6- mercado
aportando o en negro; también
fui delegado por los compañeros
de obra, tantos como uno, aluvial,
sin sofisticación y sin lecturas
pero dudábamos y comíamos
parecido; donde el mercado central
nos tocó enchufes y agua sucia.
picana y golpes. ¿ves? la paz
sea con otros.
8- verano
mi viejo muestra su negro ceño, tiende
ya la mano al sombrero, descubre otro
pequeño montón de canas y confortan
como una compañía los grillos y, más
que a un sentimental y a un provinciano,
el cielo nos pareció falso a ambos
y pasó el tiempo; bajé o bajamos
las pupilas de bueyes, era feriado
¿he de llamar sólo elíptico ese momento?
14- retiro, 1 de noviembre de 1959
me ahorraron otra explicación;
es sólo un lugar donde ir de mientras,
sito en algún pago al sur o al naciente;
detrás de mis diez y nueve años de vida,
atravieso la presencia fugaz
de los demás y todo un descampado
(lo que necesito para vivir
cabe en una valija) como quien
supiera que algo le espera y confía.
17-
a VAR
recordarás un día. el contacto de mi mano
en la tuya. el que ahora te ofrezco. sólo
diremos que era en junio, hace muchos años.
recuerdo un día sólo porque viene con tu nombre
mezclado. y lejos y muy cerca. y pronto.
como una ola, pronto. y donde todo acaba
o todo comienza. como mi padre me miraba
un día. suelo asentir a lo que decís. y sé
que eso me alboroza. ahora ya soy viejo
y lo comprendo, hija.
21-
siento que puedo recordar muy poco
de mi padre. mi padre extiende la mano
y me pregunta: ¿cuántos veranos fueron
así y después nada ocurrió? quizá mi memoria
no es del todo fiel. me gustaría poder contarles
una epifanía significativa, algo aceptable
como invención para que cualquier cosa
de su vida que hubiese sido buena no desaparezca
una aurora y no sienta que hablo de él como si fuese
uno de nuestra sangre que apenas llegué a conocer.
31-
llamabas desde uno de los teléfonos de la estación.
todo eso ya lo sabíamos. lo que pedíamos era que
ninguno tuviese que explicarlo. siempre íbamos a estar
a igual distancia en un tren camino de los juríes
o parados en la esquina bajo el farol. gracias,
en cualquiera de los dos casos. no olvidamos
a nadie, no olvidamos nada. no me olvides.
después pareció que teníamos poco que decirnos.
otra vez. y cortamos sin despedirnos.
De. "Los dados de la muerte", Barnacle, 2021
Otros poemas de ALBERTO CISNERO, aquí
Imagen: Chacareros por Antonio Berni
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