La jaula
imagina tener una jaula
hecha de otra
de una antigua
estropeada
oxidada
reducida a polvo
imagina tener una jaula que dure
lo que tu mano
o la mía
tarda en tirar un puñado de polvo al aire
imagina tener un pájaro veloz
más rápido que su propio canto
un pájaro que pueda atravesar tu jaula volando
en un abrir y cerrar de alas
mientras tú
tranquilo
todavía buscas dónde colgarla
imagina que tu jaula sigue meciéndose
tan entera como al salir del taller
imagina que tú también sigues meciéndote
aunque sabes que algo así no es posible
que no existen ni la jaula
ni el pájaro
y que el polvo en tu puño
son tus cenizas
Fuente: Ediciones Liliputienses
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