Anna Świrszczyńska


El mismo interior     



 Caminando hacia tu casa para una fiesta amorosa 
 vi en una esquina 
 a una anciana mendiga. 
 Tomé su mano
 besé su delicada mejilla,
 hablamos, ella era
 el mismo interior que yo soy, 
 de la misma clase,
 me dí cuenta al instante
 como un perro conoce por su olor
 a otro perro.
 Le dí dinero,
 no podía apartarme de ella.
 Después de todo, uno necesita
 a alguien que esté cerca.
 Y entonces ya no supe
 por qué iba caminando para tu casa.


Construyendo la barricada




 Teníamos miedo mientras construíamos la barricada
 bajo fuego.
 El tabernero, la amante del joyero, el peluquero,
 todos nosotros cobardes.
 La sirvienta cayó al suelo
 mientras arrastraba un adoquín, estábamos terriblemente asustados                                                             todos nosotros cobardes-
 el conserje, la señora-del-mercado, el pensionista.
 El farmacéutico cayó al suelo
 mientras arrastraba la puerta de un baño,
 teníamos todavía más miedo, la mujer-contrabandista,
 el modisto, el conductor de tranvía,
 todos nosotros cobardes.
 Un pibe del reformatorio se cayó
 mientras arrastraba una bolsa de arena,
 usted ve cómo estábamos realmente
 asustados.
 Aunque nadie nos obligaba,
 igual construimos la barricada
 bajo fuego.



He estado esperando




 Ese joven larguirucho tal vez medía un metro ochenta,
 ese trabajador de corazón ligero de Powisle
 que luchó
 en el infierno de la calle Zielna, en el edificio de teléfonos.
 Cuando le cambié el vendaje de
 la pierna que estaba despedazada
 gesticuló de dolor, y se rió.
 "Cuando termine esta guerra
 iremos a bailar, señorita.
 Yo invito".
 Lo he estado esperando
 estos treinta años.


poesía polaca
ANNA SWIRSZCZYNSKA
(1909 /1984, Varsovia, Polonia)
Imagen en thecitizen.es

0 Comentarios