Eleonora González Capria

Eleonora González Capria


SÁBANA



Volvimos en un taxi
y adentro lo que había
no conocía el cielo.
Algunas cosas tienen que viajar siempre en tierra
y las que no
nacen igual a veces en cuartos bien cerrados.

Quizás el cielo le llegó entre sueños como una sábana
azul que se alejaba siempre, y al final 
despertaba temblando, pesadilla crónica
del deseo o del instinto.

Después soñé también mis propias pesadillas
el arrepentimiento
lo que nadie me supo explicar de guardarse
lo que debiera andar alto.
Ya en casa por las noches 
le cargábamos una manta encima
para que no soñara feo o despertara llorando.

Pero eso fue más tarde.

Primero nos lo dieron pájaro
adentro de una caja.


TEMA DE CONVERSACIÓN



Esa piedra, vos me decís, vino con la corriente
era la roca inaugural resto de monte suelto 
cosa de siempre de tu infancia.

Estás mintiendo. Esa palabra, cuando vivía,
salió de conejeras, de una noche
sin luz artificial, yo me acuerdo.
Quedaba blanco allá adelante
una mancha entre dos árboles
y cambié de camino
para pasar protegida por la sombra.
A oscuras, te expliqué, no me persigue mi cara.
Después hubo viento y después
hablamos. Eso era antes, un cuerpo de sonidos.

Vos insistís: oíme si siempre fue una piedra,
la guardo para dispararles
a los camiones por la ruta si me aburro
o algún día levantar una casa.



BORRADOR DE TRADUCCIÓN



La evolución de las especies tiene
barba de viejo
finas pilosidades 
de árbol fueguino, hongo de alga,
tiene quince picos por capítulo
hijos de la misma madre.
Es la cara de un hombre
que antes no fue Dios.
Lo que hay que traducir es el recuerdo
de ese origen bajo el agua buscando palabras como
océano, transmutación, pinzones,
lo que sin forma avanza por el tiempo
multiplicado,
encontrar el estilo de epitafia simbiótica, 
el rasgo variable de la lengua ajena.
Esta cola, por ejemplo, es más larga
y sobrevive.
Sobre el mundo material
podemos decir al menos esto
venimos a la Tierra por leyes generales,
así empieza.
Termina la traducción diciendo:
todos éramos peces al principio
y todavía tenemos branquias.

ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA nació en Buenos Aires. Licenciada en Letras, traductora y profesora de Traducción, es poeta y narradora.

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