Mirada
A Noelia
He visto una nube amamantar jaurías de babosa
no he visto en cambio a la noche atragantarse de pezones ardiendo
y aún sin verlo sabría cuándo calla un útero al viento
¿Has visto a un hombre amamantar diez hijos y morir menstruando
arroyos de ginebra?
¿Intuirías en el aliento de una madre ese espinoso crujir de madrugadas?
¿Has imaginado a un niño pez desactivar almas de mariposa en el
columpio al dormirse?
¿Besarías a un moribundo jabalí mientras gime su último cántico para
desdoblar su aura?
Me pregunto por las angustias de un atolondrado desierto
la premura de un ánima en su portal de sabuesos
o por el trueno que la sangre deja al rezar
De hecho entregaría mis ojos a la hambrienta parca
con tan sólo saborear en rocíos el rumbo umbilical
de mi asesinada abuela en el hospital
Ellos
A Diana
Ella
de su vagina salían muchos cangrejos rosados y verdes con amarillo y
arrastraban fuego en la baba que dejaban
llegaban a sus pies mordidos y desilachaban las uñas como a un pastel
Él
de su pequeño pene salían animales hambrientos y perros tragafuegos
y el silencio les era insoportable así que entre los pelos del cuerpo
se arrastraban lentamente
Ella
su madre murió de espalda con las piernas abiertas sin estallar magnolias
los niños de la muerte lamían sus orejas en la hora exacta
Él
murió como su padre angustiado viendo agujeros en el alma de su otro yo
No supo nada más
El hombre invisible sin manos se extinguió colgado de su último orgasmo
A Noelia
He visto una nube amamantar jaurías de babosa
no he visto en cambio a la noche atragantarse de pezones ardiendo
y aún sin verlo sabría cuándo calla un útero al viento
¿Has visto a un hombre amamantar diez hijos y morir menstruando
arroyos de ginebra?
¿Intuirías en el aliento de una madre ese espinoso crujir de madrugadas?
¿Has imaginado a un niño pez desactivar almas de mariposa en el
columpio al dormirse?
¿Besarías a un moribundo jabalí mientras gime su último cántico para
desdoblar su aura?
Me pregunto por las angustias de un atolondrado desierto
la premura de un ánima en su portal de sabuesos
o por el trueno que la sangre deja al rezar
De hecho entregaría mis ojos a la hambrienta parca
con tan sólo saborear en rocíos el rumbo umbilical
de mi asesinada abuela en el hospital
Ellos
A Diana
Ella
de su vagina salían muchos cangrejos rosados y verdes con amarillo y
arrastraban fuego en la baba que dejaban
llegaban a sus pies mordidos y desilachaban las uñas como a un pastel
Él
de su pequeño pene salían animales hambrientos y perros tragafuegos
y el silencio les era insoportable así que entre los pelos del cuerpo
se arrastraban lentamente
Ella
su madre murió de espalda con las piernas abiertas sin estallar magnolias
los niños de la muerte lamían sus orejas en la hora exacta
Él
murió como su padre angustiado viendo agujeros en el alma de su otro yo
No supo nada más
El hombre invisible sin manos se extinguió colgado de su último orgasmo
Escritor y artista multidisciplinario. Licenciado en Educación Integral.
Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA , 2007); Rabo de Pez Nuevos idiomas en la creación formato e-book (FEUNET, 2014), Ex sesos y asa res Borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016), El Blues de la Parca cuentos grotescos (AMAZON, 2017) y Creactivo II (AMAZON, 2017) entre otros publicados en internet, y en físico como coautor. http://enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com/
Envio de Ender Rodríguez