Guillermo Ariel Seminara | El poeta ocasional

Guillermo Ariel Seminara


PLANTA        



Tengo una planta en el balcón    
que a cada lluvia devuelve 
otra de semillas: 
Un tupido cielo de estrellitas negras 
esparcidas ahora sobre el 
suelo inerte e inútilmente húmedo  
de mi balcón. 
Cuando me acerco, 
una vez las lluvias, 
la miro, supongo que buscando  
algún silencio que la explique, 
pero ella se mantiene (in)diferente, 
detenida en la quietud 
de su maceta bordó, 
tan bordó como el suelo que ignora  
y desde el cual yo escribo, 
casi triste (1) 
¿germinado? 
alejado de su verdad vegetal sin propósito  
creyendo en la vida  
después de las plantas, 
en las lluvias  
después de uno. 


(1) Por aproximación. Remite a ciertos episodios soleados, a siestas infantiles y a la contemplación visual en soledad de la figuras geométricas que suelen dibujar las baldosas de los patios.



CONCEPTUALISMO



Escribo la palabra "precipicio"
y me paro luego en el borde de ese [abismo pronunciado.
Sólo un paso me separa ahora de caer
en el lado universal de las cosas.
Porque abismo es una profundidad 
que sólo el lenguaje puede
construir.
Y de la que resulta una muerte -sin restos-
que excede por mucho

a la experiencia
sensible del morir,
que ninguno conocemos.



El GLOBO CAE



Un globo cae lentamente 
y se hace tierra contra el cielo
Y un poco más lejos de allí
el llanto de un niño perdido
le suelta la mano.





GUILLERMO A. SEMINARA (1965, La Plata, Buenos Aires, Argentina)
De: "Apuntes sublunares", Arranca Editorial, 2022
Enlaces: Los poetas no van al cielo | Letralia
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