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Bruno Di Benedetto: No es leve lo que se esfuerza en mantenerse a flote.

Meditación de Ícaro en pleno ascenso



¿Qué es lo leve?
No mi cuerpo, no el cuerpo de mi padre:
nos sostenemos en el aire con furiosos aletazos.
El ansia de libertad nos dio estas plumas,
el odio a la cárcel la fuerza en el pulmón,
el ingenio nos hizo barcos en el aire,
un océano de seis direcciones: cuatro inocuas
y dos fatales: abajo el agua, arriba el fuego.
La levedad, dice mi padre, es el camino a media altura.
No le creo.
No somos leves, no flotamos: ganamos el sustento
con la fuerza del brazo y el sudor de la frente:
hace mucho se nos negó el paraíso de volar por volar.
Soy hijo de esclava.
Allí abajo está el laberinto, sus tripas retorcidas
por la mano de mi padre.
En esas piedras flota el extravío.
La locura terrestre es tener que elegir
entre dos caminos exactamente iguales:
por eso bato las alas con desesperación.
¿Pero qué es lo leve?
No es leve el colibrí, incapaz
de flotar sin su ración de néctar
y su velocidad de pesadilla,
no es leve la flecha que nos mata: la tensión
del arco, el pesado brazo que lo tiende,
no es leve la abeja, vean su tracción de polen,
escuchen el zumbido de su destino de obrera,
sientan el peso implacable de su hexágono de miel:
no es leve lo que se esfuerza en mantenerse a flote.
Pero es leve la ballena muerta con toda su osamenta,
es leve la semilla del diente de león en el viento,
es leve el vuelo de esas arañas en sus babas del diablo,
es leve el león en su salto sobre la carne viva,
es liviana y mortal la angustia que flota
sobre las pesadas piedras del laberinto de mi padre,
es leve la acometida salvaje de los amantes,
es leve el cadáver del ahogado, del prendido fuego:
la levedad de un cuerpo depende de la densidad
del elemento que lo sustenta.
Lo más liviano es el sol:
flota sobre la pesadez de la tierra
flota sobre la oscuridad
flota en su hambre de sí mismo
flota en su propia luz: allá voy.
Sobre el sol sólo flota el vacío:
en esa nada todo cae al mismo tiempo.



poesía argentinaOtros poemas de BRUNO DI BENEDETTO, aquí
Referencias: Facebook Ricardo Ruiz

Bruno Di Benedetto: A Miguel Ángel Morelli

Bruno Di Benedetto


ESCRIBIR EL BOSQUE 




¿Se podrá escribir un bosque? No contar el bosque, sino
construir el bosque con palabras: tallarlo con la lengua 
en ese bloque oscuro que es una precipitación de mil voces
en el vaso químico del tiempo: el reverbero de mil gargantas
muertas en una garganta viva, el fino espesor de mil bautismos.
El problema es que los bosques crecen desde abajo, y el poema
crece desde arriba: habrá que empezar a edificar en el aire:
necesitamos un pájaro que nos defina eso que llamamos cielo
que ni es cielo ni es azul, lo sé, pero pasa una bandurria
con su pico egipcio y su grito estridente y no hay lugar para dudas:
eso es el cielo, que es cielo y es azul en el corral de la montaña.
La montaña es fácil de hacer: empujar durante un millón de años
el basalto sobre el basalto, confiar en el fuego central del planeta.
Lo difícil es el bosque, su ciencia húmeda y oscura, su frescor:
el escalofrío que te da tocar la piel de un arrayán en pleno verano,
la sentencia del ciprés, el grito rojo de la lenga en el otoño,
la amistad del coihue con el agua, poner en palabras el amor
al coihue, sus filigranas al sol, el sol colándose apenas entre las hojas
el arroyo mínimo que te da de beber, el plano inclinado de tu deseo
de ser bosque, de ser árbol, la sombra que te ata a la tierra negra,
la tierra negra hecha de millones de cadáveres de pequeños bichos,
de hojas amarillas, de troncos podridos, de gusanos, de mariposas,
de gentes marrones, rojas, amarillas, blancas: gente igualada
por el reclamo del humus, juez implacable que no perdona
pero consuela: de lo negro vienes, a lo negro vas: 
el cielo de los árboles empieza por abajo.
Y de ahí nace el bosque.



Otros poemas de BRUNO DI BENEDETTOaquí
MIGUEL ÁNGEL MORELLI (1955, Coronel Suárez / 2020, Quilmes, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
Libros publicados:
Piedra blanca sobre piedra negra, 1980 (poesía).
Los signos de fuego, 1989 (poesía).
Fragmentos de un cielo impenetrable, 1998 (poesía) Faja de Honor de la SADE, 1999.
Humanos, casi humanos, 2009 (poesía).
Despojos, 2010 (poesía).
Despojos, 2010 (poesía).
Una sombra maldita, 2014 (narrativa).
Borges y el libro de los libros, 2019 (narrativa).


Bruno Di Benedetto




Tanguito del espejo







quisieras tocarlo a ese que está ahí

en el fondo

darle un empujón de luz en la nuca

decirle aunque sea nomás por señas

que las rajaduras son del vidrio

y no de la mirada

que no es el aliento

el que empaña

por más que respirar duela

quisieras besarlo a ese que está ahí

darle aunque sea nomás un tirón de orejas

feliz cumpleaños decirle

regalarle este lado de la vida

prenderle velitas



sos un santo decirle

mirá qué vida estás haciendo decirle

silbate un tango decirle

salí a mirar decirle

antes de que Algo apague la luz.






BRUNO DI BENEDETTO (1955,Provincia de Buenos Aires, Argentina)

De:www.dormiresunoficioinseguro.blogspot.com

Imagen: laseleccionesafectivas.blogspot.com


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