Martín Rodriguez | El poeta ocasional

Martín Rodriguez


Balada de bienvenida




El Citroen se desmoronó. 
vi la montaña temblar mientras pasaba mi padre
como si llevara las doce tablas romanas;
lo vi gigante en ese sueño 
haciendo dedo, de chico parece 
que un padre viene de abrir cárceles,
de liberar presos. 
En medio de la ruta desierta 
un taxi que lo leve 
al bar de la avenida Callao 
y tipear la nota para entregar
en el juzgado, en las dos primeras
horas de un día cualquiera, 
como todos los días de todos los años esos 
que se pasó con una familia al hombro 
con hijos propios, ajenos, suyos. 
Los primeros colores del mundo se ordenaban 
en torno a él: la luz de la mañana 
lo encontraba ya despierto siempre. 
El primer burócrata de la sonrisa, 
mi primer amigo, mi padre, el primer café 
y la palmada. 
Lo vi en la ruta, haciendo dedo. 
El auto incendiado atrás. 
Vi a mi padre temblar, 
vi las montañas tambalear a su paso


poesía argentina
MARTIN RODRÍGUEZ
(1978, Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
De: "Balada para una prisionera", Caleta Olivia)
Enlaces: Revista Ruda
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