de Radiolandia con los ojos puestos en un lugar
magnífico
y ese hombre no es Bob Dylan, los Rolling Stones cantando
pasemos la noche juntos
no es el muchacho en moto que ves pasar por esas autopistas
llenas de avisos comerciales
ni ha escrito la melodía perfecta donde por un instante has oído
el paraíso
Ese hombre es Paco que trabaja en una carnicería



Perdón



ahora que estoy dormido y me ha tocado el corazón para saber si aún vivo

te siento como Malena más buena que yo
y repito que cruzar el Riachuelo en bote No fue una hazaña aquella vez
sino un símbolo de amor como tu mano apretándome ahora
como aquellos caballos abrazados que vi cuando partía en busca de oro
para volver pobre como Juan de Garay con estos versos que decían te amé como se aman los caballos
aunque debí escribirlo en otro poema por dar belleza este paisaje que odio
perdón por el mundo
por simular estar dormido para que no quites la mano del corazón.



poesía argentina, sudestada
LUIS E. ALONSO
 (Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 1952 /2002)
De "Sudestada", Colección Mascaró, 1999
Imagen: foto de Daniel Grad en www.revagliatti.com.ar

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