Declive
enfermo de noches demasiado amargas
amargas sombras
sobre el áspero muro pujan en las subastas
los perros ladran a la inalcanzable distancia
vino del sueño en el ánfora del cráneo
y sobre el mantel dispuesto por manos esqueléticas
manos que recogen otras manos de ramas muertas
iluminan los diluvios en las vidas sin salida
manos que llevan la palabra hasta la boca del niño
que llevan el niño hasta la boca del día
día tapizado de fuego que roza la audacia de las primeras veladas
en las que se aferra crispado a la cuerda de salvamento
cantas canciones de cuna en el idioma de tu luz
n la frescura de las noches présbites envueltas en mantillas de viento
madre de las canciones degolladas que la creciente ahoga
tu mano sabe agitar tanto tenue lenguaje
cuántos despojos los recién nacidos sobre las eternidades del sueño
mecen por turno al mundo en la concavidad de la ola cantarina
mientras en el fondo ya nevado de tu juventud
tus ojos renacen en la sangre de las cálidas interrogaciones
TRISTAN TZARA (Samuel Rosenstock, 1896, Moinesti, Rumania / 1963, Paris, Francia)
Fuente: "Antología de la poesía surrealista", de Aldo Pellegrini, Compañía Fabril Editora, 1961, Buenos Aires
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