Emilio Malagrino

Campo de posibilidades     



¿Cómo dejar de vivir todo el tiempo,  
preso de una gradación infinita,  
agotando los espacios donde el ser reposa  
—por momentos— 
en el sillón de la percepción vacua  
capacitando la visión del creciente polvo en un rincón sólido?  
¿Cómo dejar de razonar un poco,  
y abandonar la fisura del hiato, 
ese afán de asechar la interminable sensación 
de poder compactar toda locación psíquica, 
hasta rumiar el campo de lo imposible 
incapaz de ser abarcado por una sentencia? 



La omisión 




Los dedos que intentan 
asir entre los pelos 
aquellas letras 
que ahora se me escapan 
y decían 

“hasta acá llegué” 
o “llegamos hasta acá” 
o “no llegamos sino hasta acá” 

Mi cabeza como un canasto 
entre los dedos 
deja caer chorros de recuerdos 
imágenes en cascada 

La ruptura 
que fue nuestra, 
me rompe un vacío 
que llaman alma, 
¿o era angustia? 

Leo libros entre los dedos 
para recordar sensaciones 
ansiosa invasión 
de una anatomía en consumición 
que no atrapa más que 
ranuras y ojales, 
ventanas y pozos ciegos 

Los bordes, 
como los dedos, 
intentan asir 
el atolladero de un volcán 
el hueco sin fin 
de los recuerdos. 



EMILIO MALAGRINO (Cuidad de Buenos Aires, Argentina)
De: "Campo de posibilidades", Barnacle, 2022
Imagen en Tuut'Art, Andrew Wyeth

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