Campo de posibilidades
¿Cómo dejar de vivir todo el tiempo,
preso de una gradación infinita,
agotando los espacios donde el ser reposa
—por momentos—
en el sillón de la percepción vacua
capacitando la visión del creciente polvo en un rincón sólido?
¿Cómo dejar de razonar un poco,
y abandonar la fisura del hiato,
ese afán de asechar la interminable sensación
de poder compactar toda locación psíquica,
hasta rumiar el campo de lo imposible
incapaz de ser abarcado por una sentencia?
La omisión
Los dedos que intentan
asir entre los pelos
aquellas letras
que ahora se me escapan
y decían
“hasta acá llegué”
o “llegamos hasta acá”
o “no llegamos sino hasta acá”
Mi cabeza como un canasto
entre los dedos
deja caer chorros de recuerdos
imágenes en cascada
La ruptura
que fue nuestra,
me rompe un vacío
que llaman alma,
¿o era angustia?
Leo libros entre los dedos
para recordar sensaciones
ansiosa invasión
de una anatomía en consumición
que no atrapa más que
ranuras y ojales,
ventanas y pozos ciegos
Los bordes,
como los dedos,
intentan asir
el atolladero de un volcán
el hueco sin fin
de los recuerdos.
EMILIO MALAGRINO (Cuidad de Buenos Aires, Argentina)
De: "Campo de posibilidades", Barnacle, 2022
Imagen en Tuut'Art, Andrew Wyeth
De: "Campo de posibilidades", Barnacle, 2022
Imagen en Tuut'Art, Andrew Wyeth
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